Capítulo 38

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Era miércoles por la noche. Sage había salido de casa hace poco para asistir a la despedida de uno de sus viejos amigos de la escuela que se mudaría a Canadá por un tiempo, iría junto a su grupo de la escuela más cercano a cenar y luego probablemente se reunirían en casa de alguno de ellos para finalizar la noche. Harry se encontraba solo en el departamento tras un día bastante productivo en la oficina, el reloj marcaba las 7 p.m. y debatía mentalmente por qué pediría de comer hoy. Pero ese no era el dilema principal de la noche, dado que no contaría con la presencia de su novia por las próximas horas, había considerado seriamente la posibilidad de comunicarse con Megan para hablar del asunto que tenían pendiente. Quería dar por finalizado su martirio lo antes posible asique pensó que era una buena oportunidad.

Tras unos minutos se decidió por algo saludable asique dejó de lado el teléfono fijo y esperó pacientemente la llegada del bol de ensalada que había pedido. Encendió la televisión, mientras daba tiempo a la llegada de su cena, y continuó preguntándose si era una buena idea escribirle a Megan Folse. Cogió su móvil algo impaciente y la buscó entre sus contactos. Megan no había insistido con el asunto de su embarazo desde su visita en la oficina y aquello ciertamente lo sorprendió. Tecleó un par de oraciones y después de varios intentos se animó a enviar el primer mensaje.

Dejó su móvil sobre la mesa de centro y varios minutos transcurrieron. Tiempo después el timbre resonó en toda la habitación y Harry pronto fue en busca de su billetera, antes de dirigirse hacia la puerta y recibir su orden.


—Que tengas buena noche...—se dirigió al repartidor. Cerró la puerta a sus espaldas y se dirigió hacia la mesa bastante hambriento.


Degustaba tranquilamente de su cena cuando su móvil vibró sobre la pequeña mesa, captó su atención de inmediato y se puso de pie para tomarlo. Deslizó la pantalla mientras volvía a tomar asiento en la mesa de comedor. Era un mensaje de Megan.


"Ven a mi departamento, te pasaré la dirección"

—Megan


Harry observó detenidamente la pantalla por unos momentos mientras consideraba si sería buena idea o no. En el mensaje que le había enviado, le pedía hablar con ella en un lugar privado, pues no quería arriesgarse a ser visto junto a Megan bajo ninguna circunstancia. No esperaba que propusiera el lugar donde vivía, pero ciertamente no parecía una mala idea, después de todo pedirle a una mujer en sus últimas fases de embarazo, que saliese de casa durante la noche podía ser algo desconsiderado. Tras analizar aquella posibilidad se animó en responder.

Estaba decidido a hablar con Megan. No esperaría ni un solo día más, pues no era justo para ninguno de los dos. Después de cenar se apresuró en ir por sus llaves, colocarse un par de zapatillas y salió rumbo a la dirección que ella le había enviado.

Veinte minutos después Harry conducía por la calle que señalaba el mapa en su teléfono. El trayecto no fue muy largo, había llegado considerablemente rápido si tenía en cuenta la distancia y el tráfico a esa hora. Estacionó bajo un edificio y corroboró la dirección. Había llegado.

El recepcionista en la entrada había avisado a la señorita Folse sobre la visita de Harry asique una vez que llegó al sexto nivel, no tuvo que esperar mucho para que lo recibiera. Harry ingresó al departamento y Megan cerró la puerta a sus espaldas. Era un lugar bastante pequeño, pues vivía sola según recordaba, y conservaba un estilo minimalista. Observó detalladamente a su alrededor y permaneció de pie algo incómodo en medio de la sala de estar.


—Puedes sentarte, vuelvo en un segundo...—le dijo ella antes de desaparecer por lo que parecía ser el umbral de la cocina. Harry obedeció algo indeciso y tomó asiento en uno de los sillones. Al poco tiempo Megan volvió a aparecer con una tasa en manos y aquella bata extremadamente corta que era ciertamente inapropiada para la ocasión.

Tomorrow [H.S.]Kde žijí příběhy. Začni objevovat