Fairytale (usuk)

Capítulo 25: Una gran cruzada

—Oh... vaya—. Exclamó Arthur tras aquello, no esperaba semejante confesión. —En mi época las personas vivíamos en tierras que pertenecían a una persona, y debíamos trabajar para esta y pagarle. Por muy horrible que fuera la tarea no podíamos quejarnos, y los impuestos cada vez subían más, además que no es como si tuviésemos ninguna clase de comodidad. De hecho... yo padecía de insomnio porque con mis hermanos dormíamos los cuatro en la misma cama, para empezar Scott pateaba, Dylan roncaba y babeaba, Patrick siempre terminaba en el suelo, y yo aplastado por alguno de ellos. —Guardó silencio unos momentos recordando todo aquello. —¡No es que esté victimizándome o algo así!, solo que por lo que vi en la tele esto es una república, no sé qué sea eso, pero supongo que las cosas son muy diferentes a mis tiempos, y... ¿Si tanto lo odias porque no lo dejas? ¿No puedes trabajar de otra cosa?

—Como poder puedo, pero la ventaja de mi empleo es que el horario es flexible, así que me será de mucha ayuda cuando empiece en la universidad.

—Genial... supongo. De verdad, es bueno ver que alguien de tan... bajo estatus pueda darse el lujo de asistir a una universidad. ¿Todo el mundo puede ir a una?—. Inquirió nuevamente víctima de la sorpresa.

—Bueno... aquí, en este país las universidades son pagas, aunque se facilita el ingreso de aquellos que se esfuerzan—. Explicó el más joven. —La verdad, yo no podría pagarla por mis medios, recibo bastante ayuda de la beca y de...—. Cayó abruptamente, Arthur pudo percibir cómo su semblante se ensombrecía por unos segundos. —Como sea, en otros países son gratuitas.

—Pero, tú estudias las estrellas, ¿verdad? ¿No sería más fácil buscar un maestro astrólogo? ¡Apuesto a que serias un gran aprendiz, en pocos años estarías listo!

—Trabajar y vivir en tierras ajenas, rendir tributos—. Repitió Alfred pensativo. —Volverse aprendiz... ¿Arthur, acaso vivías en la época del feudalismo?

El mayor asintió varias veces con la cabeza. Alfred soltó una estrepitosa y fuerte risa.

—Vaya que estas atrasado, ¡Dios mío, eres una momia!.— Exclamó aun sin dejar de reír.

Arthur estuvo a punto de soltar un pérfido y sarcástico comentario en respuesta, no obstante, se contuvo al ver que Alfred realmente no lo decía con mala intención.

—Entonces, ¿Enseñan astrología en tu universidad?—. Cuestionó con el único fin de encontrar una excusa para así proseguir con la conversación la cual resultaba bastante amena.

El más joven nuevamente comenzó a reír hasta un punto en el que incluso parecía que tanta gracia le hacía daño.

—Empecemos por el hecho de que la astrología ni siquiera es una ciencia, así que dudo que exista alguna universidad en la que se enseñe, en todo caso te estarás refiriendo a la astronomía. De todas formas ¿De donde sacaste que estudio eso? Voy a ser arquitecto.

—¿Ar-que?—. Repitió el británico levemente estupefacto, aunque sin comprender tampoco el porqué, no es que desconociera la profesión de arquitectura, sino que no entendía por qué razón Alfred se dedicaría a la misma.

—Arquitectura, o sea los que construyen edificios y esas co...

—¿Pero porque estudiarías eso? ¡A ti te encantaban las estrellas! ¿Qué pasó con tu telescopio?

—Lo empeñé hace mucho—. Respondió Alfred encogiéndose de hombros. -De todos modos no me servía de mucho aquí, por la contaminación lumínica, y eso... además la astronomía no te da de comer, o al menos no mucho.

—¿Ya no te gustan las estrellas?—. Inquirió Arthur anonadado ante todo aquello, más aún se sentía estúpido por consternarse tanto por algo tan exiguo. Ya no le interesan las estrellas, ¿Y qué? Bueno, sucede que cuando se conocieron, siendo Alfred un niño, el 70% de las conversaciones que podrías tener con él trataban sobre astronomía, o ineludiblemente terminaban en aquel tema, en resumen era algo que apasionaba al muchacho. Ahora más que nunca Arthur sentía que aquel joven que caminaba a su lado, y el niño que había conocido tiempo atrás eran dos personas totalmente diferentes.