Alianza Forzada. Cherik. Wolversilver

Capítulo Diecinueve: Revelación

-El día de tu graduación yo estaba entre el público y me senté cerca del señor Howlett – Peter se puso tenso porque recordó que él, desde la tarima, había notado su presencia cercana a Logan y se había llenado de celos -. ¡La forma en que te observaba, Peter! Estaba tan orgulloso de ti.

-Como todos los adultos esa tarde – le cortó el muchacho -. Mi padre, Charles, Azazel, todos estaban orgullosos.

-Pero no te miraban con la fascinación con la que te observaba Howlett – replicó Marie convencida -. Eso que pusiste en el bolsillo cuando me acerqué, ¿qué es?

Peter sacó la brújula y la movió para mostrarle cómo señalaba el norte.

Marie quiso sostenerla. El joven dudó antes de entregársela.

-Sé de antigüedades – explicó ella. La estudió y se la devolvió -. Un tío mío tiene una tienda en Nueva Orleans y te aseguro que esta brújula vale una fortuna. ¿Cómo la obtuviste?

-Me la regalaron.

-¡Vaya! – suspiró -. Efectivamente eres especial para alguien, Pet.

-Marie – la llamó Warren -. Ven aquí y confírmame si es cierto lo que Kurt dice que hizo en el recreo dos días antes de graduarse.

Marie se alejó de Peter para correr hacia la cama.

Peter no soportó más. Seguía entristecido por la discusión entre su padre y Charles y ahora estaba confundido por lo que la niña le había dicho. Decidió cortar por lo sano y se dirigió al despacho de Logan sin importarle si era su hora de trabajo o no.

...............

Hank acompañó a Charles a sus aposentos cuando se le estabilizó la presión. El telépata lo despidió para quedarse solo y se acostó en su lecho. Se acomodó de lado. Cerró los ojos pero los abrió enseguida. La discusión con Erik lo había deprimido sobre todo porque reconocía que su esposo había reaccionado de esa manera por su imprudencia. ¿En qué había estado pensado para enfrentarse telepáticamente a Emma Frost en su estado? Charles se consideraba una persona prudente. Pero ahora se sentía decepcionado consigo mismo y dolido por haber enojado a Erik. De repente recordó lo que había percibido cuando se concentró para sentir a la criatura. Quiso intentarlo de nuevo y se apoyó la mano contra el vientre y se concentró. Se maravilló. No se había confundido la primera vez pero por la situación tensa no había tenido tiempo de contárselo a Azazel. Charles no percibió en su cuerpo una mente sino dos. Dos fetos, dos criaturas, dos hijos.

Emocionado, salió de la cama. Tenía que decírselo a Erik. No importaba que hubieran discutido, su esposo tenía que ser el primero en enterarse. Antes de marcharse, se concentró de cuenta nueva y confirmó que en efectivo eran dos mentes.

Charles se dirigió feliz al despacho de su esposo. Golpeó y esperó a su permiso para pasar. Pero en lugar de autorizarlo directamente, Magneto preguntó quién era.

-Erik, necesitamos hablar.

-Ahora no, Charles – respondió seco -. Estoy muy ocupado.

El telépata se mordió el labio inferior. Era la primera vez que su esposo le negaba el ingreso.

-Erik – insistió -. Hay algo importante que tengo que decirte acerca del bebé.

Erik estaba trabajando sentado detrás del escritorio y dejó el bolígrafo de mala gana. No tenía intenciones de ver a Charles todavía porque seguía enojado pero si se trataba de su hijo tenía que sacrificar el malhumor.

-Adelante – autorizó finalmente.

Charles entró lento y pausado, y se detuvo frente al escritorio. Erik no se levantó para recibirlo como otras veces, pero hizo los papeles a un lado para prestarle atención.