No more illusions.

Un mal día...

Jane curaba la herida en la frente de Thor innecesariamente, ya que desaparecería en minutos. La chica se había presentado de la nada, enfrente de la Torre Avengers, luego de todo el desastre, saludando apasionadamente al Dios y entrando como si viviera allí. Thor aceptaba los cariños de la midgardiana por puro placer. Los demás preparaban la cena o miraban la tele intentando ignorar la escenita cursi de los enamorados.

Loki y Bucky entraron a la sala, luego de ir por helado y pizzas. Clint se ofreció a llevar todo a la cocina, para aprovechar y robarse un poco. El mayor dejo de lado su explicación sobre magia a Buck para dirigir su atención a la novia de su hermano. No es que Jane fuese una mala persona o le cayese mal, pero la odiaba. Precisamente en el momento en que las cosas mejoraban para su hermano, estaba seguro de que ella lo arruinaría todo.

Thor sintió la tensión de su pareja y siguió su mirada hasta Loki.

- Creí que estaría encerrado o algo, pero parece disfrutar de libertad absoluta. – Se dirigió a su novio pero sin quitar la mirada del villano.

Loki seguía parado a pocos metros de ella, con aquella sonrisa de superioridad. Cabe aclarar que Bucky no entendía que demonios pasaba, como el resto de los avengers.

- También estoy feliz de verte, Jane. – Pronuncio con el mismo odio implícito con el que ella sugirió su encierro.

La mujer se acercó a Loki a paso firme, y Thor tuvo que seguirla para asegurarse de que nada se fuera de control.

- ¿Cuál es tu próximo plan? ¿Destruir a los Avengers desde dentro?

El más alto rió ante lo estúpido de la suposición. ¿Acaso un villano no podía tomarse vacaciones? Intentaba salvarse de la muerte una vez más. ¿Tenía otra opción?

- Mi próximo plan es hacerle ver a Thor lo poco que lo quieres. – Desafío.

Escucho su nombre en labios de su hermano mayor, pero lo ignoro. Thor jamás pudo detenerlo, esta no sería la excepción.

- ¿Qué demonios sabes tú de mí?

Jane dejo de lado la voz suave y empezó a subir el volumen sin percatarse. "Salvaje", pensó Loki.

- Pues me llaman el Dios de las Mentiras, y si hay algo bueno en esto, es que sé reconocer muy bien a un mentiroso. – Insinuó.

La mano de la mujer se levantó hacia el Dios, intentado abofetearlo. Loki sujeto su muñeca a medio camino, apretando con la suficiente fuerza para que la chica comenzara a retorcerse de dolor lentamente.

- ¡Loki! – Thor se interpuso y empujo a su hermano lejos de Jane. - ¡¿Qué demonios te pasa?!

La mirada esmeralda denotaba todo menos arrepentimiento. Mataría a la estúpida midgardiana si pudiese. Bucky lo tomo del brazo cuando noto que intentaba enfrentar también a Thor.

- Es suficiente. – Susurro el soldado a su oído.

Junto al James se marchó lo más lejos que el soldado podía llevarlo, para que despejara sus cabeza y se tranquilizara.

Al volver las cosas no mejoraron. Thor estaba hecho una furia y no era muy bueno ocultándolo. Jane le había dado un ultimátum, o se deshacía de Loki o no volvería a verla. Steve había hablado también con él, intentando calmarlo, sin mucho éxito.

Bucky y Loki llegaron ya de noche, para la cena. Habían pasado el resto del día en un parque de diversiones. A Loki no le gustaban la gente y los niños maleducados, pero amaba el algodón de azúcar y los premios de algunos juegos. Consigo traían dos bolsas de peluches y otros premios, además del enorme oso verde que el villano cargaba.

Steve escucho sus anécdotas del día con curiosidad, mientras Tony y Clint hurgaban en las bolsas que Buck dejo sobre el sofá. Sin embargo, Loki se dio cuenta perfectamente de la mirada asesina que quemaba en su costado.

