Capítulo 56

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El auto de Harry estaba aparcado bajo un modesto edificio situado en Brooklyn. Sus manos apretaban con fuerza el timón de su vehículo mientras tensaba la mandíbula y observaba fijamente la entrada principal.

Verificó la dirección en el pequeño papel que traía en el bolsillo. Estaba en el lugar correcto. Cerró los ojos y detuvo el inconsciente, y nervioso movimiento de sus piernas. Respiró despacio y abrió los ojos nuevamente para encontrarse con su reflejo en el pequeño espejo retrovisor.

Se desconocía por completo y ello iba más allá de su apariencia desaliñada. Se desconocía porque jamás pensó estar en aquella situación y temía por lo que fuese a hacer. Se inclinó hacia los asientos traseros y desenfundó el arma oculta dentro de un maletín. Las manos le temblaron y al percatarse de ello frunció el ceño. Harry dominaba a la perfección el uso de armas, pero en esos momentos parecía incapaz de siquiera sostener una. La razón de ello, pues era evidente que disparar hacia un blanco no tenía punto de comparación respecto a dispararle a un amigo.

Se miró a través del espejo retrovisor una última vez antes de bajar de su auto bastante decidido y ocultar el arma tras su espalda. Caminó hacia la entrada principal e ingresó. Desinteresadamente pasó junto a la mesa de recepción al percatarse que la persona a cargo se encontraba dormida. Aquello le ahorró el esfuerzo para que lo dejasen subir asique Harry se dirigió hacia los ascensores situados al fondo.

Marcó el octavo nivel en la botonera y las puertas pronto se cerraron frente a él. Su rostro era inexpresivo, pero se mostró impaciente a que el ascensor arribase. Las ansias aumentaban conforme ascendía y sus más oscuros pensamientos volvían a asecharlo. De pronto sintió la efervescente ira expandirse por todo su cuerpo pero cuando el ascensor frente a él se abrió, Harry permaneció ahí de pie, inmóvil.

Frente a él había un largo corredor donde se extendía una sucesión ascendente de puertas enumeradas. La imagen de Sage inevitablemente apareció en su mente y lo hizo sentir débil, su dulce Sage... ella no estaría orgullosa de lo que estaba a punto de hacer, pero ella no lo entendería. Sus padres tampoco y por suerte no estaban aquí. Harry detuvo las puertas del ascensor antes de que volviesen a cerrarse y ahora se encontraba en el octavo nivel que aquel edificio.

La música proveniente del fondo llamó su atención y fijo la vista en aquella dirección. AC/DC resonaba con más intensidad mediante iba acercándose. Harry se detuvo frente al penúltimo departamento, al parecer, uno de los pocos departamentos ocupados en todo el edificio, pues el lugar parecía bastante descuidado. 806 era el número en la placa sobre la puerta. Miró hacia ambos lados indeciso y con cuidado sujetó la perilla de la puerta. Entonces ingresó.

Tirado en el suelo yacía un muchacho de tez pálida y cabellos rubios, este pareció no percatarse de su presencia gracias a la intensidad de la música y se mantuvo concentrado en aquel distintivo polvo blanco alineado sobre su mesa de centro. Posterior a ello lo aspiró vía nasal.


Él... era Steven Gallagher.


Harry entrecerró los ojos, había pasado bastante tiempo desde la última vez que lo vio y presenciar aquella escena provocó conmoción en él. Steven cerró los ojos y se reclinó contra el mueble a sus espaldas. Estaba rodeado por un par de botellas de licor y restos de comida rápida.

Aquello no provocó en él más que lástima, pero no estaba ahí para sentirse apenado por alguien que le había arrebatado un miembro a su familia. Endureció la mandíbula y divisó a tan solo unos pasos el equipo de dónde provenía la música, volvió a mirar a Steven, quien parecía sumido en otra atmosfera, y entonces se acercó para desconectarlo. El silencio predominó de repente en el lugar.

Tomorrow [H.S.]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz