Capítulo 15

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Capítulo 15

Las semanas pasaron y aún no se abrían las puertas de las cápsulas.

Todos tenían una historia diferente y varios recuerdos que analizar. A pesar de esto,, permanecían unidos, ya sea por la telepatía que tenían con su compañero o por la esperanza de que las puertas se abrieran. Únicamente Deyaneira y Damaris quedaron fuera de aquellos líos, pero aun así no se libraban de las peleas personales e incertidumbre que les provocaba tal soledad.

— ¿Qué es lo que sabes? ¿Porque le dijiste eso a Kate? —le preguntó por telepatía Damaris confundida a su hermana.

—No puedo decirte —respondió esta, con frustración, para luego salir corriendo con su supervelocidad, como siempre sucedía cuando tocaban dicho tema.

—No importa cuánto corras: si no dejas de pensar en mí, me seguirás escuchando—le dijo Damaris, a pesar de que ya no la veía. —Yo nunca te he ocultado nada, así funcionamos, somos un equipo, Deya.

No hubo respuesta.

—Oh, vamos sé que me escuchas, nuestra telepatía es la más excelente de los otros prototipos, sé cuando estás conmigo.

—Cállate y déjame tranquila, te dije que no quería hablar con Kate y ahora tampoco quiero hacerlo contigo —respondió de manera molesta y forzada.

Como siempre, Deyaneira salió corriendo hasta la sala de estudios, tomó un diccionario y se puso a leer. Un pasatiempo un tanto extraño para muchos, pero que le era de gran ayuda, pues de esta forma se olvidaba un poco de sus problemas, y encontraba palabras que ya nadie usaba y ella podía utilizar a su favor.

—Deja ese estúpido diccionario y respóndeme —retumbó la voz de su hermana en su cabeza tras haberla ignorado por algunos minutos.

—¡Déjame en paz! — en su cabeza gritó sobresaltada a Damaris , la cual se encontraba entrenando para aplacar su ira.

Cuando una gemela se molestaba, la otra, en el poco tiempo, también lo hacía, y las cosas empeoraban si ambas peleaban entre ellas.

— ¡No! —gritó Damaris, mientras esquivaba con su telequinesis varias flechas en aquella simulación.

—Siempre hemos sido muy unidas, no entiendo por qué me ocultas las cosas que sabes de Kate. Podemos hacer algo, sabes que por acá no nos escuchan.

—Aún no; es grotesco y sin sentido, no quiero recordarlo. Solo quiero olvidarlo. Déjame tranquila o yo misma te iré a quitar la energía para que te calles.

Damaris suspiró y continúo su entrenamiento. Saber que Deyaneira le ocultaba algo le molestaba demasiado, pues desde que ambas despertaron se prometieron nunca mentirse, pero al parecer para Deyaneira ya no era así, o al menos la frustración del momento la hacía ver la situación de tal manera.

Al salir de aquella simulación de combate, Damaris sintió gran pesadez y cansancio, lo cual le sorprendió mucho, ya que estaba acostumbrada a practicar todos los días, mas no le dio a esto más importancia de la que merecía.

Caminó por los pasillos de forma cansada, no sabía muy bien lo que sucedía, de modo que comenzó a alarmarse. Sus pasos cada vez tenían menos fuerza y, por más que se apoyaba de la pared, sabía que no lograría mantenerse en pie por mucho tiempo.

—No estoy bien, algo no anda bien —le dijo a su hermana por telepatía antes de caer al piso. —Nunca nada está bien —susurró para sí misma, cayendo en un profundo sueño y, como otras veces, su hermana no respondió.

Memorias PostergadasWhere stories live. Discover now