Despedida.

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Después de dormir más de veinte horas seguidas, se sentía como nuevo, más puro que nunca. Sus rulos se balancearon sobre su cara cuando se sentó sobre la camilla, tapando su visión. Bostezo y sintió todos los músculos implicados punzar. No estaba cansado, pero sí un poco adolorido.

Puso sus pies sobre el suelo, recibiendo el frio con disfrute. Apartó el cabello de sus ojos con un movimiento de cabeza y se asomó por la ventana, buscando alguien que abriera la puerta. Thor estaba al otro lado, dormido contra el hombro del Capitán que también había caído en los enredos de Morfeo. El guardia Jotun lo vio, dándole una reverencia. Loki le pidió que abriera la puerta, pero el guerrero no tenía autorización. Se disculpó, y desapareció por el pasillo con el guardia asgardiano pisándole los talones.

Loki apoyó su cabeza contra el vidrio, golpeteando sus dedos en la superficie en un ritmo descoordinado. Como despertado por la impaciencia del villano, Steve abrió sus ojos.

- Hey. – Pronunció bajito el mayor.

Enseguida el soldado sacudió a Thor para alertarlo.

No paso mucho para que todo el mundo se agolpara al otro lado de la puerta, esperando que finalmente se abriera.

Fury se hizo paso entre la multitud, sosteniendo la tarjeta en alto. La puerta se deslizo a un costado, mostrando al despeinado y somnoliento Loki.

Alguien comenzó una ola de aplausos y vítores, probablemente Thor. Cuando el bullicio acabó, Loki señalo a Steve y le pidió que se acercara con un gesto simple.

- Tráeme un té.



De vuelta en casa y en su sofá, Loki observaba ensimismado sus brazos, con la camisa levantada lo más posible. No había cicatrices, ni una sola de ellas.

- Tómalo como un pequeño presente. – La voz de su padre lo tomó por sorpresa.

Laufey se sentó a su lado, aun con la mirada atónita del menor.

- Tengo que cobrarme todos los cumpleaños que no recibí nada. – Bromeó. - ¿Ya te vas?

- Estamos en eso, Odin está en una reunión con Fury a la que no me interesaba ir.

- Aburrido, ¿eh?

- Demasiado.

El monarca estiro su mano, con una cajita encima.

- ¿Qué es?

- Ábrelo. –

Loki obedeció, tomando la caja de cristal y abriéndola en un suave clic.

Tres cristales preciosos colgaban de un collar, dos azules más pequeños y uno blanco central. Las joyas parecieron reaccionar a su toque, brillando en una onda azulada.

- Era de Farbauti. – Dijo Laufey. – Creó que le hubiese gustado que tuvieses algo suyo para recordarlo.

Loki no sabía que decir, ni siquiera se atrevía a tocar demasiado la joya, temiendo romperlo.

- Gracias. – Dijo por fin. – Yo... no sé cómo...

- ¿Vendrás algún día de visita? –

- Por supuesto. – Sonrió por primera vez en presencia del Jotun.

- Trae a tu amigo Stark, él y yo ya tenemos un trato.

Laufey volvió al grupo con el que estaba charlando, a Steve y Buck les caía bien, pero Natasha ya lo miraba con mala cara.

Tony pasó justo por detrás del sofá en el que Loki estaba sentado, siendo atrapado de la camisa por el villano.

- ¿Qué demonios de trato tienes con mi papá? 

No more illusions.Where stories live. Discover now