Condena rota.

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Dormir en su cama se sintió como la primera vez hace meses. No incomodo, solo nuevo. Las pesadillas no le atacaron esa noche y se sorprendió de la paz con la que durmió. Sabía que esa sangre jamás mancharía sus manos realmente, que él no sería nuevamente el criminal, y que podría protegerlos de quien se atreviera a dañarlos. Si, protegerlos a todos ellos, hasta que la vejez misma se los arrebatara. Mientras tanto, dormiría con la paz de saber que nada que atravesara el sistema de seguridad de la torre podría poner una mano encima de sus amigos sin pagar por ello.

Se acurruco un poco más entre las sabanas, la calidez le recordaba a casa. Con pocos años de edad se escabullía de la mano de su hermano en la cama de mamá, antes de que Odin llegara. Ella le relataba historias y se dormían entre sus brazos. Al día siguiente amanecían cada uno en su cama, ya que papá los llevaba y arropaba cada noche.

Buck le destapó hasta poder ver el esmeralda de sus ojos.

- Tu programa ya va a empezar.

- ¿Qué haces levantado?

- Steve es un pesado. – Se quejó el más joven.

James vestía su ropa deportiva y estaba atando sus cordones cuando Loki se decidió a salir de entre las sabanas.

- ¿Me traes algo cuando vuelvas?

- ¿Helado?

Loki sonrió, confirmando sus deseos.

- Mimado.

Camino hasta el ascensor y Tony también bajaba, con un café bien fuerte en la mano.

- ¿Dormiste algo?

- Toda la noche... - Sonrió. – sobre el escritorio.

Luego de burlarse cansadamente de sí mismo, apoyo su cabeza sobre el hombro de Loki.

- ¿Por qué no te vas a dormir a tu habitación? – Sugirió el Dios. – Al menos hasta el almuerzo.

- Tengo trabajo, solo me estoy tomando un break. –

Aun dormitando con sus ojos bien cerrados sobre el hombro ajeno, se sentía incómodo y sabía por qué.

- No me mires así. – Pidió Tony. – Dormiré un rato sobre el sofá.

- Yo voy al sofá a ver mi programa.

- Dormiré sobre ti entonces. – Corrigió.

Efectivamente, Tony se durmió sobre las piernas del villano, mientras el otro apoyaba su taza tibia sobre la cabeza del millonario. Su programa favorito seguía siendo tan divertido como al principio, y eso le hacía sentir en casa.

Acarició los cabellos color chocolate sin darse cuenta, recordando el rubio oro de su hermano cuando solo eran niños. Cuando Thor también dormía contra su regazó en la adolescencia. Y la imagen de sus discusiones se entrometió en medio de bonitos recuerdos. Aunque Loki estaba seguro de no volver a tener una verdadera pelea fuerte con su hermano, pues ya sabía enfrentarlo. Se habían dicho sus verdades, con gritos o no; ya ambos sabían que tan importantes eran para el otro y los sentimientos no necesitaban más palabrería.

Clint salió del ascensor, goteando sangre ajena. Paso por detrás del sofá, buscando una taza de café. No necesito decir nada para que sus brazo fisurado y la herida detrás de su cabeza desaparecieran cuando paso por detrás de Loki.

- Algún día empezare a cobrar. – Bromeo el pelinegro.

Barton rio antes de subir de nuevo al ascensor, camino a su habitación. Bruce salió de allí antes de que su compañero se subiera. El científico se topó con la imagen de Anthony profundamente dormido sobre la figura despreocupada del villano.

- No durmió nada, ¿Cierto?

- Como siempre. – Confirmó Loki.

- Dejaremos el proyecto para más tarde entonces. – Suspiró. – ¿Le avisas que estaré en el laboratorio, por favor?

- Claro.

Otra vez solo con la bella durmiente sobre sus piernas, y el té se le acabó. Un libro apareció frente a su cara. Lo tomó y se volteó, descubriendo a la Viuda con su mejor sonrisa.

- Tu padre y Bucky me ayudaron a elegirlo.

La portada rezaba "Yo mato" de Giorgio Faletti, y olía a recién comprado.

- Me gusta mucho el villano de ese libro. – Confesó. –

- ¿Y a qué va este repentino gesto? – Dudó el ojiverde.

- Si algo aprendí de la guerra... - Recordó con dolor. – Es qué me gusta más la paz. – Sonrió melancólica. – Tu padre me permitió entender mucho mejor todo lo que hay detrás del villano que pareces ser. –

- ¿Odin o Laufey? – Preguntó bromista. –

- Odin. – Susurro como si prefiriera guardarlo en secreto. – Laufey no me cae muy bien.

Loki rio y Tony se removió gruñendo molesto.

- Lo que si me sorprende es lo dócil que es Stark ahora contigo. – Remarcó Natasha.

- A mí no. - Reveló. – Yo sabía que le guste desde lo de New York.

Ambos rieron del millonario cómplices.

Steve llegó, ya duchado y con Thor colgado de él. El Dios aun llevaba su pijama y estaba demasiado cansado para despegarse de la almohada andante que había encontrado en el ascensor. El Capitán y Loki chocaron puños, unidos por la pesadilla de cargar los "Bellos durmientes".

Loki apartó al castaño de su regazo con la mayor delicadeza, y se marchó a darse una ducha. En la habitación, Bucky dormitaba un poco estirado sobre su cama y recién duchado.

Desde el despertar, todo había sido bastante cotidiano, pero la ducha cambio. Optó por el agua fría. Pero antes de que su piel se tornara azulada, disfruto de la tersa piel blanca. Era tan delicada y suave como la recordaba, como si el dolor jamás la hubiera perturbado. El azul inmediato le recordó a su padre y pensó en lo que el monarca estaría haciendo en ese momento, en vez de torturarse con el odio hacia sí mismo.

Volvió al sofá con sus rulos rebotando, y Tony regresó a la misma postura sobre su regazo.

Bucky regresó también, despeinado en demasía. No saludo a nadie y se sentó en la mesa, como reclamando su desayuno urgentemente. Steve se lo debía.

Pronto el grupo le siguió, tomando cada uno su lugar para desayunar. Entre bullicio y comida... se volvía a sentir como en casa.

Habían empezado en una forzada relación en la que debían soportarse, soportar el rencor y callar los reclamos. Pero pronto la guerra se desato dentro de casa, pero no había un enemigo real, Loki había caído hace tiempo sin que nadie se percatara. Entonces, la comprensión les abrumo a cada uno por separados, y volvieron a ser los humanitarios seres que eran. Loki mató sus demonios probando su propio veneno y haciéndose inmune a él.

La condena ya no era una condena real, era una estadía en un mundo lejano, un paseo con amigos, un helado de a dos, un entrenamiento entre hermanos, un proyecto juntos, una charla, una herida sanada, un té entra las manos de un villano que ya no tenía ganas de serlo... y ya no cumplía condena. 

Fin.

No more illusions.Where stories live. Discover now