No more illusions.

Oscuro - Parte 2

Amora rió a carcajada ante el espectáculo de grandes héroes convertidos en niños indefensos. Ahora solo quedaba poner a su pequeño Loki en primera fila para ver la muerte de su hermanito.

Al voltearse a verlo, la nueva vestimenta la sorprendió.

- ¡Wow! ¿Aun tienes fuerzas?

- Hay un par de cositas que no sabes de mí. – Rió por lo bajo. – Aprendí bastante del lado oscuro.

- ¿Si? A mí me contaron que se divirtieron mucho contigo en "el lado oscuro" – se burló.

- Te arrepentirás de haberme conocido. – Sentencio.

Amora no alcanzo a objetar, cuando noto aquellos ojos verdes volverse negros completamente.

- No puedes manejar esa cosa. – advirtió, con duda en su voz.

Los ojos negros se voltearon a ver a los héroes.

- Aléjense. – ordeno.

Ayudándose entre sí, se apartaron a una distancia segura, dejando a Thor en aquella prisión de magia con pesar.

Amora retrocedió ante los pasos de Loki que se acercaba. Se alejaron de Thor lo suficiente para la comodidad del Dios de las mentiras.

Al verse sin escapatoria, la Diosa ataco con todas sus fuerzas, pero Loki no se inmuto.

- ¿Quieres aprender conmigo, Amora? – Sonrió de aquella forma que asustaba.

La respiración de la rubia denotaba el más profundo miedo, no creyó que el fuese capaz de esto.

Las manos de Loki se tiñeron de negro hasta su muñeca y relamió sus labios ante el cambio. Esto era nuevo, aunque estudiado, nunca fue puesto en práctica. Le gustaba la nueva sensación de poder absoluto. Su herida, no solo no dolía, sino que había desaparecido. Una sombra oscura de energía se empezó a expandir bajo sus pies. Amora intentó huir, pero la oscuridad la rodeo.

- Por favor, no hagas esto. – Suplico con los ojos llorosos.

- Te pedí que no tocaras a mi hermano. – Reclamo. – No hay marcha atrás.

Esa cosa comenzó a subir por las botas de la Diosa e impidió su movilidad por mucho esfuerzo que hiciera Amora.

- Te juro que jamás volverás a verme. – Intento de nuevo.

- Lo sé. No habrá nada de tu existencia que ver. – La risa de Loki resonó más fuerte que nunca.

Thor y los demás temían por lo que pasaría, y tenían buenos motivos. Cuando la magia oscura de Loki llego a la cintura de la dama, se apretó contra ella sacándole un quejido. Desde detrás Loki la sujeto con aquella negra energía, ajustándose a sus muñecas. Amora no podía parar de llorar sabiendo lo que vendría.

Los Avengers observaron con horror como Loki con aquella sonrisa, quebraba uno a uno los huesos de Amora. La rubia gritaba con el más profundo dolor, que solo aumentaba el placer del Dios. La oscuridad termino por cubrirla completamente.

Todo se quedó en calma por un segundo. Loki levanto su mano con lentitud y apretó su puño con todas sus fuerzas.

- Púdrete.

Aquel sonido de carne y huesos siendo triturados, no se comparaba a nada escuchado jamás por ninguno de los presentes. La sombra bajo al suelo nuevamente, sin dejar rastro de nada, volviendo a su Dios.

El silencio fue roto por los pasos firmes de Loki. Sus ojos seguían negros y su oscuridad se acercaba a Thor de forma peligrosa. Steve atino a correr para detenerlo de alguna forma, pero una palabra fue suficiente.

- ¡Hermano!

Loki parpadeo como confundido, y la negra sombra se encogió nuevamente bajo sus pies. Los ojos volvieron a ser verdes y brillaron con la luz de luna. Miro sus manos que eran pálidas como siempre, todo en su lugar.

Pero estaba enfadado aun. Se acercó y recitando un hechizo deshizo la red sobre su hermano volviéndola a su esfera original. Hizo un gesto suave con sus manos hacia los demás Avengers, quitando los hechizos de cada uno. Con fuerza de vuelta, Steve ayudo a levantarse a Thor.

- ¿Qué demonios fue eso? – interrogo a su hermano.

Loki se irguió con la frente en alto delante del rubio y un gesto de hastío absoluto en su rostro.

- No te vuelvas a meter en mi camino.

Dio media vuelta y desapareció tras un portal, el cual dejo abierto para que los demás volvieran.