El chico nuevo

Capítulo 101: Primer día de universidad.

Hoy es mi primer día de clase en Harvard, estoy aun mas nerviosa mientras junto a mi compañera de piso me acompaña al aula de clases, vamos hablando animadamente de como se sentía ella en su primer día aquí mientras subimos los escalones hasta las grandes puertas de la universidad y yo me retraso porque me distraje viendo a una chica muy parecida Brooke, pero no era y ella no se había dado cuenta y cuando camina hacia mi tropieza con un chico rubio, el queda de espaldas a mi y se agacha a recoger sus cosas y las de Mackenzie que habían terminado en el suelo. A pesar de la poca distancia que tenia de ellos supe de inmediato de quién era él, aún estando de espaldas a mi.

De todas formas a él le habría reconocido en cualquier otro lugar, estuviera dónde estuviera, así fueran 50 kilómetros de distancia. Sin darme cuenta me había quedado completamente paralizada, sin habla, y mis manos sudaban a causa de loa nervios (algo que jamás me había pasado antes), mis ojos picaban, sentía un vacío en el estómago muy extraño y aún así no emití movimiento alguno. También tenía la garganta seca, mi respiración agitada y mi corazón, ni hablar, iba a mil por segundo era como si éste quisiera salir corriendo de mi pecho e ir hasta él.

— Lo siento, no te vi.– Sólo estaba a unos seis pasos de mí y lo escuchaba tan cerca y a la vez tan lejos. Su voz siguió resonando en mi mente y desee escuchar otra palabra más de sus labios, pero no sucedió.

Mackenzie le respondió algo, pero no alcancé a escuchar exactamente que fue y tampoco es que me interesara. Sólo quería volver a escuchar su voz, aunque sea una vez más. Él le dio un par de palmadas en el hombro a Mackenzie le dijo algo muy bajo para yo escucharlo y siguió su camino; yo le seguí con la mirada mientras él va y se acerca a un grupo de chicos y chicas y una de ellas hizo ademán de presentarlos, él le estrechó la mano a todos y allí se postraron a hablar entre ellos.

—¡Oy... ¿Sarah, qué te sucedió? – Apenas le escuche, lo volvió a repetir, esta vez la mire, pero no articulé palabra alguna.

—¿Por qué lloras?– niego con la cabeza.

¿De verdad estoy llorando? – Me toco el rostro y efectivamente es así.

—Dime algo, por favor– me rogó — . Lo que sea.–  Su voz era de preocupación.

— Él. – apenas emití sonido, pero ella me entendió ya que lo miré.

—¿Él? No entiendo ¿Le conoces?

Me aclaro la garganta antes de responderle.

— Si, es mí ex.– Admito y ella se queda incrédula.

—¿ Y qué sucedió para que te pongas así? ¿ Qué te hizo, te lastimó?

— Pasaron muchas cosas, no sé por dónde empezar.

— No parece un mal chico, un poco serio, sí, pero no creo...– La corté.

— No lo es,  bueno, para mí no lo era. Creo que nunca le conocí de verdad.– le hice un resumen de todo lo que pasó.

Mientras Caminábamos a un tocador para lavar mi rostro y replicar maquillaje, aun teníamos tiempo. Cuándo acabé y salimos del tocador, él estaba mucho más adelanté de nosotras; aún en el mismo sitió y con las mismas personas.

— Debes hablar con él, que te diga la verdad una buena vez por todas, tú hiciste mal al no pedirle aunque sea una explicación.

—Lo sé, pero no, no puedo siquiera hablarle.

— Bueno, si tu no lo haces, lo haré yo. – su voz fue autoritaria, camino a paso rápido hacía dónde estaban él y aquel grupo de desconocidos.