Mision y miradas.

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El estridente anuncio de una nueva misión despertó a toda la torre en plena madrugada. Casi robóticamente cada uno se preparó. Ya reunidos en sala, recibieron una señal y salieron disparados con naves, propulsores y martillos a toda velocidad.

Las luces se apagaron y atrás quedo un Loki sentado solo en el sofá. Iluminado por la luz de la luna y enfundado en su piyama, parecía un niño esperando a Santa. Los ojos verdes vieron desaparecer a los héroes tras las nubes, dejando alguna que otra estela a su paso.

Jarvis dijo que sería avisado si necesitaban de su ayuda, mientras debía esperar. Una parte de si deseaba que aquella señal llegara, cumplir su deber en la tierra y marcharse a Asgard intentando llevar una vida normal.

Pero el otro lado de su ser sabía muy bien que eso sería imposible. Ese otro lado deseaba que la señal jamás llegara y los Avengers lo soportaran hasta el fin de sus días. No era su deseo molestar, solo quería alejarse de los dolorosos recuerdos. Aquí vivía bien. Las peleas eran cosas del día a día, pero también su té, las miradas incomodas de algunos y el extraño ambiente familiar. Nunca se sintió como parte de la familia en Asgard pero le gustaba la sensación, y ahora era capaz de disfrutarla nuevamente. ¿Por qué irse cuando comenzaba a sentirse como en casa?

Pero la señal llego y de mala gana cambio a su armadura. Tras unas palabras extrañas, un portal se abrió ante él. Lo recibió una gran edificación que intentaba ser impenetrable. Por supuesto que el enorme hueco que Hulk había abierto en uno de sus laterales, tiraba abajo su intento de impenetrable.

Ironman volaba alrededor, deshaciéndose de algunos guardias en el techo. Loki supuso que el resto estaría dentro. Camino con tranquilidad por la nueva puerta que el gigante verde había creado, conectada a un pasillo bastante normal.

- ¿Thor?

Pronuncio el nombre de su hermano a sabiendas de que el sería el primero en votar para llamarlo, y el único de acuerdo. Entre el polvo, a lo lejos se escuchó un "hermano" distante. Loki siguió el llamado. Thor, la viuda y el Capitan rodeaban a Bucky sentando en un rincón.

- Loki, gracias a Dios viniste. – Atino a decir Steve.

El villano estuvo a punto de remarcar lo irónico que sonaba aquella frase, pero creyó que no era el momento. Algo negro se esparcía por las venas visibles de Buck, su cuello estaba casi completamente oscuro.

- ¿Qué sucedió?

Según el apresurado relato del Capitan, ayudado de Natasha, pudo comprender que algo muy venenoso había explotado cerca del muchacho que siempre lo miraba raro. Asintió, a sabiendas de que no sería difícil purificar su sangre. Los tres Avengers se marcharon, dejándolo a cargo del moribundo soldado. Loki se agacho, y Buck no pronuncio palabra, solo continuaba mirándolo de la misma forma que siempre lo hacía. Las manos finas del ojiverde se posicionaron sobre la frente y la mano derecha del otro.

La magia comenzó a fluir a través del cuerpo del más joven, causándole sensaciones muy extrañas. Pero James no podía quitar la mirada de aquellos ojos que se habían vuelto notablemente más verdes cuando el proceso comenzó.

Loki pudo escuchar pasos acercarse a su pequeña enfermería improvisada. Se voltio lo suficientemente rápido para estampar su navaja en el ojo de aquel guardia.

- Lo siento, cariño. No tengo tiempo para demostrarte mis habilidades de combate. – Se excusó con el cadáver por llevarlo a la muerte tan pronto.

Mientras intentaba concentrarse en la purificación, podía escuchar a lo lejos los gruñidos y destrozos de Hulk. ¿Es que nadie pensó en ponerle una correa a la bestia?

El silencio finalmente llego, y Buck estaba como nuevo. Aunque si movía sus manos podía ver algo de aquella magia verde viajar por sus venas como electricidad. Steve abrazo a Loki y Buck, incomodando a ambos.

Todo el camino de vuelta a casa fue más cansado de lo normal para Loki. Si creyó que Bucky no podía mirarlo más fijamente de lo que lo hacía siempre, descubrió que estaba muy equivocado. El soldado no quito su mirada ni un solo segundo del ojiverde, siguiendo hasta el más mínimo movimiento de su ser.

Al día siguiente, no mejoro. Loki se sentía con náuseas y un dolor de cabeza escalaba por su nuca hasta su sien. Supuso que el veneno no era gran cosa, pero aun así fue como comerse algo en mal estado para su cuerpo.

Tirado en el sofá con los ojos cerrados, y su hermano mayor al pendiente, intentaba relajar esas molestas nauseas.

Pudo notar que algo tapaba la luz que lo iluminaba y abrió los ojos con pesar. Bucky lo miraba nuevamente. Pero esta vez, llevaba una taza de té en sus manos.

- Lo siento. – Pronuncio, como si debiera arrancarlo de su garganta. – Steve dice que este té es bueno para las náuseas.

Ofreció la taza al villano, casi con miedo a ser rechazado. Loki se enderezo con cuidado y tomo la taza. Suave y nuevo té para saborear, exquisito. Espero a que el soldado se marchara como había logrado que se marchara su hermano en algún momento. Pero no fue así, Buck se sentó a su lado, en el espacio vacío que su nueva posición le había dejado. Mirándolo... como siempre lo miraba. 

No more illusions.Where stories live. Discover now