Capítulo 11

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Capítulo 11

El implacable color negro ya era una costumbre para él; sin embargo, los nervios de descubrir algo nuevo sobre su pasado nunca terminaban y ahora estaban más incesantes que nunca.

En un abrir y cerrar de ojos, el paisaje había cambiado, pero, para su sorpresa, no era un lugar tan desconocido en el que se encontraba, pues se trataba de un recuerdo del mismísimo laboratorio.

Miró a su alrededor algo confundido. Siempre había tenido recuerdos de su niñez, pre-adolescencia o con las personas que tuvo más cercanía, pero nunca se relacionó nada con el laboratorio, eso no era posible.

—¡Nick! —escuchó una voz detrás de él, una voz un tanto suave, pero masculina que no dejaba de presentar cierta frustración.—Deja de darme la espalda —dijo aquel chico rubio con el ceño fruncido.

Joel miró con curiosidad al chico que tenía al frente. Sus facciones eran magistrales y resaltaban la misma sensación que todos tienen por primera vez al ver a un biónico, lo cual lo llenó de confusión al no reconocerle.

—Dejaré de hacerlo cuando dejes de decir tonterías —respondió Nick.

«Los recuerdos no suelen ser así. Siempre las personas se dirigen a mi versión más joven», pensó Joel al darse cuenta de que ninguno de ellos le veía.

—No digo tonterías, tú eres el obstinado que nunca me cree nada.

Rió. —¿Acaso no te escuchas a ti mismo? Ellos no nos harían daño, nos necesitan, sin nosotros no son nada.

—Ellos van más allá de eso, van más allá de todo lo que ustedes creen.

— ¡Entonces dímelo! ¿Qué es lo que hacen que te tiene tan preocupado?

—No puedo —dijo con cierto dolor —pero tienes que ayudarme —le dijo a Nick por telepatía.

Joel abrió los ojos ante la sorpresa de poder escuchar la telepatía de ambos. Aún no entendía la conversación, pero sin duda nunca había tenido algún recuerdo o simulación así.

—¿Qué tengo que hacer?—dijo Nick de la misma forma.

—Lena pasa por los mismos procesos que yo, pero con ella tratan de mejorar sus habilidades, mientras que a mí me insertan nuevas. Sé que algo anda mal en esas pruebas, siempre termino sangrando o desmayado en el piso y, créeme, no les importa mi estado de debilidad, solo quieren que logre manejar el control mental.

Al escuchar esto, Nick miró de reojo una de las cámaras. —Eres un miedoso —dijo, para luego seguir su camino por el pasillo.

Te creo Cody, pero tenemos que ser cuidadosos con esto. Si nos ven mirándonos la cara sin mover los labios, sabrán que usamos la telepatía. Tendrás que contarme todo si quieres que convenza a Joel para entrar en la sala de mando.

—¿Joel? mira no lo subestimo pero aún es muy estirado, podría meternos en problemas. Dudo que sepa mentir.

—Es el favorito de Kate junto con Amara. Después de ti, ambos tienen más habilidades y son prototipos élite. Puede que aún sean novatos en el engaño, pero si alguien puede entrar en la sala de mando es él.

—¿Y por qué no Amara? Confió más en ella.

—No puede mentir, Cody —le recordó con cierta molestia.

Hubo un silencio durante varios segundos.

—Escucho que alguien se acerca, te diré todo en la noche, mantente alerta.

Memorias PostergadasWhere stories live. Discover now