One shots ⇝ Harry Potter ✔

Severus Snape

Dumbledore es un conocido muy cercano. Formo parte de su ejercito y estoy muy orgullosa por ello.

Yo siempre he estado enamorada de Severus Snape, cuando aún estudiaba en Hogwarts, estaba muy celosa de Lily, ya que ella se llevaba toa la atención de Snape. Hasta que pasó lo que tuvo que pasar.

Snape y yo siempre hemos sido los mejores amigos y aunque sé que siempre tendrá un profundo amor por Lily, puedo sobrevivir con ello.

Snape se volvió profesor de pociones y por petición de Dumbledore, yo me volví la asistente de Snape, ya que soy la única que puede controlar su mal genio.

Hacia una semana que comenzaron las clases, Severus y yo nos encontrábamos en el aula de profesores. Hasta dentro de un par de horas comenzarían las clases.

─A veces creo que eres muy duro con los chicos, Severus─ dije mientras miraba por la ventana.

─Yo no lo creo, sólo así lograrán entender.

Deje de mirar por la ventana y miré a Severus. Solté una pequeña risa.

─Y también logro notar el especial odio que tienes hacia el señor Potter.

Severus soltó un pequeño gruñido.

─Potter... siento un total desagrado al sólo pronunciar ese nombre.

Lo miré fijamente.

─Harry no es como James.

Severus me miró con intensa furia. Se acercó peligrosamente a mi.

─No pronuncies ese nombre frente a mi.

Se dio la vuelta y salió de la habitación. Dejé salir un suspiro.

─Sigues enamorada de él.

Miré a la dirección de donde provenía aquella voz. Era Remus.

─No sé de que hablas─ volví a mirar por la ventana mientras me cruzaba de brazos.

─Todos lo notan menos él. Está cegado por al amor que aún tiene por Lily y el odio hacia James que no logra notar lo que hay frente a él.

Miré a Remus con una sonrisa.

─Estoy bien con ello. Desde hace tiempo que me conformo con sólo ser su asistente y su amiga.

Remus y yo estuvimos hablando un poco más hasta que dio la hora de comienzo de clases.

─Me gusta hablar contigo Remus, siempre sabes lo que necesito escuchar.

─También me gusta hablar contigo.

Me dirigí a las mazmorras. Entré al aula donde ya estaban todos los estudiantes. Después de mi entró Severus y las clases comenzaron.

─Tienen 20 minutos para preparar una poción crece pelo- Miró a todos despectivamente─ Espero buenos trabajos. La señorita Williams los estará vigilando mientras yo salgo.

Miré a todos sin ninguna expresión en particular.

Severus salio del aula y todos comenzaron a trabajar. Comencé a caminar entre las mesas para ver su progreso, sin embargo estaba segura de que a Severus lo iban a decepcionar esas pociones.

Me senté en el escritorio de Severus a revisar tareas. Pasaron los 20 minutos y Severus regresó.

Comenzó a regañar a los estudiantes hasta que finalizó la clase.

─Quiero diez pergaminos completos sobre la función, historia y aplicación de la poción de encogimiento.

Todos soltaron un gruñido y salieron del aula.

Miré a Severus con una sonrisa.

─Eres muy duro con ellos.

Severus no dijo nada, miró uno de los pergaminos que ya había revisado.

─Y tu muy suave.

Las clases continuaron como siempre. Al final del día Severus y yo nos encontrábamos en su despacho revisando trabajos.

─Te vi hablando muy animadamente con Lupin en la cena─ dijo derepente sin dejar de hacer lo suyo.

Yo lo miré fijamente.

─Sí, somos buenos amigos.

...

La siguiente semana transcurrió con notable normalidad, sin embargo notaba un tanto extraño a Severus. El sábado estaba en el despacho de Severus leyendo un libro.

Llamaron a la puerta.

─El profesor Snape está con el profesor Dumbledore─ dije desde mi lugar.

La puerta se abrió, era Remus. Sonreí.

Comenzamos a hablar, y estuvimos así durante un par de horas hasta que la puerta se abrió dejando ver a Severus. Quien miró a Lupin de mala manera, este se sintió intimidado.

─Recordé que tengo que hacer unas cosas─ dijo Remus y salió.

Severus me miró fijamente, pero no dijo nada.

...

─Yo no soy como Lily─ le dije a Severus─ Te amo, y siempre lo he hecho, Remus es solo un amigo para mi.

─No menciones a Lily.

─Acabo de decir que te amo, que siempre lo he hecho y sólo te preocupas por eso.

Severus me miró

─Es igual, no te entiendo─ dije, pase por su lado para irme.

Severus me tomó del brazo.

─Tu has estado ahí cuando los demás me dieron la espalda... Cuando James se burlaba de mi con sus estúpidos amigos, cuando ella murió... Siempre has estado allí, Mary.

─Hacia mucho que no me llamabas por mi nombre.

─Mary, eres muy especial para mi, y no te quiero hacer daño, no a ti.

Tomé sus mejillas y besé de una manera casta sus labios.

─Estoy dispuesta a correr las consecuencias.

Sonreí, una pequeña sonrisa se asomó en sus labios.

─Nos vemos en la cena, señor celoso.