Capítulo 5

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El móvil sobre la mesa vibró. Joder, había perdido la cuenta de cuantas veces su familia la había estado llamando en los últimos días. Había contestado un par de veces y trató de hablar con ellos, pero las conversaciones terminaban en lo mismo: su padre amenazándola para que volviese, su madre tratando de alivianar la situación y ella exigiendo que aceptasen su relación. Estaba harta, sabía que no había hecho las cosas del todo bien últimamente pero estaba convencida de que eso no tenía nada que ver con Harry, tenía que ver con ella misma cansada de los estándares familiares. Vale, sabía que sus padres querían lo mejor para ella pero un poco de diversión no le haría daño. De eso estaba segura, quería sentir emoción.

Silenció el móvil y suspiró. Estaba bastante cansada, había tenido días bastante locos con la mudanza de Harry. Dejó el lápiz de lado mientras su cuerpo descansaba sobre la silla.

Le resultaba imposible poder concentraste, pero sabía que debía terminar a tiempo aquel informe. Si bien acaba de salir de vacaciones, ayudaba a en el estudio de abogados de su abuelo. Resopló pesadamente mientras volteaba hacia el reloj de la cafetería. Aún tenía tiempo.

—Hey...—La muchacha de ojos grisáceos silbó mientras lanzaba una bola de papel hacia la cara de su amiga con vaga puntería.

Chasqueó los dedos frente a ella para captar su atención.

— ¿Ah?—Respondió a sus llamados.

— ¿Me estas escuchando? —Preguntó haciendo un ademán con las manos exaltada por al parecer estar hablando con la pared.

—No pero creo saber lo que decías...—La castaña se acomodó sobre su asiento y cerró su laptop junto a los periódicos regados sobre la mesa. Alex bufó.

—No dije lo que estás pensando...—Entrecerró los ojos fulminándola.

— ¿Cómo sabes lo que estoy pensando? —Objetó la otra, cruzada de brazos sobre la superficie.

—Podría apostar por insultos hacia tu novio...—Se defendió.

— ¡Lo insultas todo el tiempo! No imagino palabras dulces de tu parte...—Se encogió de hombros. Su mejor amiga revoleó los ojos dejando escapar una risa.

Alex y Sage eran mejores amigas desde los 8 años. Se conocieron en la escuela y estudiaban juntas en la Universidad de Columbia. Eran inseparables. En un inicio Alex apoyaba los encuentros entre Harry y Sage, ¡Santos cielos!, su mejor amiga se estaba cogiendo a un tipo seis años mayor que ella, era algo que definitivamente Sage no solía hacer. Pero para Alex, Harry era un arrogante y egocéntrico que le había arrebatado la disponibilidad total de su mejor amiga; para Harry, Alex era una pequeña engreída a la que le encantaba insultar.

—Me tienes en serios problemas, voy quedándome sin excusas para encubrirte—volvió a decirle. Claramente al encontrar la habitación de Sage vacía y tras el testimonio de ambas amas de llave, la primera persona a la que el señor y la señora Sabath acudirían era Alex, pero bien sabían que sería completamente leal a su mejor amiga.

—Sigue diciendo que realmente no tienes idea...—no era su mejor plan, pero lograría desviar la atención de Alex en algún momento.

Los días de mudanza para Harry habían finalizado y por fin se encontraban instalados en su nuevo departamento. Era sin duda algo nuevo para ella, pero lo estaba llevando bastante bien y en realidad habían sido días realmente entretenidos, aunque seguía cuestionándose a sí misma si realmente había cometido una locura como tal.

Harry, por su parte, se encontraba en el Departamento de Criminología en este preciso instante y disfrutaba de su descanso. A diferencia de su novia, él parecía menos preocupado por el asunto. Entre su horario de trabajo y tiempo libre lograba mantenerse bastante ocupado como para pensar demasiado en los pros y contras de la situación, además realmente estaba disfrutando de la compañía de su novia y sabía que tenerla con él aquel verano no sería molestia alguna.

Tomorrow [H.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora