One shots ⇝ Harry Potter ✔

Fred Weasley

Todas la chicas de slytherin tienen ese extraño porte como si fueran de la realeza. Su forma de caminar, de hablar e incluso de reír era diferente al resto de las chicas.

Tal vez no en todas era tan marcada aquella situación, pero allí estaba. Seguramente era el hecho de que su forma de crianza había sido un tanto diferente al del resto.

Y Fred Weasley estaba enamorado de una de estas chicas. Elizabeth era una chica increíblemente hermosa y maravillosa.

El pelirrojo no perdía la oportunidad de mirarla cada que tenía la oportunidad durante las comidas. Había intentado acercarse a ella en varias ocasiones, pero su valor se esfumaba al verla con un chico un año mayor a su lado.

Fred pensaba que aquel podría ser novio o al menos su pretendiente por lo que prefería no intervenir.

El chico miraba a Elizabeth desde su lugar en el comedor, eso hasta que alguien le dio una palmada en la espalda y regresó a la realidad.

Vio a su gemelo junto a Lee. Se acomodó en su asiento mientras dejaba salir una larga respiración.

George y Lee tomaron asiento mientras dejaban salir una risa.

—Hermano, deberías ir y hablarle.

Fred lo miró mal.

—Literalmente llegas media hora antes al comedor sólo para mirarla— esta vez habló Lee mientras fruncía el ceño.

Se encogió de hombros.

—Es que simplemente no puedo— habló distraídamente— ella... ella es una chica demasiado maravillosa y yo... bueno, sólo soy un chico enamorado.

Los otros dos soltaron una ligera risa.

—Deberías intentarlo— le dijo su gemelo.

—Siempre que lo intento está con ese chico, ni siquiera sé quién es.

—¿Hablas de Ian? Es su hermano.

Fred quedó perplejo ante las palabras del moreno.

—¿Ese sujeto alto, rubio, de cara amargada y pelo rizado?

Lee dejó salir una risa.

—Sí, es su hermano. Una vez los vi juntos en la biblioteca peleando.

Fred dejó salir un suspiro de alivio mientras pegaba las palmas de sus manos a la mesa.

Regresó su vista a la chica, quien se estaba poniendo de pie. Rápidamente él imitó la acción y fue en su búsqueda.

Fred era del tipo que actuaba por mero impulso, por lo que no tenía ni idea de qué le diría, simplemente tenía en mente acercarse y hablarle.

Salió corriendo del comedor y la miró andar por el pasillo.

—¡Elizabeth!— le llamó mie tras corría hasta ella.

La chica detuvo su paso y dio media vuelta para atender su llamado. Vio a Fred acercarse a ella.

Lo miró de pies a cabeza y le dirigió una pequeña sonrisa.

—Hola, ¿te puedo ayudar en algo?

El pelirrojo se quedó mudo, no podía dejar de mirar esos hermosos ojos. Nunca antes había estado tan cerca de ella.

—Hola— dijo de pronto— soy Fred.

La chica rió.

—Weasley, ¿no?

Asintió.

—Yo... tu...— comenzaba a ponerse nervioso— Ahm, bueno. Quería saber si tal vez...

No lograba terminar una frase.

—¿Estás bien? Pareces estar pálido, podemos ir a la enfermería si te sientes mal.

Fred negó mientras se llevaba una mano a la nuca. Cerró los ojos con fuerza mientras un color rojo invadía sus mejillas.

—Me gustaría invitarte a una cita— dijo rápidamente y lentamente abrió los ojos.

Él no era del tipo tímido o algo parecido, pero ella lo ponía de aquella manera. Todo su valor se esfumaba y los nervios le invadían.

—Claro.

La miró con sorpresa. Elizabeth sonreía.

—Genial.

—Nos vemos el sábado, Fred Weasley.

—Seguro.

Vio a la chica alejarse, esperó a que diera vuelta al pasillo y comenzó a saltar y festejar en su lugar. Algunos estudiantes lo miraron raro pero a él no le importaba. Por fin tendría una cita con la chica que tanto le gustaba.