No more illusions.

Firme.

- Debo llevarme a Loki. – Sentencio Padre de Todo.

Era esperable esta reacción. Tenían un trato y Loki lo había roto con aquel uso de poder descontrolado. Además no había ayudado en nada a los Avengers como para merecer una segunda oportunidad. Pero aun asi, Thor iba a defenderlo nuevamente.

- Padre, quitando la situación con Amora, Loki ha estado comportándose. – Refuto.

- Lo sé, hijo. Pero esto pudo ser mucho peor y no voy a permitir que Loki ponga en peligro a Midgard de nuevo.

Comprensible decisión. Pero tal vez había una pequeña oportunidad con el día a día de cambiar a Loki, había visto actitudes en su hermano que jamás había imaginado. Steve estaba ayudando mucho, el trato con sus amigos había buscado mejorar y Fury no había metido su ojo en donde no lo llamaban.

- Dame una semana. – Rogó. – Solo una semana para que Loki demuestre que cambio.

De verdad, Odin deseaba poder confiar, poder recuperar al dulce Loki uno de estos días. Pero no estaba seguro si poner en juego a un mundo entero era correcto.

Los ojos de Thor eran iluminados por aquella esperanza que no estaba seguro de donde sacaba, pero creía en su hermano como cuando aún eran niños. Recordaba con claridad cada vez que se metían en problemas, y probablemente la culpa fuese de Thor, pero allí estaba Loki parado firme a un lado de su hermano mayor, asumiendo parte de la responsabilidad que no le correspondía. Otras, Thor defendía a su hermanito de los niños que lo llamaban raro, sin importar cuantos de sus amigos debiera perder en el proceso.

Así se sentía ahora, un pequeño rubio parado frente a su hermano, exigiendo que dejaran de maltratar a su hermano, que nadie tenía derecho a dañarlo.

Y allí apareció Loki de la nada, parado firme a la derecha de su hermano mayor. Desafiando con su mirada el azul celeste de su padre, asumiendo lo que merecía.

Odin sonrió y se marchó. Puede que sí, puede que Loki aun fuese aquel pequeño valiente que jamás le bajo la mirada si de defender a su hermano se trataba.