Capítulo 9

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Alrededor de las dos de la madrugada la gran mayoría de alumnos se habían retirado. Había sido una velada entretenida pero para nada buscaba que los estudiantes terminasen ebrios en el campus, para eso estaban las casas de fraternidad. Ahí es donde los aplicados estudiantes de élite desgarraban su ser con sexo y alcohol.

Sage había estado provocando a su novio durante toda la maldita noche, el vestido le ceñía a la perfección y este deseaba incontrolablemente arrebatárselo y follarla ahí mismo. Harry pensó tener oportunidad cuando la acompaño a los vestidores para retirar su abrigo, no quedaban muchas personas y nadie los extrañaría por unos minutos.

Una vez cerrada la puerta la acorraló contra los casilleros de madera. Sage dejó caer la llave que le habían entregado más temprano para asegurar sus pertenencias y en un instante Harry devoró sus labios.


— ¿Estás loco? —Jadeó excitada—Nos pueden ver...

—Nadie vendrá —la silenció autoritario. Joder le ponía mucho cuando él hablaba así- Y si vienen vaya suerte la que tendrán de ver lo que hago contigo...—bromeó bajando por su cuello.

Aquello la excitó mucho. Sintió como Harry la acomodaba para deslizar el cierre de su vestido muy despacio, este cayó al suelo y él se desabrochó el pantalón con desesperación. Vale, quería disfrutarla pero sabía que a esa hora todos se estaban retirando, lo último que realmente quería es que los encontrasen y fuese su novia de quien hablasen el resto del verano. Sage miró la puerta y rápidamente colocó el pestillo antes de que Harry la cargara y pusiera con cuidado sobre una mesa.

—Haz estado provocándome toda la noche...—susurró mientras bajaba por su cuello perversamente. Acarició sus piernas mientras ella acariciaba su miembro bastante prominente.

—No es cierto...—respondió con una inocencia bastante provocativa, esa inocencia que lo volvía loco.


Apretó el trasero de su novia antes de bajarle las bragas de encaje negro con los dientes. Sage gimió y cerró los ojos. Lo sintió alejarse unos segundos y al abrirlos su novio la embestía con fuerza. Harry trato de ahogar sus gemidos besándole la boca aunque en realidad moría por escucharla. Era tan jodidamente excitante, su novia no era ninguna niña, era una mujer, una que lo volvía loco.

Ella amaba sentirlo, amaba cómo la llenaba con desesperación, era consciente de que la deseaba en todo momento. Los gruñidos de Harry la hacían excitar aún más. Quería correrse ahí mismo, con el... después de un coctel en la universidad.


<<Mierda, me vuelves loco>>


Continuó embistiéndola pero Sage lo detuvo para sentarlo sobre la mesa. Pronto se sentó encima de su novio y lo sintió hundirse en ella aún más. El momento era intenso. Muy intenso. El ambiente estaba recargado de deseo. La llenaba por completo y ella mecía sus caderas al ritmo de él.


—Alguien viene—le dijo acomodando los mechones de cabello que cubrían su rostro. Harry la miró muy excitado. Era jodidamente bonita.

—Claro que no...—contestó él.

Sus miradas fueron directo a la perilla de la puerta moviéndose bruscamente. La voz de Alex llamando a su mejor amiga los alertó.

— ¡Joder, voy a matarla! —Harry se quejó poniéndose de pie para vestirse lo más rápido posible. Sage hizo lo mismo, se colocó el vestido, se acomodó el cabello, recogió las llaves, su abrigo y pronto abrió la puerta.

— ¡Maldita sea Sage, te estuve esperando! —le reclamó Alex. Pronto vio a Harry asomarse— ¡Puto asco! ¿Ustedes...— Sage rio.

—Sí, tuvimos sexo, algo que parece faltarte...—dijo Harry pasando por su lado de la mano de su novia.

—Eres un idiota...—le dijo.

— ¡Basta! —amenazó Sage al ver que ambos empezarían a discutir. El llamado de sus amigos hizo que avanzaran y pronto salieron de ahí.



¡Vaya cóctel!



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