Capítulo Dieciocho: Nueva Misión

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Con la escuela terminada, Kurt y Peter tuvieron tiempo para dedicarse al entrenamiento. Sean los preparaba a ellos y a Raven con ejercicios militares de supervivencia y defensa personal. Charles se dedicó a ejercitarse con el casco en compañía de Hank que controlaba el tablero.

El telépata recibía diariamente llamadas de su madre y aunque no platicaba con su padre, ella se encargaba de transmitirle sus saludos. La relación entre padre e hijo se estaba limando pero tanto Charles como Brian eran orgullosos y Sharon sabía que se tomarían su tiempo para dialogar. Pero al menos, ya el uno daba sus saludos y el otro los recibía.

Logan sentía remordimientos por su comportamiento con Peter y se daba cuenta de que el joven había demostrado una madurez superior a la suya. Después del obsequio del licuado, no volvió a tocar el tema para no incomodarlo y poco a poco, la relación entre ellos se normalizó hasta el cumpleaños la semana siguiente. Allí Howlett le regaló un pastel y le entregó un pequeño obsequio: un estuche cuadrado con un moño azul. Peter lo abrió y alzó una ceja confundido: se trataba de una brújula bañada en oro. Estaba desgastada y el vidrio quebrado en un extremo pero se dio cuenta de que funcionaba porque su flecha apuntaba directo al norte.

-¿Qué es esto, Logan? – preguntó, confundido.

El lobo estaba recargado contra el borde del escritorio con los brazos cruzados en el pecho y sonrió al notar su expresión.

-Esa brújula es de 1862, me la regaló un compañero de armas en plena Guerra Civil – explicó. Peter soltó un "¡Wow!" -. La tengo desde entonces, esa rajadura que ves en el vidrio la hice yo cuando tropecé en la Batalla de Gettysburg y gracias a esa caída, esquivé varios balazos y sobreviví a la famosa contienda.

Peter rio con entusiasmo.

-Nunca me contaste que estuviste en Gettysburg, Logan. Yo estudié eso en la escuela cuando vivía en Estados Unidos pero tú, ¡wow! ¡Tú estuviste allí!

-Algún día te lo contaré todo, mocoso – se acercó y le palmeó el hombro -. Pero hoy no porque es tu cumpleaños y hay más regalos.

-¡Qué!

-Dije que hay más regalos – replicó Logan y lo empujó con suavidad hacia la cocina -. Tenemos licuado y te compré varios dulces.

Peter rio con sus hoyuelos. Ya había comido suficientes dulces con sus amigos y sabía que le esperarían ricos postres con su padre y Charles, pero que Logan lo consintiese lo hacía más feliz que nadie. En ese cumpleaños, el muchacho comprobó su capacidad estomacal porque entre los pasteles, las golosinas y la comida, engulló como para una semana.

Siete días después terminó la escuela y aunque no salió en el cuadro de honor, Logan lo felicitó con orgullo. También su padre, Charles y Azazel, pero fue la felicitación de Howlett la que más le llegó por obvias razones.

Transcurrió el tiempo y Charles pasó el primer trimestre sin inconvenientes. Ya la barriguita comenzaba a notársele y Erik adoraba besársela. Escogían nombres de niños y niñas, también Peter participaba lanzando algunos extravagantes que Charles escribía en la lista.

Sean hizo un buen trabajo entrenando a los jóvenes y cuando los sintió listos, retomaron las misiones. Se trataba de visitas a mutantes alrededor del mundo que el telépata captaba que se encontraban angustiados para invitarlos a la isla. No participaban en actos violentos pero se habían adiestrado en defensa y ataque por si alguna vez debían hacerlo para proteger a algún mutante en peligro.

Una tarde, cuando Charles ya tenía cuatro meses de embarazo, Sean, Raven, Peter y Kurt fueron convocados en el sótano por una llamada de urgencia. Al llegar, Charles y Hank los esperaban serios.

Alianza Forzada. Cherik. WolversilverWhere stories live. Discover now