una noche para dos

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Ese fin de semana contra todo pronóstico lo llamo.

Tenía una tarea importante, hacer unos planos de un edificio enorme de un proyecto masivo.

Con el pasar de los meses refinarian ese proyecto hasta final del ciclo escolar para mostrar cuanto habían avanzado y cuanto habían aprendido.

Un trabajo así de importante requería tiempo y él sabía dedicarlo pero se descuidaba en el proceso, no comía, no dormía y su genio era diez veces peor, ni su hermana Sala lograba aguantarlo pero Emile si.

Por eso en cuanto su hermana supo de la tarea se fue, se quedaría con Mila su nueva mejor amiga para evitar al gruñón de su hermano.

Y como solo Emile lo aguantaba y cuidaba, fue llamado para pasar ese fin de semana a su lado.

El checo sabía perfectamente lo que debía hacer, Michelle era muy estudioso y se consentraba solo en su trabajo, por lo que el mayor tenía que intervenir a ratos para hacelo comer y dormir de otro modo tendría un colapso.

Aunque esta vez le dedicaba una mirada de desprecio ya fuera por invadir su casa y hacer como si fuera una mamá preocupada.

La verdad es que Micky estaba molesto desde que escucho que tendría una cita con Phichit el día anterior y eso le hacía estar más molesto que nunca.

Pero nadie como él para hacer sus gustos, cuidarlo, limpiar la casa sin ser invasivo en las habitaciones, además su comida era deliciosa, nunca lo admitiría en voz alta pero le gustaba cuando cosinaba para el.

Y quería más de esos momentos porque si terminaba en una relación con su compañero de cuarto, entonces el estría solo.

Quería ser egoísta y decirle que no se fuera.

Pero tenía un carácter de mierda y seguro que lo terminaba hartando al poco tiempo, nadie le amaría.

.

Le gustaba verlo tan concentrado, entre planos y lápices, gruñendo por perder algún lápiz cuando justo lo había colocado tras su oreja, chasqueando la lengua al ver que la regla que ocupaba estaba en su mano y había perdido valiosos minutos en buscarla.

Todo de ese chico lo ataría, era inevitable no verlo, su mirada siempre lo buscaba, suspiraba al verlo tan concentrado.

Ya había pasado un día entero, ya era hora de detenerlo para que cenará, se diera un baño y se fuera a la cama, solo busco el momento ideal, pues no iba a interrumpir cuando prestaba tal atención a los detalles.

Al fin la vio soltar el lápiz y admirar algo, se estiró con alegría de estar haciendo un buen trabajo y fue el momento de interrumpir, tenía que comer.

Alegó, protesto pero termino en la mesa degustando la deliciosa cena, cabe mencionar que era un platillo nuevo, no era la cena más ligera ni la más saludable.

Katsudon, al parecer un platillo que Yuuri le enseño alguna vez que visto el departamento....dónde vivía con el tailandés, otra vez se sintió molesto, otra vez esa oprecion en el pecho.

Descanso un poco ido en sus pensamientos, luego de que su amigo de la infancia recogiera todo, se dispuso a darse un baño, talvez descansar le haría bien.

Pero al ver dispuesto a su amigo para irse lo descolocó totalmente, no era él quien siempre rogaba por quedarse a su lado, porque ahora no.

Antes incluso Sala lo ayudaba para quedarse, alegaba miedo de que esté al dormir en el sillón se levantará a media noche y fuera al cuarto de su hermana y para vigilarlo, lo dejaba dormir en su habitación sobre algunas cobijas.

Incluso había ropa suya en alguno de sus cajones.

¿Porqué ahora tenía tanta prisa en  irse?

¿Qué había cambiado?

Sin pensarlo y más por instinto que por otra cosa lo llevo a su habitación, le aventó algo de ropa y una toalla, dándole a entender lo que esperaba que hiciera.

Y cuál perro amesteado Emile entendía perfectamente esa invitación a quedarse esa noche.

Por un lado le gustaba ver la cara de bobo que ponía su amigo al ver su pecho descubierto, pero él solo dormía con la parte de abajo de su pijama.

Sabía que ese hombre lo recorría con la mirada, se mordía el labio impaciente y seguramente fantaseaba con toda su anatomía.

Y al le gustaba sentirse deseado.

Está vez como excusa para dormir juntos le dijo que ni loco lo dejaba entrar a la cama de su hermana, y él tampoco lo haría.

Pero el hombre estaba mas interesado en aguna plática con su compañero, que en prestarle atención.

- debería estar aya - murmuró al mirar su celular.

- te está esperando o que - no oculto lo enojado que estaba.

- oh...no, pero fue Yuuri....

- eso no explica porque quieres ir tan desesperdamente a verlo.

- no es así, pero Yuuri prometió enséñame a cosinar más platillos.

- solo eso, o querías irte con Phichit a dormír.

- cada uno tiene su habitación....- algo hizo click en su mente y entendió algunas de las recientes actitudes del chico.

- pareces muy ligado a él, demaciado diría yo.

- solo es un amigo - trato de acercarse ya que le evitaba la mirada.

- parecen más que eso - dió un paso hacia atrás no quería encarar eso y terminar de enterarse que su amigo ya tenía a alguien.

- yo solo tengo ojos para alguien - lo tomó de la barbilla para que lo viera a los ojos.

No lo espero, tal vez ninguno de ellos, pero el menor se avanzó sobre el mayor besándolo.

Un beso suabe que iba subiendo de intencidad cada segundo.

Micky mordía el labio contrario con sensualidad, mientras Emile recorría con sus manos ese abdomen y esa espalda que siempre quiso tocar.

Se volvieron a unir en un beso lleno de deseó.

Pero fue el checo quien lo separó, acaricio su cabello corto y le dijo que era hora de dormir, se acomodo en el piso y al menor solo le quedó apagar la luz y meterse entre las sábanas e intentar no pensar en lo recién ocurrido.

Por su lado el mayor solo pensaba en que ese beso fue producto de algún malentendido, pues Micky no era así.

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Curioso, era lo que más quería y lo deja ir así de simple......tal vez en el siguiente capítulo si pase algo entre ello 7w7...

O tal vez.....QwQ

Gracias por sus bellos mensajes.

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