24.

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Hoseok se quedó a pasar la noche por petición de Taehyung, ninguno de sus amigos había querido aceptar pero al ver la cara que ponía el menor no les quedo de otra que decir sí. Realmente ellos dos no habían hablado mucho, menos después de que Jin llegara contando todo lo que había ocurrido en la casa de Hoseok. Era una verdadera mierda, pero tanto como a Taehyung como a Hoseok les dolía pensar en que realmente hubiera un hijo fuera de todo lo bonito que había entre ellos.

Ahora que despertaban por la mañana, ambos estaban felices mirándose uno al otro recostados sobre uno de sus brazos para mirarse mejor. Las sonrisas que adornaban sus caras eran tan lindas que daba pena pensar en todo lo que debían enfrentar ahora para poder seguir sonriéndose así.

Pero como nada duraba para siempre, ya había llegado el momento de hablar, de ver lo que tenían que hacer a futuro como la pareja que ellos eran desde hace poco.

—Tae —comenzó Hoseok—, yo nunca te voy a dejar.

Al menor se le llenaron los ojos de lágrimas, le sonrió al mayor mientras una se escapa de sus ojos para recorrer su hermoso rostro y terminar humedeciendo las sábanas.   

—Yo nunca te voy a dejar a ti, Hobi —le nudo ya se le formaba en la garganta—, pero tienes que hacerte cargo del pequeño si llega a ser tuyo.

El corazón del alfa se apretó tan dolorosamente, robando incluso parte de su aire.

—Lo sé hermoso, aún así no quiero perderte a ti, porque siento que lo estoy haciendo. —pasó un poco de saliva— Me duele solamente pensar que va a pasar con nosotros, si ese niño llega a ser mío.

La sonrisa del menor fue tan pura que Hoseok comenzó a llorar.

—Nos haremos cargo juntos, vendrá a vernos siempre que pueda y lo cuidaremos muy bien cuando corresponda —estiró una mano para limpiar las lágrimas de su alfa—, yo no me voy a alejar de ti, voy a ser un apoyo para que salgas adelante y juntos, con este bebé que que no nace y no nacerá en poco tiempo, seremos una familia.

El mayor solo pudo envolver sus brazos alrededor de la persona que más amaba y lloró. Ambos lloraron, por el futuro tan inesperado que les daba golpes cuando recién empezaban. Se refugiaron en su amor para sentirse un poco mejor y suspiraron cuando el nudo que no les dejaba respirar normalmente se aflojo un poco haciéndoles sentir mejor.

—Más tarde iremos a hablar con Jennie —apretó sus brazos con algo más de fuerza alrededor el menor— , pero siempre estaremos juntos.

Taehyung asintió contra el pecho del mayor antes de caer dormido nuevamente, Hoseok no se demoró mucho en caer junto a él.

Cuando Jimin entro a la habitación para ver como estaban, sonrió triste y feliz, porque por fin podía ver a Tae con una sonrisa en su rostro después de mucho días con una expresión triste, aunque en el fondo también se encontraba triste, porque podía ver todavía las lágrimas que no se secaban en sus pómulos y pestañas.

Pasaron unas dos horas antes de que despertaran nuevamente entre un lío de sábanas revueltas y extremidades enredadas. Sonrisas fugases antes de que se tuvieran que separar, ir cada uno a hacer sus necesidades y volver al cuarto para salir de ahí con las manos tomadas.

—Buenos días —saludó Hoseok viendo que eran las diez y cuarto.

—Buenos días —les respondieron todos en coro.

—Tae —llamó Jimin al menor— ven a tomar desayuno.

Asintió con todos los ánimos del mundo y le dio un pequeño beso en la mejilla a su Hobi antes de soltarse de su mano corriendo en dirección a Jimin, era demasiado obvio para todos que se encontraba mil veces mejor de lo que había estado en toda la semana.

Unexpected [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora