Visitas indeseadas.

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Sus horas de sueño habían estado menguando hasta llegar a tocar fondo. Esta era su tercera noche sin dormir, y tampoco podía hacerlo de día. Su rostro denotaba el cansancio acumulado. A su magia le costaba el doble de trabajo recomponerse.

Sentado en el sofá en penumbras, luchaba contra su imaginación y el terror que surgía de ella. Su cuerpo estaba agotado en todos los sentidos posibles, sus propios pensamientos eran desvaríos. No había nada a donde ir, no había madre que consolara, hermano que le protegiera o padre que le obligara a ser fuerte. Sus nuevos amigos ya habían soportado su peso en demasía, y sus enemigos la ira.

- ¿Qué demonios me está pasando?

Susurro al vacío en que se había convertido su existencia. Se supone que las cosas iban bien, se supone que la vida mejoraba para él. Sin embargo parecía castigarse a sí mismo y crear problemas de la nada para ser más miserable aun.

Dejo de lado los pensamientos cuando la alarma de peligro cercano se encendió. Fue entonces cuando levanto la vista a la ciudad y la vio arder en llamas. Los avengers se presentaron pocos minutos después, y Loki ya vestía su armadura.

- ¿Qué demonios está pasando, Jarvis? – Interrogo Tony.

Loki le respondió antes que la IA.

- Muspels.

Miles de gigantes de fuego lograron colarse en la tierra del algún modo, y se dirigían directo a la torre, dejando a su paso el horror absoluto. Edificios, automóviles e incluso personas ardían en fuego. Sus pieles rojizas y el fuego refulgiendo desde dentro de sus ojos, en melenas de largas llamas.

Los héroes interceptaron a quien parecía el líder en medio de una calle. Loki apareció justo a un lado de su hermano, ambos en representación de Asgard, ya que Muspelheim había aceptado el tratado de paz con su reino.

- Príncipe Thor. – Dio una pequeña reverencia en señal de respeto. –

Thor no le respondió, esperando a que le dijese que demonios hacia allí y porque intentaba destruir la maldita ciudad.

- Veo que no está muy feliz de verme.

- Masacrar Midgardianos sin razón no es algo que me agrade de las personas. – Replico el príncipe.

- Fuimos enviados por Surtur para recuperar la espada.

La espada de Surtur se había perdido hacia siglos, sin rastros de su paradero ni culpable, el tema se creía zanjado.

- ¿Y por qué atacar las tierras midgardianas?

- Para que vea lo que pasara su hermano no nos la entrega.

Thor volteo a ver a Loki, sabía que el menor coleccionaba cosas así en Asgard pero nunca había escuchado que se robara algo como eso.

- ¿Quién te dijo que yo la tenía? – Interrogo Loki.

- Lady Amora.

- Por supuesto, esa zorra no me deja en paz ni muerta. – Refunfuño por lo bajo. – Pues te mintieron, yo no tengo nada.

Loki dio media vuelta a punto de irse pero la voz del Muspel le detuvo.

- Verán el mundo arder hasta que no nos des la espada, bastardo.

Y desapareció junto a su ejército en una llama de fuego, algo de sangre hechicera corría por sus venas como por la de Loki.

El villano hizo lo mismo, dejando a los vengadores sin entender nada más que debían encontrar la maldita espada antes de que esto se les escapara de las manos. 

No more illusions.Where stories live. Discover now