Bill Weasley

4.7K 314 6
                                    

Alanna Williams era una chica con un espíritu aventurero,  siempre estando dispuesta a conocer nuevos lugares y a nuevas personas. Y gracias a su trabajo podía viajar con muchísima regularidad.

Fue gracias a ello que en una ocasión terminó en Egipto, probablemente fue gracias al destino o algo parecido que en un bar encontró por puro accidente a Bill Weasley.

Ella y Bill habían sido amigos en el colegio pero en realidad nunca habían hablado tanto, aunque sin duda, Bill la recordaba perfectamente y no lo pensó dos veces cuando se acercó a ella para saludarla.

—Alanna —saludó con un tono bastante animado.

La chica lo miró con el ceño fruncido por un momento. Pero al identificar que se trataba de Bill, sonrió un poco.

—Bill, vaya... nunca me hubiera esperado verte aquí.

Él rió.

—Sí. Trabajo aquí desde hace algún tiempo, rompo maldiciones para Gringotts.

—¿De verdad? Eso es genial.

—¿Te molesta si me siento?

—Adelante.

El hombre jaló un poco la silla para sentarse. Miró a Alanna con una corta sonrisa.

—¿Tu qué haces aquí?

—También vine por trabajo. Pero sólo estaré un mes y luego seguramente me mandarán a otro lugar. Trabajo para el profeta y estoy haciendo algunas notas sobre lugares turísticos —explicó.

Bill no pudo evitar fijarse en sus lindas facciones, ¿es que no las había notado antes?

—No soy un experto, pero podría mostrarte el lugar.

—Eso me encantaría —le sonrió mostrando los dientes.

—¿Y dónde te hospedas?

—Oh... bueno —rió con torpeza— de hecho voy llegando. No tenía ni idea de dónde hospedarme y preferí venir al bar un rato.

Bill entonces notó la maleta que estaba en el suelo.

—Ya veo. Tengo un departamento, no es muy grande pero si quieres te puedes quedar. Hay una habitación extra.

Alanna se sonrojó.

—Bueno, de hecho creo que te tomaré la palabra. Sólo una noche mientras consigo dónde quedarme este mes.

—No tengo problema en que te quedes todo el mes. Igual, no estoy todo el día en casa, sólo llego a dormir y cenar.

Ambos rieron.

—Gracias, Bill. Te pagaré el alquiler.

Continuaron charlando un rato más mientras bebían. Bill le había recomendado una bebida extraña que Alanna no dudó en probar. Tenía un extraño sabor pero al final le había gustado.

Más tarde se dirigieron al departamento del pelirrojo, Bill había insistido en llevar la maleta de la chica por más que ella se había negado. Como había dicho Bill, era un departamento pequeño pero bastante bonito con todo lo necesario.

—Lamento el desorden —encendió las luces y se quedaron junto a la puerta.

—Te prometo que tienes más orden que yo.

Ambos rieron.

—Ven, te mostraré tu habitación.

Caminaron por el pasillo, Bill abrió una de las puertas dejando ver una cama individual pegada a la pared y un escritorio al otro lado.

One shots ⇝ Harry Potter ✔Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang