One shots ⇝ Harry Potter ✔

Albus Potter

Sara Lennox es constantemente molestada por sus compañeros de casa, no eran todos, pero si la gran mayoría. Y es que siendo hija de muggles pertenecía a Slytherin.

Decir que la miraban mal es poco, ya que recibía insultos e incluso "bromas" de muy mal gusto de vez en cuando.

Sin embargo, Sara ya se había acostumbrado a aquello y aunque no tenía amigos dentro de su casa, vaya que si tenía bastantes amigos de otras casas.

Por otro lado esta Albus Potter, que desde que vio a Sara en el expreso le pareció una chica muy linda pero le daba muchísima vergüenza acercarse y hablarle.

Era la hora del desayuno, todos estaban en sus mesas para disfrutar de unos exquisitos alimentos.

Sara estaba en uno de los extremos como siempre, sola.

Un grupo de chicas se aproximó a Sara por la espalda.

-Lennox- dijo la que iba en el medio.

Sara reconoció la voz de Susane, nada bueno iba a ocurrir.

Sara volteó a verla.

-Hola, Susane- dijo Sara bastante cohibida.

La mencionada soltó un bufido.

-Espero que hayas terminado mi tarea de historia de la magia. Es para hoy.

-En realidad no, tenía que terminar mi trabajo de herbología...-

-¿Crees que me importa? Sabes lo que pasa si no haces lo que te pido.

El pulso de Sara se aceleró.

-Susane, yo no te he hecho nada, sólo déjame.

Susane y su grupo rieron en coro.

-Eres una sangre-sucia, no deberías estar en esta casa, eres una deshonra.

-Déjenla en paz- dijo alguien.

Las chicas volteron a ver. Era Albus Potter.

Susane rió.

-Vaya, Lennox ¿ahora necesitas que Potter te defienda?

-No necesito que nadie me defienda- dijo Sara sin mirar a nadie en específico.

-Sara es mejor que todas ustedes- dijo Albus- es inteligente y bonita... y aunque sus padres son muggles ella...- y entonces Albus no supo qué mas decir.

El grupo de Susane comenzó a reír a carcajadas.

-¿Te gusta una sangre-sucia, Potter?- preguntó Susane con burla.

-Yo no...- comenzó a decir Albus.

-No ayudas en nada, Potter- Sara se puso de pie y salió a toda prisa escuchando las risas de esas chicas.

Entró al primer salón vacío que encontró y se quedó allí un buen rato. No quería llorar, simplemente esperaba algo mejor de Potter.

Alguien entró al aula, era Albus.

-Lo lamento. Y tienes razón, no ayudó en nada lo que dije hace un momento.

Sara sonrió.

-No importa, de todas formas ya estoy acostumbrada a eso.

-No está bien, que ellas se aprovechen de ti de esa manera.

Sara se encogió de hombros.

-Me ganan en número, prefiero seguir completa a que ellas me corten una extremidad.

Albus sonrió.

-Creo que Scorpius y yo te podemos ayudar para que esas trolls dejen de molestarte.

Sara miró fijamente a Albus.

-¿Qué tienes en mente?

La malicia en el rostro de Albus era indescriptible.

-Vamos con Scorpius- dijo.

Ambos salieron de aquella aula. Y una vez que Albus le dijo a Scorpius sus planes, este último no dudo en conceder su ayuda.

[...]

A la mañana siguiente, Sara estaba en el extremo de la mesa, sin embargo, en compañía de Scorpius y Albus.

Susane y su grupo de amigas entraron al comedor, todas ellas tenían la piel de un color azul chillón y su cabello de un espantoso verde mohoso.

Las risas se hicieron presentes en toda la habitación.

Sara comenzó a reír al igual que Scorpius y Albus.

-Gracias, chicos. Les debo una.

Scorpius le guiño un ojo a Albus.

-¿Qué tal si como "pago" aceptas una cita con Potter?- dijo Scorpius -después se todo, yo solo les dije cómo poner la pócima.

Sara se sonrojo y Albus esperaba ansioso una respursta afirmativa.

-¿Con James? Claro- dijo Sara para molestar a Albus.

Scorpius estalló en carcajadas mientras la cara de Albus no tenía descripción posible.

Sara besó la mejilla de Potter.

-Me gusta la cerveza de mantequilla sin jengibre.

Albus volvió a la realidad y sonrió complacido.

Por fin tendría una cita con la chica que más le gustaba.