Alianza Forzada. Cherik. Wolversilver

Capítulo Diez: El Destierro

Este fanfic participa del evento de la semana Cherik (del 3 al 9 de junio) para celebrar a nuestra pareja favorita. Le añado el hashtag "Cherikweek2019"

Muchas gracias a @KiKaLoBe, por su ayuda.

Capítulo Diez: El Destierro

Peter salió con Kurt de la escuela, los dos cargaban sus útiles debajo del brazo. Se despidieron en una esquina para que Peter fuera al despacho de Logan a trabajar con él. De forma inesperada, el coche de Magneto estacionó junto a ellos y Erik abrió la puerta del acompañante.

-Hola, Peter. ¿Qué tal, Kurt?

-Hola, señor Lehnsherr – saludó el muchacho con timidez.

-Vamos, Peter – lo invitó -. Le pedí a Logan que te diera esta tarde libre para que podamos pasar un rato los dos juntos y platicar de padre a hijo, ¿qué te parece?

Peter se mordió los labios y asintió, sorprendido.

Erik quitó los papeles que había en el asiento del acompañante para que pudiera entrar.

-¿A dónde te gustaría ir?

-La playa suena bien – sugirió el joven, mientras se sentaba. Despidió a Kurt con la mano y cerró la puerta.

-La playa será, entonces.

Erik condujo hacia la costa en la zona sur de la isla porque era la más tranquila y sabía que a esa hora no había gente. La moto de Darwin, un guardia de Summers de confianza, los seguía a una distancia prudente para custodiarlos.

-Debes estar lleno de preguntas, Peter – comentó su padre con las manos firmes en el volante y la vista fija en el camino.

Peter bajó la mirada hacia su carpeta y libros escolares que llevaba en el regazo. Suspiró y expresó una de las tres preguntas que le provocaban más ansiedad.

-Quiero saber qué sientes por mí después de todo lo que pasó en la boda – volvió a suspirar -. ¿Cómo te sientes al saber que soy tuyo, o sea, que no soy solo el hijo de Magda Maximoff sino que también llevo tu sangre?

-Me emociona y me asombra porque me he dado cuenta de que en el fondo lo supe desde siempre – confesó Erik con sinceridad -. Tu madre no tuvo tiempo de decírmelo, ni siquiera me lo insinuó aunque tuvimos oportunidad durante dos meses, pero desde que naciste te sentí como a un hijo propio, Peter. Es cierto que fueras mío o no, no iba a dejarte desamparado ni permitiría que acabaras en un orfanato, pero cuando te cargué por primera vez sentí que eras especial para mí – se pasó una mano por el rostro -. Jamás le conté esto a nadie.

Peter sonrió emocionado. Se sentía feliz. Guardó silencio antes de formular la siguiente pregunta.

-¿Por qué crees que ella no te dijo nada? Entiendo que estaba esperando a que yo naciera y podían ser celos que quisiera darte pero eras el padre de su hijo y estabas a su lado, tenía que habértelo contado.

Erik percibía el tono de reproche del joven hacia su progenitora y sentía que tenía razón, pero no quería mancillar a Magda, que ya no estaba más para defenderse.

-Con tu madre tuvimos una relación particular. Nos teníamos mucho afecto pero no fuimos completamente sinceros el uno con el otro. Yo quise serle fiel a pesar de no habernos jurado fidelidad y ella, ahora lo sé, también lo fue conmigo. Era una buena persona, Peter. Nunca olvides eso.

-¿Por qué quiso esperar tanto para decirte la verdad?

Erik se encogió de hombros.

-No lo sé, hijo.