Capítulo 3: El reino de los seres mágicos

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Arthur trago saliva pesadamente a medida que se adentraba mas y mas en la profundidad, su miedo e inseguridad crecían con cado paso, tal como la oscuridad que le rodeaba. Llegó un punto en el que siquiera la luz de la luna se colaba. No veía nada delante de él más que profunda oscuridad. ¿Que tal si frente a el no había más que vacío? Que tal si con solo dar un paso adelante caería a un interminable abismo de oscuridad. ¿Había sido engañado por las hadas? ¿O habia sido guiado hasta alli no mas ni menos que por su propia locura?

Era muy tarde para ir hacia atrás, sabía que si se iba ya nunca podria volver a aquel lugar, "Al menos tendrás la seguridad, y ya no te pararías frente al bosque todos los días solo a mirar" Recordó las palabras del pequeño conejo volador y decidió seguir adelante, al dar el primer paso comprobó que no había más que aire debajo de el, la escalera había desaparecido totalmente y con un grito desgarrador, el niño cayó a las profundidades de la tierra.

—¡Arthur esta aqui!— Escucho una conocida y aguda voz anunciando su llegada. 

 El cuerpo de Arthur se sentía adolorido, al abrir los ojos tuvo que parpadear varias veces para acostumbrarse a la luz... y a las pequeñas manchas que había frente a el. Lentamente fue recuperando su vista, y las manchas fueron adquiriendo formas mas conocidas para el, hadas, elfos, duendes, y por supuesto, Flying Mint bunny.

—¿Estás bien?— Preguntó un anciano que tenía el tamaño de una palma humana.

—Lamentamos que hayas caído, pero nunca tuvimos visitantes humanos, no sabíamos que la entrada se abriría así— Se disculpó el conejo.

Arthur no respondía, solo paseaba su vista de un lugar a otro frenéticamente, ¿Todo aquello era real? ¿O solo se había golpeado la cabeza al caer?

—Apresúrate— Ordenó una pequeña foca que salía de una laguna que hasta ese momento no había notado ¿Una laguna dentro de una colina? —Nos espera un banquete para celebrar tu llegada— Volvió a decir la foca mientras se desprendía de sus blancas pieles, dejando ver la apariencia de un niño más pequeño que el, de cabello color ceniza y ojos azules. 

—Oh por dios— Exclamó Arthur impresionado al reconocer al ser que tenía frente a el no era ni mas ni menos que una mítica criatura proveniente del norte, ¿Acaso la laguna por la que había llegado conectaba con el océano? No podia creer la cantidad de maravillas que había presenciado en un solo dia.

El niño recogió su piel de foca y la dobló cuidadosamente para luego acercarse mas a el seño fruncido. —¿Puedes verme a pesar de que ya no estoy usando mi piel?

Arthur asintió con la cabeza, a pesar de ser tan pequeño, el niño parecía muy serio y eso lo hacia sentir incomodo.

—De seguro mi hermano esta emocionado por conocerte— Susurro para luego caminar en dirección a una gruta de piedra.

—No me haz dicho tu nom...

—Emil— Lo interrumpió un joven de cabello rubio del cual sobresalía un extraño mechón. —Se llama Emil— Volvió a decir, observando tanto al niño humano como a su pequeño hermano con una penetrante mirada color azul.

—Tu... ¿Eres su hermano?— Preguntó Arthur inseguro viendo que el chico debía tener su misma edad.

El rubio de ojos azules asintió en silencio, entonces el pequeño Emil corrió detrás de el.

—¿Y tu eres el humano verdad? — Preguntó mirando de arriba a abajo al intruso, con aquella mirada capaz de congelar a cualquiera. Tras recibir una respuesta positiva de parte del humano, el joven selkie señaló a su hermano. —Conoces a mi hermano— Luego se señaló así mismo. —Me llamo Lukas, venimos del norte, humano, muchos venimos de diferentes partes del mundo esta noche para verte, será mejor que estés a la altura.

Fairytale (usuk)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora