Capítulo 30

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La mañana del día siguiente no había tenido un buen comienzo para Harry.

Primero había sido brutalmente despertado a las 6:45 de la mañana por la alarma de su teléfono, apenas había logrado conciliar el sueño y cuando finalmente lo hizo fue despertado al poco tiempo por aquel molesto ruido. Luego un dolor terrible arremetió contra su espalda y cuello haciendo que sus huesos y articulaciones tronaran al levantarse del mueble. Se había quedado dormido ahí, en el mueble. Tuvo ganas de faltar a la oficina pero realmente no podía. Tenía un par de tardanzas en las sesiones de tiro y con Matt Grady teniéndolo en la mira, ausentarse no sería lo más inteligente, asique fue por una ducha helada que esperaba le quitase un poco el sueño.

En las oficinas del Departamento de Criminología la mañana comenzaba con los mejores ánimos, era un día bastante ocupado como de costumbre, pero la mayoría traía un buen semblante. Excepto él, claramente.


—Buenos días—saludó desganado al ingresar a la sala. Las puertas se cerraron a sus espaldas haciendo sobresaltar a varios.

—Harry, ¿Cómo estás? —uno de sus compañeros preguntó al verlo.

—Aún vivo...—susurró mientras llegaba a su casillero. Horan, quien se encontraba junto a él, lo miro detenidamente mientras se movía de un lado a otro acomodando sus cosas.

— ¿Te levantaste del lado equivocado de la cama? —le preguntó.

—No, amanecí en un sillón—el rubio hizo una mueca ante tal respuesta. Louis, quien ya se encontraba ahí, contuvo una carcajada mientras se balanceaba de un lado a otro en uno de los asientos, con una pequeña pelota en manos.

— ¿Qué hiciste esta vez? —ladeó la cabeza mirándolo fijamente. Harry suspiró pesadamente mientras volteaba en dirección a él para responder. Lo último que quería era que empezaran a interrogarlo. Realmente deseaba estar solo y descansar en tanto pudiese.

— ¡Bueno días! —interrumpieron. Chad Collins ingresó a la oficina con un aire renovado gracias a los días que se había tomado libre y caminó contento hacia su casillero. Su saludo fue correspondido por algunos en la sala pero la atmósfera era un poco tensa— ¿Qué paso? —preguntó mirándolos.

—Durmió en un sillón...—Horan informó aludiendo a su compañero.

—No es gracioso—Harry volteó a defenderse cuándo los escuchó reír despacio a sus espaldas. Soltó los protectores auditivos sobre el asiento junto a él.

—Si lo es...—le respondieron, evidenciando la burla contenida— ¿Desde cuándo te mandan a dormir en un sillón?

—No me mandaron a dormir en un sillón, Louis—sentenció fastidiado.

— ¿Entonces porque pasaste la noche ahí? ¿Te rechazaron y fuiste a tener un poco de acción con los cojines y el canal 99?

—Eso no es gracioso...— Chris intervino, con el semblante algo serio frente a las risas del resto.

—Gracias—le dijo Harry haciendo un ademán con las manos, bastante sarcástico.

—Eso es penoso...— culminó, y al igual que el resto rio.


El castaño, quien estaba apoyado contra los casilleros con las manos en los bolsillos, se despegó con una mirada fulminante que mostraba sus pocas ganas que aguantarlos esta mañana, y pasó entre los muchachos para abrir las puertas de la sala y cerrarlas de golpe al salir. No estaba para nada de buen humor asique no escucharía una estupidez más. Dejó algo atónitos a sus amigos, quienes no esperaban aquella reacción. Era bastante común que cualquiera de ellos fuese víctima de bromas pesadas y solían ser bastante tolerantes al respecto, pero no parecía ser el caso para Harry esta mañana.

Alrededor de veinte minutos más tarde, Harry ingresó nuevamente a la sala. Tomó asiento junto a los muchachos en una de las bancas situadas a un lado mientras esperaban a ser llamados.


—Su turno—expresó duramente un sujeto vestido de negro.


Harry fue el primero en ponerse de pie y arrebató el arma de Matt Grady, quien las entregaba. Se situó en la línea que le correspondía, junto a dos de sus compañeros y quitó el seguro de su arma. Horan y Collins observaban el escenario a un lado del campo.

Aquella mañana practicaban con blancos movibles. Para cuando uno de los encargados emitió la señal de inicio, el sonido ensordecedor de los disparos inundó la sala y los casquillos resonaban contra el suelo. Había bastante dinamismo en el espacio, si bien los muchachos estaban bastante concentrados, ocasionalmente recibían un par de instrucciones por parte de los oficiales a cargo. Excepto Harry. Su rostro reflejaba dureza tras cada disparo y observaba fijamente el blanco frente a él, casi sin parpadear. Su destreza no había aumentado significativamente, pues ya contaba con entrenamiento previo, aun así aquella mañana demostró su máximo potencial. En realidad parecía estar descargando su enojo en el blanco.


— ¡Nada mal muchachos! —exclamaron a lo lejos.


Los tres muchachos bajaron las armas cuando el turno acabó. Harry recibió las felicitaciones de los supervisores a cargo con oculto desanimo antes de dar media vuelta para alejarse de ahí, mientras sus compañeros permanecían bastante entretenidos con los halagos. Cuando salió del campo de tiro, golpeó el arma contra la mesa en vez de dársela a Matt Grady y atravesó el umbral que conectaba la pequeña zona de casilleros con la sala. Chris, que venía detrás de él, lo siguió algo presuroso, sin querer perderlo de vista. Divisó a su compañero quitarse el chaleco y abrir su casillero.


— ¿Todo en orden? —le preguntó tras un par de golpes para avisar sobre su presencia en el lugar.

—Hey Chris...—resopló mientras terminaba de tomar sus pertenencias— Estoy bien, solo algo cansado—dijo. Su amigo asintió al oírlo.

— ¿No esperarás a que los demás acaben? —preguntó. Aún quedaban sus demás compañeros en el campo.

—No lo creo...—se limitó a decir. Chris asintió levemente.


Pronto ambos se hallaron sumergidos en un silencio incómodo.


— ¿Qué pasó ayer con Megan? —le preguntó repentinamente. Se encontraba con Harry dentro de su oficina cuando le avisaron que lo esperaba en recepción. Evidentemente las cosas no fueron tan bien, pues tras bajar a recibirla, Harry simplemente se marchó de las oficinas.

—Nada, no pasó nada...—dijo sonando algo molesto, esperaba que le preguntase sobre el tema.

— ¿Estás seguro sobre ello?—respondió su amigo.

—Chris, realmente no quiero hablar de eso...—dijo. Tomó su maletín dispuesto a dirigirse hacia su oficina. Chris quiso detenerlo pero Harry se adelantó— Quiero estar solo—duramente dijo antes de desaparecer por el largo corredor.


Se fijó en el reloj de su muñeca para ver la hora y apenas eran las diez de la mañana. Le esperaba un día bastante largo y francamente no sabía si podría con ello. Lo cierto es que no planeaba hablar con nadie, trataría de conciliar el sueño dentro de su oficina y esperar con ansias la hora de salida. Sus compañeros notaron que Harry realmente estaba molesto, por lo que simplemente optaron por darle algo de espacio. Era bastante claro que no sería muy amable hoy.



***

Hasta aquí el cap de hoy!!! 

Dejen muchos comentarios<3 si aún no lo hacen, que esperan? Amo leerlas<3


¡Próximo capítulo este miércoles!

Tomorrow [H.S.]Where stories live. Discover now