Una trajedía azota a la familia Katsuki cuando secuestran a su hijo primogénito, lo buscan desesperadamente durante años.
Al fin encuentran a su hijo, ¿pero qué consecuencias traerá todo esto?
Un encuentro y un matrimonio por conveniencia con una em...
Entraron a la casa, Yurio solo entro sin tocar y llamo a su abuelo con un grito.
- abuelo!!!
- Yuratchka estés tú, mi niño - lo abrazó el hombre de avanzada edad que acababa de salir por un pasillo a recibirlos.
- ho abuelo Nikolai - separó el abrazo y tomo de la mano a Yuuri para acercarlo hasta que estubiera frente al abuelo, se colocó tras el y lo sostuvo de los hombros.
- Yuratchka! - le hablo firme adivinando las palabras de su nieto.
- él es Yuuri - no se inmutó ante el llamado y con una gran sonrisa dijo - mi novio.
- es un placer conocerlo señor Nikolai, mi nombre es Yuuri Katsuki - trato de no sonar nervioso y ser amable, aunque por dentro era un manojo de nervios.
- el gusto es mío - lo abrazó luego de mirarlo de arriba a abajo, se le notaba que era un exelente chico y lo abrazo en aprobación.
- sabía que le agradarías - su sonrisa no podía ser más radiante si las dos personas más importantes en su vida ahora se llevaban bien.
- pero debiste avísame que venían, hubiese preparado algo...
- perdón abuelo solo venimos de pasada, estamos en un proyecto y tenemos que regresar - realmente quería quedarse, deseaba estar más tiempo con su amado abuelo, pero en verdad no podía.
- al menos quédense a tomar un poco de té - los guío a la sala y los dejo para prepara el té.
- es muy agradable - mencionó el pelinegro pues ese abrazo fue tan fraternal y cálido que no pudo evitar sentir añoranza.
- mi padre nunca recibió un abrazo del abuelo, no se llevaban mal, pero no le perdonaba que se hubiera robado el corazón de mi madre, así que no tubo su aprobación total, tu encerio le agradas.
- gracias - se sonrojo sin poderlo evitar - pero tu tía...
- Lila ella es muy especial...se llevan bien como otra hija más, pero es tan reservada que nunca los vi ni estrechar sus manos.
- si ella da miedo - río un poco de recordad las pocas veces que la vió.
Regreso el abuelo y tomaron té con galletas mientras hablaban de cómo se conocieron y sobre el proyecto, le prometieron regresar pronto a visitarlo y emprendieron el viaje, pues tenían que viajar varias horas para llegar de madrugada al hotel donde ya deberían estar instalados.
En el camino Yuuri pensaba en cómo sus padres no eran tampoco tan afectivos.
El que sus padres vivieran en Japón les hacía tener otras culturas y tradiciones, él en cambio sin recuerdos de los años en los vivió en Japón no podía saber nada.
Vivió la mayor parte de su vida en Rusia pero una parte sin saber ni leer y apenas entendía el idioma, mucho menos sabría nada de su cultura y la otra mitad estubo enserrado estudiando para obtener sus certificados, así que no conocía el mundo que lo rodeaba.
No tenía ninguna base de alguna cultura.
No se comportaba tan formal como un japonés, ni tan calculador como la mayoría de los rusos que conocía.
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Al llegar al hotel tuvieron que ir por su llave e ir a darse un baño rápido al cuarto, cambiarse de ropa y bajar a desayunar.
Aún no bajaban sus compañeros pero igualmente no podían dormir nada, era mejor opción desayunar y esperar a que el sueño no los venciera, tomar mucho café y guardar algunos dulces para tener algo de energía durante el día.
Poco a poco bajaron los compañeros junto a la profesora durante el desayuno la maestra les explico a donde irían pero los detalles del trabajo serían en pleno estudio.
Yurio no podía estar más feliz ir a esa empresa a trabajar haciendo la publicidad era un sueño, ya quería ir y darle una sorpresa a él.
Para ir a esa empresa se iban a dividir en dos camiones rentados, pero el rubio sabía el camino así que se escondió junto a su novio, para ir en auto.
Era increíble poder estar así con su adorado pelinegro, hacer travesuras y escaparse ahora eran dos de sus cosas favoritas, con su persona favorita.
Al llegar al lugar estacionó el carro e ingresaron a la empresa con todo el estilo del mundo.
Como si fuera el dueño.
Como si fuera el dueño del universo.
Y es que con tremendo chico a su lado se sentía como el dueño de todo.
Aún más si iban de las manos.
Pero antes de que algo más pasara Yurio soltó la mano de su adorado y corrió hacia un hombre y salto sobre él, abrazándolo con sus piernas al rededor de su cintura, sonriendo para él, mientras esté ni se inmutaba.
- Beka - grito pese a estar sobre él.
- Yura - tocó su cabello con lentitud.
- ven - se soltó y regreso al pelinegro que apretaba sus manos en puños sin ser conciente - el es Yuuri, es mi novio - lo abrazó - Yuuri él es Beka mi mejor amigo - los presento con alegria.
- un gusto - le dijo aquí el hombre alto y fornido que lo miraba ostil mente.
- el gusto es mío - respondió tan frío y cortante como pudo mientras tomaba la mano de SU novio.
- sabía que se llevarían bien - hablo el rubio sin notar el ambiente tenso en que se encontraba.
- tengo trabajo, te veo luego Yura - trato de irse lo más rápido que pudo.
- espera quiero un favor...
- no te haré ganar - le dijo molesto.
- quien carajos necesita hacer trampa, idiota, es otra cosa, estúpido ni que fuera tan inútil para no ganar por mi cuenta.
- ya, perdón - se le acercó - que puedo hacer por ti - le dijo con cariño.
- un baboso vendrá, es seguro, por un auto - extendió las llaves - no dejes que entre o hará un alboroto tan grande que te arrepentirás luego - le dió las llaves y se alejó - nos vemos.
- en que metes Yura - suspiro - ¿Un novio?
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Para AkelosBlackwood que si espera mis actualización tardías porque sabe que valdrán la pena...
