Capítulo 14

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Capítulo 14        

En medio de la silenciosa penumbra, se encontraba una Emily temblorosa por el frío de la celda. Su mirada se encontraba perdida en un punto fijo, mientras que sus manos jugueteaban con un mechón de su cabello, tratando de encontrar algún alivio ante tanta soledad.

Trataba de mantenerse fuerte y no llorar, pero le era inevitable. Ella no era una criminal y no merecía lo que le estaban haciendo, así como en algún momento su madre tampoco mereció pasar por tal injusticia.

Un nudo se formaba en su garganta ante tal recuerdo. Después de hablar con su padre, no podía dejar de pensar en su madre y en la última conversación que tuvieron.

—No lo comprendo —dijo una pequeña Emily, a sus 15 años—. Si las habilidades de Joel y Amara son tan buenas, ¿por qué no se las dan a los demás?

—No todos pueden soportarlas —respondió su madre, regalándole una sonrisa.—Verás, el chip biónico no funciona en todas las personas, ellos son especiales, por eso la señora Kate los selecciona desde antes.

—¿Desde antes?

—Sí —dijo con cierta nostalgia, mientras acomodaba algunos químicos. —Las próximas semanas te quedarás con tu padre, tengo que emprender un viaje y puede que se alargue.

—¿A dónde irás? —preguntó Emily con tristeza. —Prometiste que estaríamos este fin de semana juntas.

—Algunas veces, las cosas no salen como quisiéramos —le dijo, mirándola con ternura —pero debemos aprender a aceptarlas y ver el lado bueno de eso.

—Pero no quiero aceptar esto, no quiero que te vayas. Siempre los prefieres a ellos antes que a mí—dijo Emily, mientras pequeñas lágrimas luchaban por no salir.

—Nunca los he preferido a ellos, siempre me has importado tú, pero hay cosas que no puedes saber, al menos no por ahora. Pero tienes que entender...

—"Lo duro que es para todos ellos"—completó Emily. —Lo sé, son huérfanos, pero ya tanta es tu ausencia que... Siento como si yo también fuera una huérfana.

—Prometo contártelo cuando vuelva y recuperar todo nuestro tiempo perdido —dijo su madre, abrazándola, a pesar de que ella misma sabía que probablemente las cosas no serían así.

Emily cerró los puños con fuerza, molesta consigo misma y a la vez con todo lo que sucedía. Sabía que no podía rendirse, no así de fácil, y que por mucho que le costara, tendría que dejar su orgullo atrás para lograrlo.

Se levantó, avanzó hacia la puerta de metal y la golpéo varias veces. —¡Sé que pueden oírme! —gritó.

Volvió a dar golpes repetidos hasta el punto de  patear la puerta. —¡Quiero hablar con Kate! ¡Abran! —pero, a pesar de todas sus súplicas, no se mostró ninguna señal de que la escucharan o dejaran de ignorarla.

Soltando un fuerte grito, cayó rendida de rodillas al suelo y comenzó a llorar, pues en el fondo sabía que sus acciones la habían guiado a un camino del que no había vuelto atrás.

—¿No crees que es suficiente? —le preguntó Roger a la señora Kate al observar como sollozaba Emily en aquella celda. —La chica parece haber aprendido su lección.

—No; es fuerte, logrará pasar algunas semanas más allí si le seguimos proporcionando el medicamento.

—Usted sabe que siempre he respetado sus decisiones, pero creo que aún estamos a tiempo. Ella es joven y sus resultados fueron positivos para el chip biónico. Ahora que su padre está en otra celda, podríamos usar el neutralizador nuevamente y volverla el prototipo 11.

—No, para ella tengo otros planes—volteó su mirada hacia Roger. —Todo líder debe tener su sucesor.

Roger frunció el ceño. —Siempre pensé que sería el doctor o alguien mucho más preparado. Acá hay muchos que estarían dispuestos a suplirte.

—Acompáñame —dijo Kate mientras guiaba a Roger lejos de los demás asistentes.

Entraron a una sala nueva totalmente desconocida para Roger, mas esto no le sorprendió, pues sabía que existían muchas salas a las que solo Kate tenía acceso.

En dicha sala, solo se encontraba una gran pantalla, mientras que del otro lado se encontraban varios archivos regados.

La señora Kate se paró frente a un puerto de acceso del cual salió una luz que le examinó la retina del ojo, otorgándole el acceso a aquella pantalla.

—Muéstrame el archivo de Emily Mary Jensen Sorní.

En la pantalla apareció el rostro de Emily un tanto más joven; sin embargo, esto no generaba mucha diferencia, y al lado de la imagen se podía ver un sinfín de datos en pequeña escala.

—Si su padre no me lo hubiera impedido, la habría convertido en biónica sin pensarlo —habló Kate —pero, de haberlo hecho en aquel entonces, no tendría a la gran científica que ella es ahora.

—Pero es rebelde e insensata. De saber el motivo por el que hacemos todo...

—Yo también lo fui en un principio —le cortó.

— ¿Y qué vas a hacer? Si la sueltas quedarás débil y, si no lo haces, dudo mucho que quiera aceptar reemplazarte.

—Le propondré un trató del cual no será capaz de negarse y, a la vez, me servirá de prueba para saber si realmente podrá con el trabajo.

Tocó la pantalla y abrió uno de tantos pequeños datos de los cuales resaltó un porcentaje. —Posee un 30% de la mutación cromosómica y, si las variables no fallan, podría resistir el proceso de criónica. Ahora, imagina todo eso en un futuro. Sabes que nos queda muy poco tiempo; con todo su conocimiento, ella misma podría encargarse de guiar a los biónicos.

Roger observó con atención la pantalla. Sabía que la idea era buena, pero aún no terminaba de convencerse. Se encontraban muchas cosas en juego y él no pensaba que Emily pudiera lidiar con ello.

—Y tú estarás a su lado.

— ¿Qué? —preguntó este, con confusión.

—Tal como me guiaste a mí, quiero que la guíes a ella. Sabes que para ese tiempo yo no estaré viva y por eso te necesito como testigo, así como tu confirmación para pasar por el mismo proceso.

Tocó nuevamente la pantalla moviendo varios archivos entre sí hasta encontrarse con un contrato digital.

—Este es el contrato que todos los líderes de este laboratorio hemos firmado y con el que a la vez le otorgamos inmunidad a nuestro respectivo sucesor para poder reclamar el puesto.

Roger comprendió lo que sucedía y sintió temor al saber la responsabilidad que se le avecinaba.

—Te daré unos días para pensarlo, el mismo tiempo en el que pondré a prueba a Emily. Si quieres, puedes negarte, pero eres en el único en quien confío para que ella pueda comprender todo y no desviarse de nuestro propósito principal.

—Pero eso solo pasará si ambos soportamos la criónica.

—Entonces, sé fuerte y mantengamos la esperanza de que ambos lo logren.

—Entonces, sé fuerte y mantengamos la esperanza de que ambos lo logren

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¡Nuevo capítulo!

Exploramos un poco mas sobre la vida de Kate y el objetivo del Laboratorio.

¿Porque creen que es tan peligroso el secreto del Laboratorio?

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