Neville Longbottom

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maratón 3/5

Neville no podía quitar esa cara de enamoramiento siempre que veía a Zeina Choules, una chica de Ravenclaw. Y es que el simple hecho de verla por accidente cuando se diría a clases, hacía que su día mejorara al instante. De vez en cuando su vista se dirigía a ella cuando estaban en el gran comedor y no podía evitar que una gran sonrisa apareciera en su rostro cuando la veía reír. 

Neville no estaba muy seguro de cuándo exactamente es que había comenzado a desarrollar sentimientos por la chica pero sinceramente no se arrepentía de ello. El único inconveniente, era que Zeina era la mejor amiga de Draco Malfoy, era extremadamente raro verlos separados, probablemente esto sólo ocurría cuando sus clases no eran compartidas. Incluso en el comedor, la chica se sentaba con las serpientes sólo para seguir junto al platinado.

Esto reducía significativamente las oportunidades del chico, pero al menos Zeina había elegido seguir tomando clases de herbología y Neville y ella se la pasaban hablando gran parte del tiempo. Se podría decir que habían formado una pequeña amistad, aunque era Neville quien sentía más que eso. O al menos eso pensaba él. 

Longbottom caminaba a paso lento por los pasillos rumbo a la biblioteca, debía buscar un libro para sus deberes y aunque no tenía muchas ganas, allí estaba. Al entrar a la biblioteca, comenzó a caminar entre los pasillos en busca del libro que necesitaba. 

Toda su concentración se vio interrumpida, cuando vio pasar a Zenia. La siguió con la mirada mientras ella caminaba muy concentrada entre las estanterías. Inconscientemente sonrió y estaba a punto de acercarse a saludarla cuando Draco también apareció y se acercó a la chica con cara de pocos amigos. 

—Creo que encontré el libro que nos dijo la profesora McGonagall—había dicho el platinado con el libro en la mano. 

—Déjame ver— le pidió la chica y Draco se lo dió. 

Neville siguió mirando un momento más, incapaz de dejar de admirar la belleza de la chica. Finalmente liberó un suspiro y dio media vuelta pero dio un salto de susto al ver a los gemelos Weasley. Ambos con una sonrisa y los brazos cruzados. 

—Así que Zenia, ¿eh?— dijo uno de los pelirrojos mientras alzaba y bajaba las cejas. 

Neville se comenzó a poner nervioso y fue incapaz de decir palabra alguna. 

—Deberías apresurarte— dijo el otro hermano mientras señalaba con la cabeza detrás de Neville— Malfoy te la podría ganar, además de que parece llevar una gran ventaja.

Neville regresó la mirada y vio a ambos reír animadamente, aunque tratando de contenerse para no causar mucho ruido. Volvió a mirar a los gemelos. 

—Tal vez deberías ir y decirle lo que sientes. 

—Antes de que sea muy tarde. 

Ambos pelirrojos se marcharon, dejando ligeramente confundido a Neville. El chico volvió a mirar a su amada pero enseguida dio media vuelta y siguió con su camino. 

Algunas horas más tarde, Neville no podía sacarse de la cabeza lo que los gemelos le habían dicho. Pero es que sus inseguridades le ganaban, se sentía inferior, sobretodo porque Draco Malafoy era su "competencia". Y él... no era nada, sólo un chico tímido, incapaz de entablar una conversación con la chica que tanto le gustaba. 

Estaba por llegar al comedor, cuando una increíble e inexplicable oleada de valor inundó todo su cuerpo. Estaba más decidido que nunca por lo que entró al comedor a paso decidido y se acercó a la mesa de las serpientes, donde Zeina hablaba animadamente con Malfoy. 

Una vez detrás de la chica, los presentes miraron al león entre confundidos y molestos. 

—¿Longbottom?—habló Draco entre asqueado y molesto. 

Zeina miró primero al platinado y sonrió cuando su vista se dirigió a Neville. 

—¿Está todo bien, Neville?— la chica se puso de pie. 

Neville se sintió más fuerte y valiente que nunca, sin embargo, había dejado de pensar con claridad. Por lo que apenas se dio cuenta de que había estampado sus labios contra los de la chica. Junto a la mesa de las serpientes. Frente a todo el comedor. 

Cuando se separó, se dio cuenta de lo que había hecho y el color rojo no tardó en llegar a sus mejillas. Zeina lo miraba confundida. 

—Lo... lo... lo siento... yo no... yo...—comenzó a tartamudear— pero fue silenciado cuando Zenia lo tomó con suavidad de la nuca y lo volvía a besar. 

Ella sonrió cuando se separaron, Neville estaba confundido pero una tonta risa se escapó de sus labios. 

—Eres muy lindo, Neville Longbottom. La verdad es que me has gustado desde hace tiempo pero nunca creí que yo te pudiera gustar. 

Se escuchó un resoplido por parte de Draco mientras rodaba los ojos. 

—Nunca dejas de hablar de él— dijo con molestia el platinado—espero que al menos así te calles. 

Ella rodó los ojos pero no quitó su sonrisa. 

—Bueno, espero que me invites a una cita, Neville. 

El chico seguía en una especie de shock. 

—Sí— dijo de pronto—quiero decir... ¿te gustaría salir conmigo el sábado?

Ella rió.

—Me encantaría. 

—Genial, entonces nos vemos luego— se despidió muy emocionado y dio media vuelta, aunque su mala coordinación lo hizo caer al suelo pero se levantó con rapidez y siguió con su camino.

Zeina lo miró alejarse sin quitar aquella sonrisa de su rostro y finalmente tomó asiento. Draco la miró con molestia. 

—Prometo ya no estar todo el día hablando de lo lindo que es Neville—dijo con una risa. 

—Eso es lo que más deseo. Te lo agradezco. 

One shots ⇝ Harry Potter ✔Where stories live. Discover now