Memorias Postergadas

Capítulo 6

Capítulo 6

Oscuridad, la habitación quedó repleta de oscuridad por lo menos durante 3 o 4 minutos, generándole cierto temor. Sus ojos viajaban de un lado a otro en busca de una respuesta, cuando, de pronto, se prendieron unas luces que mostraron el color metálico de toda la habitación.

—Bienvenida, Amara. —Se escuchó una voz medio robotizada—, mi nombre es Roger y estás a punto de conocer todas las cosas que te brinda el chip biónico.

En el centro de la habitación, parte del suelo empezó a desprenderse hacia arriba dejando ver un tipo de pedestal de vidrio. Esto hizo que Amara se alejara un poco, pero no perdiera el asombro hacia este.

—Tócalo —le ordenó.

—¿Qué pasará cuando lo haga?

—Tócalo —repitió, de la misma manera.

Titubeante, se acercó poco a poco al pedestal y cuanto su piel tuvo tacto con el cristal, la habitación comenzó a cambiar. Unos rayos de luz blanca se unieron velozmente, formando estelas de luces por toda la habitación.

—Es precioso —susurró impresionada ante aquellas brillantes luces que danzaban formando una perfecta combinación.

—Todas esas luces significan la energía que desprende tu cuerpo. Mientras más haya, más energía transmites, de esta manera es que puedes usar tu primera habilidad: campos de fuerza — explicó la voz—. De ese color se verán cuando los crees, y con la rapidez que viaja la energía por toda la habitación, serán más rápidos y eficaces cuando necesites usarlos.

Se quedó mirando por un tiempo cómo los rayos de luz se desplazaban de un lugar a otro. Sentía como si cada uno saliera de ella y corrieran a la velocidad que latía su corazón.

—Toda esa energía te ayudará a controlar tus habilidades —continúo explicando—, cuando logres unir tu mente y cuerpo. Con ello podrás ser capaz de hacer muchas cosas, muchas más de las que podrías imaginar.

En ese momento, ella no podía verlo, pero además de las luces, sus ojos se habían tornado de un azul oscuro. Como solía sucederles a los demás, los ojos representaban cuando alguna de las habilidades estaba en un nivel alto.

Unas tras otra, las luces cambian de color, representando cada una de las habilidades de Amara. A veces, algunas tomaban más fuerza que otras, o se movían tan rápido que eran sumamente difíciles de localizar. No obstante, eso no fue lo que más le impresionó, pues en aquella iniciación se ocultaban muchas más cosas.

—Entra al sector B —dijo Roger, desconcentrándola de aquel trance de luces, mientras que al lado izquierdo de la habitación se desprendía parte de la pared mostrando una nueva entrada.

Cuidadosamente, quitó su mano del pedestal, mirando con cierta nostalgia como se desvanecían todos aquellos hermosos rayos de luz, para luego entrar a la habitación del sector B.

Dicha habitación estaba llena de computadores donde se encontraban todos sus exámenes, todos los estudios que le habían hecho antes de despertar. Esto la confundió, pues pensaba que todo eso era un secreto.

—Aquí podrás saber todo sobre ti misma —dijo Roger, pero esta vez podía verle a través de una de las tantas pantallas.

Observó con detenimiento aquel semblante serio: aunque a primera vista podría resultar amenazante, al escuchar su voz podía resaltar cierta empatía. —Puedes quedarte todo el tiempo que necesites y, cuando quieras salir, grita en alto "Fin de transición"—. Dicho esto, el rostro de Roger desapareció.

Amara miró todas y cada una de las pantallas y computadoras. En todas se encontraba una acción diferente, pero en cada una había gran información, de modo que se encontró muy indecisa por un largo rato, hasta que se sentó frente a una de las máquinas que le llamó a la atención y comenzó a leer: