Por mí.

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Al final, era demasiado divertido e irónico que una situación de amenaza de guerra bastante común en el universo, provocara una imagen tan imposible de imaginar. Odin y Laufey sentados hombro a hombro en el sofá de la torre Avengers.

Sin embargo, lo más sorprendente era la forma humana del monarca Jotun. Su cabello oscuro sostenido en una fuerte trenza, las facciones finas, los ojos esmeralda y la piel pálida, recordaban en demasía a Loki.

Ninguno de los presentes tenía claro por donde comenzar, ni siquiera después de que Steve había hecho tiempo preparando café para los invitados.

- Entonces, ¿A que debemos el honor, después de que nos abandonaran a nuestra suerte las veces que este mundo los necesito antes? – Acuso sin discreción Tony.

Sus compañeros se voltearon a verlo como si hubiera cortado el cable equivocado intentando desactivar una bomba, y ahora el temporizador se acelerara. Como siempre, en su eterna competencia, los reyes se pisaron al hablar buscando ser los primeros en dar su versión de los hechos, sonando como un coro extraño.

- Loki necesitaba de mí.

- Loki necesitaba de su padre.

El nombrado escudriño a ambos con la mirada, la respuesta de ambos le parecían extrañas.

- ¿Y en todos estos años pensaron que este era el momento adecuado? – Reprocho el villano.

- Me odiabas antes. – dijo Laufey.

- Nos odiabas. – Corrigió su rival.

Y si, desde el día en que se enteró de su procedencia, un odio había nacido en Loki. El sentimiento fue instintivamente enviado a sus padres biológicos y adoptivos, pero en realidad se centraba en sí mismo. Se odiaba por no ser suficiente para nadie desde que nació y el pensar que jamás lo seria. En ese entonces, Odin despertó sin más complicaciones, pero Laufey fue salvado de milagro por los sanadores asgardianos, quedando claros cuales eran los deseos de Loki para ambos.

Entonces las cosas cambiaron, Loki intentaba recomponer su vida, obligado a hacerlo o no, estaba funcionando. Con nuevos amigos, sacando sus verdaderos sentimientos, dejando de fingir poco a poco... Tal vez sería más propenso a perdonar y de esa manera, perdonarse. O eso fue lo que su hermano mayor pensó.

- Fue mi idea. – Admitió Thor. – Los convencí de que era el momento adecuado para hablar cara a cara de todo esto.

Lo que en realidad fue idea de Steve, pero el soldado no reclamaría derechos de autor ante la tierna escena de familiar.

Todo esto era bueno en cierta forma. Pero un golpe que había tomado por sorpresa a Loki y no tenía claro que sentir, que decir, que gritar. Entonces se disculpó un momento, saliendo a la terraza del edificio. Necesitaba aire.

Una hora entera del sonido del viento paso, y lo interrumpió Odin. Loki miraba al vacío, sentado tan cerca de la caída final, y a metros de la nave que alguna vez lo llevo prisionero.

- Hijo. – Loki volteo a verlo. – Estas aprovechando muy bien esta oportunidad de redimirte. – El pelinegro asintió, aprobando ese pensamiento. – Ahora deberías comenzar a usarla para curarte a ti mismo. Es tiempo de bajar las armas y sentarnos a conversar.

- ¿Crees que merece la pena?

- Vinimos hasta aquí, dejamos de lado nuestros rencores por ti; creo que merece la pena absolutamente.

Sus pies enfundados en zapatos de charol se balancearon suavemente, personas caminaban bajo ellos sin percatarse.

- ¿Alguna vez...? – Dudo. – ¿Alguna vez te arrepentiste de adoptarme?

- Ni un solo día. – Aseguro. – Thor era mi viva imagen, pero tú eras un misterio por descubrir. – Sonrió rememorando al cielo. – A veces espiaba los entrenamientos de magia que hacían con tu madre; con ella eras casi otra persona, tan sonriente, entusiasmado y completamente enamorado de lo que tus manos podían crear.

- Estaba enamorado de ella, y de la forma en la que me miraba. –

- Ella te amaba. – Posó una de sus manos sobre el hombro de su hijo. – Yo te amaba y aún lo hago. Lleves mi sangre o no, te parezcas a mí o a él... aún te amare.

La brisa despeino el cabello oscuro y las blancas canas, barriendo con los rencores. Loki había perdido sus ganas de llorar en algún punto y ahora perdía sus deseos de odiar.

- ¿Volverás a casa algún día? -

- Tal vez... - Suspiro. – Aún me queda mucho que aprender y proteger. – Miro sus manos y a través de ellas, las personitas caminar. – Son tan frágiles y sus vidas son tan cortas...

- ¿Aprendiste a apreciarlos?

- No, solo comienzo a entender lo difícil que es perder a uno de ellos para quienes lo aman.

- ¿Tienes miedo de perderlos?

- Las pesadillas son cada vez peores.


Luego de la retirada de Odin, Laufey hizo acto de presencia.

- ¿Por qué me abandonaste?

Interrogo Loki, sin permitirle a su padre tomar aire.

- ¿Eso es lo que ellos te dijeron?

Y en ese momento, Loki dejo de lado su vista hacia las construcciones midgardianas para mirar directo al monarca.

- Tú eras el regalo más bello que Farbauti me dio. ¿Cómo iba a abandonarte?

Había algo, algo en su mirada que no le permitiría a Loki no creerle, algo que había visto en los ojos de su reflejo cuando la vida le pesaba.

- Entonces... ¿Qué paso?

- Uno de esos salvajes lo atacó cuando intentaba ocultarte. Lo logró a costa de su vida. – Las lágrimas se agolparon en sus ojos. – Pero Odin te encontró de todas formas supongo, y para cuando te busque... Creí que habías muerto junto a Farbauti.

Saber que la historia era tan distinta, que sus padres no eran los monstruos que atormentaban sus sueños, sino que le amaban e intentaron protegerlo y sufriendo su perdida creyendo que había muerto... se sentía extrañamente satisfactorio.

- Te pareces mucho a él. – Sonrió. – Sé que estaría orgulloso de la forma en que lo superaste como hechicero.

- ¿Era hechicero?

- Creo que lo heredaste de él.

Y aunque era difícil levantar una relación a partir del caos de sus demonios antiguos, Loki pensaba que valía la pena intentar. Dejando de lado a los demás, arreglaría sus traumas por él, y por las madres muertas que no desearían que siguiera una vida en caída constante. 



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NA: Farbauti es hombre en mis fanfic y... así se quedara. (?

No more illusions.Where stories live. Discover now