Peligroso

644 78 17
                                    

Los días siguientes transcurrieron con normalidad. Ahora Loki se abrazaba a su taza de té, aunque el calor incomodara en sus manos, el aroma seguía siendo perfecto. Tony y Barton observaban esa escena como una provocación del Capitan, quien religiosamente le preparaba la deliciosa infusión al menor de los dioses.

Loki aún no se lo había agradecido, pero el disfrute que Steve veía en su rostro era suficiente. La herida iba mejorando poco a poco y los rubios del grupo rogaban que no se presentara ninguna situación que pudiera entorpecer el proceso. Natasha analizaba la situación que no le gustaba nada, Loki parecía tener embobados a los dos rubios. Ambos se preocupaban y vivían al pendiente de la salud del villano. Si esto seguía así, Loki iba a aprovecharse de la piedad que se le brindaba.

- Steve, ¿Podemos hablar? – Pidió cuando el mayor se estaba por retirar.

- Claro, Natasha. ¿Sucede algo? – Caminaron hasta la cocina, alejados del resto.

- No me gusta nada tu comportamiento con Loki. – Fue directa.

- ¿Cuál es el problema? – su seriedad denoto que no era un tema que le agradara.

- Va a aprovecharse de ti. Este no es Bucky, Steve. –

- No lo comparo con Bucky, y mucho menos olvido mis límites. – Aclaro ya enfadado. – Solo intento ser amable con el hermano de un buen amigo, y trato de entenderlo para que lo que estamos haciendo tenga algún sentido.

- Tú no tienes que hacer nada por él ni por Thor. El simple hecho de que este aquí ya es suficiente amabilidad. – La viuda avanzo unos pasos para tener su mirada más cerca. – Aléjate de él, no sabes de lo que es capaz.

Justo cuando iba a retirarse, Loki entro con su taza vacía. Iba a pedir un poco más de té, pero en cambio dejo caer la taza. El frágil recipiente se destrozó en mil pedazos con un fuerte sonido, pero Loki no quito la mirada de Natasha en ningún momento. El villano dio media vuelta y se retiró por donde vino.

- Y todo mi esfuerzo se fue al demonio. – Reprocho Steve antes de retirarse también.

Loki no volvió para almorzar, ni cenar. La taza de té se enfrió en su lugar la mañana siguiente y la mirada de Thor se oscureció.

Steve decidió ir al cuarto que los dioses compartían. La puerta de la habitación estaba abierta y pensó que Loki no estaba. Pero se encontró a un montón de vendas ensangrentadas enfrente de la puerta. Loki estaba frente al espejo semidesnudo tratando de poner las vendas nuevas, y alcanzo a ver al Capitan.

- No voy a desayunar. – Aclaro por si venía a preguntarle eso.

- Si no te alimentas bien, no sanara pronto. – Le recordó. – Déjame ayudarte.

Tomo las vendas de las manos del ojiverde y este lo miro con desconfianza.

- Levanta los brazos, por favor.

Recordaba bien como debía hacerlo, y lo había hecho muchas veces. Intento no poner demasiada presión y lo hizo lentamente, incluso con el nerviosismo que la mirada del otro le provocaba.

- ¿Estás seguro de lo que estás haciendo? – Steve lo miro pensado en que tal vez se había equivocado. – Mami Natasha se enfadara contigo si se entera de que me estas ayudando. – Bromeo con sorna.

- Natasha no puede decirme lo que tengo que hacer.

- ¿Y qué estás haciendo exactamente, Steve? – Comenzaba a enredarlo y no podía evitarlo.

- Intentar que confíes en mí. –

- ¿Y tú confías en mí? – sonrió de lado.

- Creo que te estoy conociendo.

- Me asustas. – Esto desconcertó al soldado. – Cada día eres más sincero.

- ¿Sincero?

- La primera vez que te preocupaste por mí, fue tan falso que pensé que serias el peor de todos. Pero ahora pareces real, o haz logrado engañarme.

- Al principio lo hice por Thor, ahora es real. Lo prometo. – Sonrió, justo al terminar de asegurar las vendas.

Entonces, Loki entendió lo que estaba pasando. 

No more illusions.Where stories live. Discover now