Capítulo 40

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La mañana del viernes Sage había salido bastante temprano a correr. Se había sentido bastante agobiada en casa frente a la idea que merodeaba en su cabeza desde hace ya varias semanas: el cumpleaños de su madre sería en un par de días. Es por ello que salió a despejarse un momento, esperaba que tras un poco de ejercicio pudiese pensar con claridad cuáles eran sus opciones más viables.

Tras veinte minutos alrededor del parque cerca al departamento, decidió volver para darse una refrescante ducha. Se sintió un poco más relajada, pero fue algo realmente efímero, tras 5 minutos bajo la regadera aquellos pensamientos volvieron a ahondar en su cabeza y la ansiedad la inundó. Envuelta en una bata de baño, salió de la habitación y tomó asiento en el mueble de la sala de estar, observó detenidamente su teléfono antes de abruptamente tomarlo y rebuscar entre sus contactos. El número de su madre apareció en pantalla y se carcomió las uñas algo nerviosa; bastaba que presionase un botón para intentar comunicarse con ella, hace tiempo no oía su voz, sin duda la extrañaba.

Dejó su teléfono bruscamente sobre el mueble y se puso de pie para vestirse, tras ello procuró mantenerse ocupada y decidió tomar la cesta de ropa sucia para dirigirse hacia el cuarto de lavandería del edificio. Una vez ahí dentro continuó pensativa, realmente sentía que era momento de afrontar las cosas y quizás disculparse, después de todo quizás sus padres no estuviesen tan molestos, pues fueron ellos quienes le enviaron un regalo de cumpleaños. O quizás sí. Realmente no lo sabría hasta intentarlo.

Cerró bruscamente la máquina y llevó ambas manos hacia su cabeza, enemistarse con familia no es nada sencillo de afrontar y empezaba a sentirse culpable. Subió nuevamente hacia su departamento.


—Pensé que no te encontraría... —dijeron a sus espaldas. La familiar voz de Alex captó su atención e hizo que volteara.

— ¿Qué haces aquí? —le preguntó sorprendida pero feliz de verla.

—No me digas que lo olvidaste...—la muchacha de ojos grisáceos bufó y se mostró algo impaciente.

—Claro que no—la castaña se apresuró en decir, queriendo aparentar seguridad.

—Lo olvidaste...—Alex se confirmó. Sage entrecerró los ojos tratando de hacer memoria.

— ¿Qué se supone que olvidé? —preguntó inocente.

— ¡Vine por el vestido para esta noche! —le recordó algo exaltada mientras se adelantaba en ingresar al departamento. Sage ingresó tras ella.

— ¿Qué hay esta noche? —volvió a preguntar. Su mejor amiga la fulminó con la mirada.

—La celebración en la fundación de los padres de Mia, ¿Dónde traes la cabeza?

—Oh, cierto—la castaña recordó. El verano estaba por terminar dentro de poco asique, como cada año, la fundación de los Alessio era premiado por sus aportes a caridad. Esta noche tendrían una ceremonia de premiación junto a los principales miembros de la organización—No creo que pueda ir hoy, tenía otros planes en mente—dijo sin mucha preocupación.

—Pero eres parte de la fundación, ¿Qué podría ser más importante? —preguntó su mejor amiga, algo desorientada.

—Pues...—la castaña vaciló por un momento— Pensaba ver a mi madre hoy—finalmente se animó en contar. Tomó a Alex por sorpresa y su semblante alivianó sus facciones. Había deseado por mucho tiempo que Sage tomase la iniciativa, pero solía ser bastante testaruda frente al tema asique simplemente dejó de insistir.

—Oh, eso es genial—le dijo con el ceño fruncido. Ambas asintieron levemente— En ese caso, te excusaré esta noche—le dijo.

—Sí, realmente no sé qué resulte de hoy asique...—la muchacha se encogió de hombros.

—Estoy segura de que todo saldrá bien...—la muchacha de ojos grises trató de animarla mientras la rodeaba con un brazo— Han pasado más de dos meses, creo que tuvieron tiempo suficiente sin ti...—bromeó mientras la sacudía despacio por los hombros.

—Eso espero...—la castaña sonrió por lo bajo— Iré por el vestido—le dijo antes de alejarse e ir hacia la habitación.


Alex se había marchado tras recibir el vestido, tenía un largo día por delante y dado que no contaría con Sage, sería mejor que se adelantase o no terminaría sus cosas a tiempo, y se le haría tarde para el evento en la noche. Sage le deseó buena suerte y continuó ordenando un poco el departamento. A penas era mediodía cuando la castaña recogió la cesta de ropa del cuarto de lavandería y vaciló de un lado a otros antes de alistarse para salir. Si bien había estado bastante indecisa sobre tomar iniciativa con su madre, bastaron las pocas palabras de su mejor amiga para tener el impulso final que necesitaba y animarse a ir.

Es así como tras ir y venir frente al espejo por unos minutos, finalmente atravesó la puerta principal para salir de aquel edificio. Sabía que Erika Sabath estaría en su lugar de trabajo en este preciso momento, algo ocupada quizás, pero sola en su oficina. Se había replanteado incontables veces sobre si era el momento ideal, pero siempre había encontrado diferentes excusas para postergarlo o abstenerse a llamar. Descartó la idea en varias ocasiones, pues realmente dudaba que fuese apropiado tener una conversación como la que debían al teléfono, y tampoco consideró avisar que iba en camino.

Tras casi cuarenta minutos conduciendo por las saturadas calles de Nueva York, finalmente arribó bajo el edificio donde su madre trabajaba. Apagó su auto y resopló pesadamente mientras observaba perdidamente el timón frente a ella. Acomodó su cabello de un lado a otro y volvió a cuestionarse si era la mejor idea estar ahí. Permaneció dentro de su auto, bastante pensativa por un momento hasta que las puertas corredizas de la entrada principal capturaron su atención al abrirse. Miró atentamente a las personas que salían bastante sonrientes y ella sonrió involuntariamente también. Estos se dirigieron hacia la camioneta estacionada a un par de metros y subieron en ella. Se trataba de sus padres y Noah, supuso que iban de camino a almorzar, pues a veces sorprendían a su madre en el trabajo para ir juntos a uno de sus restaurantes favoritos. Permaneció sumida en aquel panorama, con la vista fija en aquel auto hasta que se percató que venía en dirección a ella. De inmediato se hundió en asiento y trató de ocultarse cuando la camioneta pasó junto a ella, y la observó alejarse a través del espejo retrovisor.

La nostalgia la invadió y la idea de que quizás no había sido la mejor idea ir reapareció en su mente. Después de todo había ignorado el hecho de que arribó durante la hora de descanso, asique era de esperarse que su madre saliese a almorzar, de ser el caso tenía planeado esperarla en su oficia, pero al verlos simplemente sus ánimos decayeron.

Encendió su auto sintiéndose mal por sí misma y despacio arrancó dejando atrás aquel edifico. Vaciló por unos instantes al decidir hacia dónde dirigirse, pero se decidió por una visita breve al Departamento de Criminología. Después de todo Harry estaría en hora de descanso también y deseaba hablar con él sobre lo que acababa de suceder.


***

¡Hasta aquí el cap de hoy! ¡Gracias por leer!

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27. 09. 19 #fridaysforfuture

Tomorrow [H.S.]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum