One shots ⇝ Harry Potter ✔

Cedric Diggory

Macarena es la única Weasley que no pertenece a la casa de los leones, en su lugar, pertenece a los tejones y ella está muy orgullosa por ello.

Es un año mayor que Ron y llama muchísimo la atención debido a que a su corta edad, muestra un buen desarrollo físico.

Se acercaban los mundiales de quidditch y Macarena estaba muy emocionada por ello. Apoya fielmente a los búlgaros.

Macarena es una chica con muchísima energía, fue de las primeras en despertar el día de los mundiales.

—Ve a despertar a tus hermanos— le había dicho Arthur a su hija.

—Bien.

Después de demorar alrededor de veinte minutos en lograr que todos despertaran, fue a desayunar.

El sol aún no salía, la mayoría de los Weasley y Harry estaban aún medio dormidos.

Macaren iba conversando con su hermana y con Hermione.

—¿Ya casi llegamos?— preguntó Ron algo fastidiado.

—Ya casi— dijo Arthur.

Estuvieron caminando un par de minutos más, cuando vieron a un hombre.

—Arthur, ya era hora— dijo el hombre bastante contento.

—Lamento la demora, a algunos se le han quedado pegadas la sábanas— Miró a Ron y a los Gemelos— Les presento a Amos Diggory, trabaja conmigo en en Ministerio. 

De pronto un chico cayó del cielo, no literalmente, más bien de una de las ramas del árbol que estaba a espaldas del señor Diggory.

—Tu debes de ser Cedric— el señor Weasley estrechó su mano con el muchacho.

—Así es— contestó Cedric sonriente.

Hermione, Ginny y Macarena se miraron con una sonrisa.

Aunque a Macarena se le aceleró el pulso y por poco dejaba de respirar.

Todos comenzaron a caminar en fila.

—Tu debes de ser Macarena— dijo Amos a la chica.

Macarena Weasley estaba bastante confundida de que el señor Diggory supiera su nombre.

—Así es, señor.

—Cedric no deja de hablar de ti todo el dia. Me alegra por fin conocerte, muchachita.

La sorpresa de Macarena fue máxima, no esperaba escuchar aquella confesión.

Cedric que esta unos pasos más adelante y había escuchado todo, regresó su vista y corrió con su padre.

—Papá— le reclamó Cedric bastante enfadado, con las mejillas de un adorable tono rosa.

Amos Diggory sólo sonrió y se adelantó.

Quedaron Macarena y Cedric hasta atrás.

—No le hagas caso a mi padre— dijo Cedric, aunque el tono rosa de sus mejillas seguía sin desaparecer.

—No importa...

El resto del viaje hacia el traslador estuvieron conversando. Ambos disfrutaban de la compañía del otro.

Una vez que llegaron al campamento los Diggory se separaron de los demás.

Antes de eso, Cedric se acercó a Macarena.

—Nos vemos luego— dijo y dejó un beso en la mejilla de la chica.

Macarena no pudo evitar sonreir.

—Hasta pronto.