Capítulo Veinticuatro: Descubrimiento

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-Erik lucha por su gente, por mi gente, por los que son como Raven y como yo, nos protege y se sacrifica a diario por todos los mutantes – explicó el joven y aunque su tono era tranquilo, sus pupilas reflejaban la pasión y el orgullo que sentía por su esposo -. Es una persona pacífica, que sufrió demasiado, y que como sobrevivió a una guerra, no está dispuesto a iniciar otra al menos que no haya otra salida.

-Ayer él me revocó el destierro, puedo volver a Genosha.

Charles asintió. Erik se lo había contado antes de dormir.

Brian recordó algo más.

-¿Sabes qué es lo que lo ataja cuando quiere pelear? – lo miró otra vez directo a los ojos -. Tú, Charles. Tú eres su ancla, su cable a tierra. Tú le traes paz. Ayer se puso nervioso cuando le conté que el proyecto puede seguir en malas manos, y le pedí que por ti se tranquilizara y lo hizo.

Charles se acarició el vientre de cuenta nueva. Sí, él también había notado que Erik se calmaba cuando estaba con él, pero lo sorprendía que su padre también lo hubiera notado. Eso quería decir que era evidente.

-Cuando partiste para casarte con él, te advertí que te cuidaras y nos cuidaras de un Magneto agresivo y vengativo – continuó Brian -. Hoy te pido que lo cuides, hijo, porque una persona como él, con la responsabilidad que tiene, necesita un compañero como tú en quien apoyarse.

Charles asintió emocionado.

Brian consultó su reloj y le dio una palmada amorosa en el hombro. Charles quedó más asombrado porque su padre era poco demostrativo y afectuoso.

-Vamos, hijo. Tu madre sigue en el comedor y quiere tenerte toda la mañana, al menos hasta que Magneto se levante.

Charles se puso de pie.

-¿Podrías llamarlo Erik, papá? Magneto suena un tanto distante para la relación que se tienen: es tu yerno.

El senador solo hizo una mueca y lo acompañó hasta la puerta. Él seguiría en el despacho porque tenía trabajo que cumplir.

..................

Cuando Erik al fin se levantó, desayunó ligero y fueron con Charles al hospital. Hank y Sean ya habían llegado. Warren y Kurt habían salido a dar un paseo, Erik no quiso opinar pero no se necesitaba la telepatía para leer que entre esos dos ocurría algo raro, y entraron a saludar a Peter. El joven estaba resoplando con fastidio y le reclamaba a Logan que lo sacara de allí, que estaba aburrido y que se sentía como si lo hubieran confinado a la zona de cuartos. Pero al ver llegar a su familia y amigos, se alegró y cambió su humor.

Logan se preguntó por cuánto tiempo más le duraría. Erik saludó a su hijo con un abrazo, una vez más le dijo lo orgulloso que se sentía de que lo hubiera salvado y lo feliz que estaba de verlo sano. Después miró a Wolverine y le hizo un gesto para que salieran.

Peter miró a su novio y a su padre retirarse y se mordió el labio pero Charles, que estaba a su lado, le sonrió dándole a entender que no tenía que preocuparse.

Erik y Logan salieron del hospital y fueron a un bar cercano para beber y fumar. Actividades que distenderían al lobo y Magneto necesitaba un trago fuerte para quitarse la modorra que le quedaba después de haber dormido tanto.

Erik fue directo y conciso: confiaba en Wolverine como un amigo de años. Sabía la clase de persona que era y por eso permitió que cuidara a Peter esa noche. Lo único que le importaba era que su hijo fuera feliz y encontrara su lugar en el mundo. Si Logan lo ayudaba a conseguirlo, él le brindaría su apoyo.

Howlett encendió un habano mientras lo escuchaba y respondió, más bien juró:

-Amo a Peter, Erik. Me conoces así que sabes que no soy un tipo que ande expresando sentimientos por allí así que si lo digo es porque va en serio. No busco más que hacerlo feliz, que seamos felices los dos juntos, y pienso con lo maduro que se está volviendo, en que encontrará su lugar. Sabes – lo miró -, no sé cómo te las ingeniaste pero mientras peleabas por nuestra causa, solo y sin experiencia, te las arreglaste para educar a una excelente persona. Tienes que estar orgulloso de Peter porque es tu hijo y porque fuiste tú quien lo crío, amigo.

Alianza Forzada. Cherik. WolversilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora