No quiero azul. - Parte 2

508 76 9
                                    

Leía uno de sus libros favoritos cuando se dio cuenta de que no le interesaba en lo absoluto. Dejo de lado el libro y se dirigió al espejo. Miro su reflejo. Ropas midgardianas cubrían su cuerpo, con el cabello ondulado por el reciente baño. Su mente lo ataco con el recuerdo de aquellos rostros. Rostros de horror.

Se concentró en sus ojos verdes que se tiñeron de rojo y negro. Miro sus manos pálidas que se volvieron azul oscuro. El azul invadió su cuerpo entero y adorno con marcas el mismo. Sus uñas  oscurecieron. Acaricio una de aquellas marcas atravesando su brazo, hasta esconderse bajo su vestimenta. Toco su rostro, inseguro de la realidad, pensando que tal vez solo era otra de sus pesadillas recurrentes. Aquellas en las que despertaba con el corazón acelerado y las mejillas húmedas.

Recordó aquellas historias que lo asustaban de pequeño, el monstruo estaba justo en frente a él ahora.

Recordó las sanguinarias anécdotas de sus mayores sobre sus masacres, la víctima estaba frente a él

Recordó el odio de su hermano a esas criaturas, la criatura estaba frente a él.

Las lágrimas escurrieron como cascadas, y remarcaron las marcas de su genética. Fue imposible detenerlas cuando ni siquiera se dio cuenta de su presencia.

Se acercó al espejo y toco con su mano la suave superficie, esta chirrió y se escarcho al instante.



Ya todos estaban cenando. Thor, con lo hambriento que siempre parecía, jugaba con la comida sin apetito. Su hermano menor se había encerrado en la habitación en cuanto llegaron, y no había dado más explicaciones. Steve lo observaba con preocupación. Era un día silencioso, poco común en la Torre Avengers.

El chocar de cubierto fue interrumpido por un grito desgarrador.

- Loki. – Pronuncio Thor antes de correr a su habitación.

Los demás lo siguieron. Abrieron la puerta sin tan siquiera tocar, encontrando una escena dolorosa.

Loki sollozaba sentado en medio de vidrios rotos y sangre que escurría de heridas por todas partes. Su cuerpo entero temblaba en medio de aquella oscuridad que la lámpara rota no lograba iluminar ya. Observaba sus manos con terror absoluto, como sino comprendiese de donde surgía la sangre. Sus pies descalzos rozaban los trozos de espejo sin sentir la piel desgarrarse.

Thor se acercó lleno de preocupación.

- ¿Loki?

La mirada inexpresiva de su hermano se posó sobre él. Llena de odio. Llena de miedo.

- Déjame solo.

Madre siempre le había dicho que era mejor darle tiempo a Loki para pasar el enojo y acercarse después. Le costó mucho aprender a hacer eso. Pero finalmente dio espacio a su hermano. Sin embargo, en el último tiempo, solo había logrado apartarse más de él. Porque Loki ya no era un niño berrinchudo, ahora era una persona llena de sufrimiento. Los dulces ya no eran suficientes para acallar su enojo, en estos momentos necesitaba más que eso. Más de él. Más de un hermano.

Dejo de lado todo lo aprendido y cubrió los hombros del pelinegro con su propio abrigo. Cuando reforzó el gesto con su brazo alrededor del frágil cuerpo, pudo sentir el temblor contra su pecho. Una mano se aferró a su camisa, y solo pudo sostenerla allí para que no se marchara.

El Capitan alejo a los chismosos héroes a la fuerza, sonriendo ante la ternura de la escena. Su próxima misión era un buen té para calmar la angustia de un triste Dios, y tal vez un tazón de cereales de ositos para un buen hermano mayor.

No more illusions.Where stories live. Discover now