Capítulo 11

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La sonrisa de Sage inmediatamente desapareció de su rostro, Harry la miró angustiado y agachó la cabeza. Esto no podía ser bueno. Nunca tuvo la oportunidad de hablar con el padre de su novia respecto a su relación con ella, pues la única vez que lo intentó le pidieron que se marchase. No confiaban en él ni en sus intenciones. Seis años de diferencia eran demasiados para ellos. El señor Sabath creía tener muy en claro los deseos, necesidades y planes de un hombre próximo a cumplir los 25, esos aspectos simplemente parecían no encajar con su pequeña. Pero no se imaginaba que su hija cumplía cada uno de ellos y era fantástica a ojos de Harry.


—Mamá...papá... ¿Qué hacen aquí? —preguntó aún sorprendida y dando un paso al frente. Era momento de enfrentar su asquerosa suerte con una familia que dejó de ser perfecta en cuanto bordeó los estándares.

—Hemos venido a llevarlos a casa—respondió su padre manteniendo la calma y con las manos dentro de los bolsillos de su saco.

— ¿Qué? — Sage se desentendió.

— Nos vamos a casa... ahora—dijo aún bastante tranquilo pero enfatizó la última palabra.

—No iré con ustedes—dijo decidida y de pronto retrocedió a donde estaba.

—Estas llevando este capricho bastante lejos, ¿no crees que es suficiente? —su madre interfirió angustiada y bastante molesta. Sage la miró con ojos suplicantes esperando que al menos ella tratase de entenderla un poco.

—No tienen idea de lo que pasa conmigo si creen que esto es un capricho...

—Es suficiente, nos vamos a casa—dijo su padre perdiendo la paciencia. La tomó del brazo para sacarla de ahí.

— Sage —Harry intentó ir tras ella. Inmediatamente su padre se lo impidió.

—Aléjate...—advirtió amenazante y lo señalo mientras se acercaba a él. El tipo había perdido los papeles por completo y parecía no tener dudas en darle una lección. Harry retrocedió despacio con los brazos en el aire en rendición. No haría eso delante de todos y menos delante de Sage.

—Señor y señora Sabath, con todo respeto... simplemente amo a su hija...—explicó observándola.

—No, tú cambiaste a mi hija...—espetó su madre. De pronto estaba muy molesta. Nada estaba saliendo bien.

—No iré— Sage se deshizo del agarre de su padre y se paró junto a Harry.

—No hagas esto más difícil...—advirtió la mujer.

—Si no vienes no verás a tu hermano, no eres un buen ejemplo...—sentenció su padre.

— ¡No puedes prohibirme ver a mi hermano! —la castaña comenzaba a ponerse nerviosa.

—No más tarjetas de débito, no dejaré que uses mi dinero para esto...—continuó como si no hubiese escuchado su protesta.

—Papá, Harry es mi novio ¿no pueden entenderlo? — En el fondo no podía creer que aquello estaba pasando, ¡Joder! su familia solía ser de las más unidas que creía conocer. No podía estar pasando. No podían ser tan drásticos. No podían estar haciendo todo eso por un par de salidas nocturnas.

—Nos estas decepcionando Sage—el tono preocupante de su madre hizo que una corriente atravesara su cuerpo. Apretó los ojos por un instante y los miró dolida.

—Noah recoge tus cosas, nos vamos—ordenó su padre.

—Dijiste que arreglarían las cosas con ella—respondió su hermano a modo de acusación y entre dientes.

—Sí, y ya ves que tu hermana no quiere, ve por tu mochila—simplemente le ordenó.

— ¿Tu les dijiste que estaría aquí? —preguntó ella desentendida.

— ¡Dijeron que solo querían hablar! ¡Dijeron que aceptarían a Harry! —Noah se exaltó en su defensa. Pensó que le haría un bien a su familia, pero solo había empeorado todo.

—Noah es suficiente, nos vamos...—su madre finalizó haciéndose a un lado en señal de que el niño se retirara en dirección a la salida. Noah solo obedeció.


Sage observó a su familia desaparecer por el umbral de la sala y sintió tener el corazón roto. El silencio inundó la habitación donde se encontraban.

Nadie dijo nada.

Se escuchó el auto de sus padres encenderse y echarse a andar afuera de la casa, entonces los brazos de Harry la envolvieron sin decir nada y ella se recargó en él. Angustiada. Dolida. Si había algo que siempre había detestado era pelear con sus padres, habían sido pocas las veces en las que entraron a discusiones realmente grandes, pero esta sin duda se llevaba el premio.


—No tenía idea de que vendrían...— Leighton inmediatamente se disculpó con preocupación en su semblante. Había sido realmente incómodo presenciar una escena así— Josh, ¿tu sabías algo de esto?

Su pequeño hermano negó la cabeza y se encogió de hombros, también angustiado.

—Descuida Leigh, era de esperarse que pasara tarde o temprano...— Sage se despegó ligeramente de Harry y tomó asiento en el mueble.

—Voy a dejarlos solos por un momento...—dijo ella recogiendo un poco el desorden de los cojines causado por los niños—Vamos Josh...-le pidió.


Ambos se retiraron de la sala para darles un poco de privacidad. Harry observó a su novia en el mueble y se aproximó un poco para situarse frente a ella y ponerse de cuclillas. Ella lo miró bastante tranquila aunque bien sabían ambos que alguna lágrima quería asomarse por sus ojos. Sage suspiró y extendió su mano para hacerle saber que todo estaba, que ella estaba bien. El la sostuvo tiernamente.


—Odio esto...—le dijo con la cabeza gacha.

—Todo va a estar bien, solo es cuestión de tiempo amor...—sujetó su otra mano de modo que ahora sostenía ambas.

— ¿Iba a golpearte delante de todos nosotros? —preguntó molesta e incrédula.

—No lo culpo, haría lo mismo, creo...—animó con una discreta sonrisa— y si lo hubiese hecho no me hubiese importado Sage...

—Eso no justifica como actuó contigo—respondió ella aún preocupada.

—Bueno, quizás pero sabes que te respeto demasiado como para hacer algo al respecto...—la ternura invadió su corazón al oírlo decir algo como aquello. Joder tenía al hombre perfecto frente a sus ojos y escucharlo hablar solo le recordaba que tomó una buena decisión.


Harry era lo que quería. Para siempre. Se sentía segura y amada junto a él, siempre la ayudaba a ir detrás de las cosas en las que creía y ampliaba su panorama. Sage creció bajo la presión de sus padres y estuvo tan acostumbrada a ello que le impidió conocer más allá. Mientras cumplía con las metas que sus padres tenían para ella, su relación parecía ser la ideal pero con Harry eso cambió.


—Gracias Haz...—pronunció con sinceridad y lo miró con ojos de amor.

—Vamos a casa...—respondió él con una sonrisa y se puso de pie junto a su novia.



***

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Tomorrow [H.S.]Where stories live. Discover now