Capítulo 96: ¿Por qué te burlas?

799 36 5
                                    


Han pasado tres días desde que ganamos la competencia, Mark al otro día se puso en contacto con una empresa para que le vendieran los productos que necesitaba para la remodelación de la academia. Hoy iba a ir a la academia para despedirme de todos y luego me pondría a preparar mi equipaje para el viaje a Massachusetts que era mañana a primera hora, ya tenía el boleto pago mi papá lo había ido a reservar ayer en la tarde. Hoy sería mi último día en Bradford, estaba un poco triste.

Me di una ducha de agua helada estaba haciendo mucho calor, dure casi una hora metida en la ducha y cuando salí busque en mi armario lo primero que conseguí:

Me di una ducha de agua helada estaba haciendo mucho calor, dure casi una hora metida en la ducha y cuando salí busque en mi armario lo primero que conseguí:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


­­

Me coloque un poco de labial mágico y rímel, me puse unas zapatillas y salí de casa no sin antes esperar a Zachary que iría conmigo. Tardamos lo habitual en llegar a Stylish Dancing Agency, ya Mark junto a unos muchachos estaban planeando los cambios que le harían al estudio completo; pero yo no iba a estar para cuando terminara la remodelación. Mark aun no nos había visto llegar ya que se encontraba de espaldas a nosotros y ­nos escucharon llegar porque estaba muy concentrado en lo que estaba haciendo; dando órdenes de como quería cada cosa. Típico en él, ama dar órdenes.

— ¡Hey, Mark! – Llame su atención. — Quiero que me envíes muchas fotos de este lugar cuando esté listo, eh.

— Por supuesto que sí, cariño. – Me dedico una sonrisa con guiño.

Me acerque a él y le di un brazo.

— ¿Hasta cuándo te veré? – Su voz paso de alegre a triste.

— Hoy. – Puntualice, mi voz sonó muy mal.

— ¡Ay, tan pronto! – Me abrazo más fuerte. — ¿A qué hora?

— Mañana a primera hora.

— Bueno te veré en el aeropuerto sin falta ¿Te parece?

— ¿Pero mañana no es que comienzan la remodelación?

— Puede esperar unas horas. – Se encogió de hombros.

— Muchas gracias, Mark. – Le dedique una sonrisa.

Me percaté de que no veía a mi hermano, pero cuando lo encontré estaba hablando con mi mejor amiga Jess.

— ¿Ahora si me dirás a dónde?

— Massachusetts. – No le quería decir a nadie, pero creo que decírselo a él cambiaría nada.

— ¿En serio? Ay, dios santo. – Sus ojos brillaban de la emoción.

— Vaya, creo que te emociona mucho mi ida.

— No, es eso. Eso que ay dios no, mejor dejo que tú te enteres sola.

El chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora