One shots ⇝ Harry Potter ✔

Draco Malfoy

Nota. No sé si recuerden uno de los primeros os de este libro, el de Isabella y Draco, donde ella es ciega xdxd veo mucha insistencia en que haga un fanfic de ellos y ya hay un comentario con colecta de 'firmas' para que se haga xdxd jsjsjsjs bueno, la cosa es que prometí que si se llegaba a las 100 'firmas' (de diferentes personas) yo les haría el fic uwu so... eso, por si les interesa.

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Tessa miraba temerosa a Voldemort, su respiración era irregular y las heridas sobre su cuerpo comenzaban a ser dolorosas.

Su vista viajó al cuerpo sin vida de Harry Potter que permanecía en los brazos del guardabosques.

Su mano se aferraba a la de Draco, quien estaba a su lado. En ese momento, él era su único soporte.

Sin embargo, el aire se esfumó de sus pulmones cuando escuchó a Lucius hablarle a su hijo. Tessa miró suplicante a Draco para que no se marchara y él lo pensó por un momento pero cuando su madre lo llamó soltó con delicadeza la mano de Tessa.

Ella comenzó a llorar en silencio mientras se abrazaba a sí misma y veía cómo el amor de su vida se marchaba.

Terminó de derrumbarse, cuando su hermano mellizo, Neville, también daba un par de pasos al frente.

De pronto, todo fue un completo caos. Tessa apenas fue capaz de reacción cuando la pelea dio inicio por segunda vez y trató de despejar su mente para continuar defendiéndose.

No estuvo muy segura de cuándo terminó todo, pero en algún momento, ella estaba en el gran comedor junto al profesor Slughorn quien le curaba algunas heridas con ayuda de sus pociones.

Neville se acercó a su hermana y le dedicó una agradable sonrisa mientras tomaba asiento a su lado.

—¿Estás bien, Tessa?— preguntó ligeramente preocupado.

Ella se encogió de hombros mientras lo miraba con tristeza. Estaba preocupada por Draco.

—Eso creo— dijo por fin— sólo estoy un poco cansada y sigo tratando de asimilar todo lo que pasó.

Neville asintió y le dio un beso en la frente.

—Todo estará bien.

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Había pasado casi una semana luego de la batalla en Hogwarts, aún le costaba trabajo conciliar el sueño pues las muertes de los que fueron sus amigos o personas cercanas seguían rondando su cabeza.

La chica miraba por la ventana, aunque realmente no estaba muy consciente de lo que sus ojos veían, estaba inmersa en sus pensamientos.

Regresó a la realidad cuando llamaron a la puerta de su habitación. Movió sólo un poco la cabeza.

—¿Si?— habló lo más alto que pudo.

La puerta se abrió, dejando ver la cabeza de Neville quien le dedicó una sonrisa.

—Tienes visitas.

Frunció el ceño y dio media vuelta para comenzar a caminar detrás de su hermano. Llegaron a la entrada y los ojos de Tessa se llenaron de lágrimas al ver a Draco Malfoy de pie junto a la puerta.

Corrió a abrazarlo y hundió su rostro en el pecho del platinado mientras sus lágrimas caían con desesperación. Malfoy también la rodeó con sus brazos y dejó un suave beso en su cabeza.

—Lamento no haber venido antes— habló el platinado sin separarse— tenía que arreglar algunas cosas con mis padres.

Tessa lo miró con una pequeña sonrisa y sin poder evitarlo más, unió sus labios con los de su contrario.

Draco la tomó de la cintura con fuerza y la apegó más a su cuerpo.

Neville miró con incomodidad la escena y se marchó en silencio para darles su espacio.

Cuando se separaron, volvieron a mirarse a los ojos.

—Lamento haberme separado de ti aquel día— dijo con tristeza.

—Lo importante es que estás aquí ahora.

Se quedaron en silencio un momento, Draco pareció ponerse nervioso durante un instante.

—Les he dicho a mis padres que me quiero casar contigo— dijo finalmente. Estaba temeroso por la respuesta que le pudiera dar la chica.

Tessa lo miró con sorpresa, por un momento, olvidó cómo hablar.

—Draco... yo... tu...— tartamudeó.

Él sonrió un poco.

—Claro que sólo si tu aceptas.

Le mostró una sortija y los ojos de la chica se volvieron a llenar de lágrimas sin poder creer lo que estaba pasando.

—Claro que quiero— murmuró y besó con fuerza a su contrario.

Se separaron y Malfoy tomó con suavidad la mano de su contraria y deslizó el anillo por su dedo anular.

—Te amo, Tessa— besó la mano de la chica.

—Y yo te amo a ti, Draco.

Escucharon un grito a sus espaldas y ambos miraron a la abuela de chica que parecía estar muy emocionada. Detrás de ella, estaba Neville tratando de detenerla.

Draco se sonrojo y  Tessa se limitó a reír un tanto nerviosa.

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