Al momento de cenar, la mirada no se detuvo y el ojiverde comenzaba a cansarse.

- Si quieres decirme algo, solo dilo. – Pidió a su hermano sentado justo enfrente.

- Seria amable de tu parte que dejaras de arruinar mi vida. – Reclamo directamente.

Los demás dejaron de comer inmediatamente, a sabiendas de que un caos se desataría en cualquier momento. Parar una pelea de dioses hermanos iba a ser complejo, pero tenían el deber de pararla y Tony debía salvar su torre.

- ¿Arruinar tu vida? – Loki se levantó de su asiento, sin creer la basura que escuchaba. – Tú que demonios sabes sobre vidas arruinadas.

Thor imito su movimiento, desafiante y enfurecido, no iba a callarse nada.

- Es a lo que te dedicas. Como tú no eres feliz, no dejas a nadie serlo.

- ¿Llamas ser feliz a acostarte con esa zorra? – Rió con ganas.

El mayor lo tomo del cuello de la camisa, obligándolo a apoyarse sobre la mesa. Sus compañeros se pusieron en guardia, suplicándole a Thor que se detuviera.

- No te atrevas a llamarla así. –

- ¿O qué? – Probo. - ¿Vas a matarme?

Thor callo. Por supuesto que no, no era capaz de vivir con su hermano, pero tampoco sin él. A pesar de todos los problemas que Loki significo en su vida, era importante, pero en este momento solo quería ahorcarlo.

- Después de todo lo que hice por ti, ¡¿Por qué sigues intentando hundirme?!

Loki lo empujo lejos, ya libre se rió en su cara.

- ¿Todo lo que hiciste por mí? – Se burló entre risas. Pero de un momento a otro se detuvo, y su rostro se oscureció. - ¡¿Y toda la mierda que hice por ti no cuenta?! ¡No tienes ni la más mínima idea de lo que he dado para salvar tu maldita existencia! ¡Despreciado, encarcelado, torturado para que tú vengas a reclamarme por defender a la zorra de tu novia! ¡La última vez casi muero por salvarte de nuevo!

Thor dejo de comprender, Loki estaba hecho una furia hablando de cosas sin sentido.

- ¿De qué hablas?

- Por supuesto que no sabías nada de esto, ¿No? Lo oculte de todos para que tú salieras bien parado a costa mía. Toda la basura de querer ser rey no existió, intentaba librarte de una jodida guerra que jamás podrías haber ganado con tu pequeño cerebro de "Soy el mejor y estoy por encima de todos". – Confeso.

Thor rememoraba todo aquella con su mejor cara de espanto ante la verdad, similar a la sorpresa en los rostros de sus amigos.

- ¿Recuerdas lo de New York? ¡Te deje ganar, imbécil! ¿Crees que haría un plan tan basura como ese? – Continúo relatando. – ¡Hice creer a todos que yo era el malo para protegerte! ¡De nuevo! – Sus lágrimas fueron incontenibles, pero el dique ya se había roto y su verdad brotaba sin control. - ¡¿Quién demonios crees que me hizo todas esas cicatrices?! ¡Fui la puta de Thanos para que no te matara!

Ahora todo cobraba un sentido devastador. Thor repaso aquellos tiempos, la extraña actitud de su hermano, las cicatrices adornando su cuerpo de pies a cabeza, las pesadillas que lo despertaban a mitad de la noche. Todo tenía sentido, pero Thor nunca lo busco y en este momento, parecía tan obvio. Le dolió darse cuenta de que habia elegido el camino facil de culpar a su hermano de todo lo malo, sin preguntarse que pasaba realmente.

- Lo-loki... - Intento decir algo sin éxito.

- No eres nadie sin mí. No soy nada gracias a ti. – Pronuncio entre lágrimas antes de desaparecer.

No, no era un buen día, este era un mal día, el peor para los Avengers.