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—No estoy tratando de averiguar si realmente ustedes dos ya lo han hecho o no, sólo quiero que se cuiden, hijo.

—Lo sé, má. Pero no ha sucedido por lo que no tienes de qué preocuparte —digo—. Y sí, los llevo conmigo en caso de que pase.

—Bien—dice. Suspira y se pone de pie. —Si me permites, seguiré con lo mío.

Volteo los ojos mientras ella recoge su plato y su taza vacía para ponerlos en el fregadero y vuelve a la sala para seguir aspirando.

El frío se pega a la tela de mis vaqueros cuando me subo al auto, más tarde. Enciendo la calefacción esperando que este lo suficientemente tibio aquí dentro cuando recoja a Keyra. Me llamó hace un rato para informarme que le dijo a Will que ella iría conmigo en mi auto y que él podría ir por su cuenta para encontrarnos todos allá. No sé qué razón hay para eso. No tiene mucho sentido, pero aun así me alegra llevarla conmigo. Y en realidad, pocas cosas que ella hace tienen completo sentido.

—Beso—ordeno cuando se sube al asiento de acompañante. Keyra se inclina hacia mí al instante y me da un beso mientras enciendo el motor nuevamente. —Cinturón—añado y ella abrocha el cinturón de seguridad a su al rededor. Me mira con una sonrisa orgullosa cuando está lista.

Salgo a la autopista y señalizo a la izquierda. Hace unos meses jamás hubiera creído que iba a memorizar el camino hasta la Clínica de Londres a esta edad, sin embargo lo he hecho. Nunca sabes qué caminos frecuentarás en un futuro cercano.

—Hay mucho tráfico para ser día domingo—digo. Me detengo en la línea de automóviles despés de avanzar apenas unos metros. La luz del semáforo ahí adelante está encendida en verde, pero nadie se está moviendo.

—Sí—Keyra dice.

—Tal vez todos tienen su última quimioterapia del ciclo hoy —bromeo, causándole más gracia de lo que esperaba. Miro hacia ella detenidamente por primera vez desde que se sentó a mi lado y su cabello está recogido en la parte más alta de su cabeza. Lleva dos pequeñas perlas blancas en sus orejas. —Estás muy linda.

—Gracias—dice con un tono casual, pero aún baja la mirada un poco avergonzada. Se siente evidentemente bien hasta el momento, y ruego por que siga siendo así hasta después de volver a casa. —Logré descansar mucho anoche, tal vez sea eso—medio se ríe.

—¿A pesar de ir a dormir tan tarde? —Una extraña sensación de electricidad me recorre la columna vertebral al recordar cómo moría por hacer más que besarla anoche.

—Llevaba un buen rato durmiendo antes de salir a despedirme, por lo que técnicamente no fue tan tarde. Sólo hice una pausa o algo así.

—¿Pausa?—pregunto riéndome y con la imagen en mi mente de lo dormida que estaba al aparecer en mi auto. —Era como si siguieras durmiendo mientras me hablabas—me burlo. —¿Estás segura de que no eres sonámbula?

—¡Hey! Claro que estaba despierta, puedo recordar absolutamente todo ahora.

No podría decidir si me gusta más cómo luce cuando se ofende por mis bromas o cómo lo hace cuando está muy dormida como para entenderlas.

Nos encontramos con Will junto a la puerta de vidrio en la entrada de la clínica. Estuvimos muy cerca de él en la autopista durante todo el camino, y casi se siente como si hubiésemos estado en el interior del mismo auto.

—Hice un descubrimiento esta mañana—Keyra comenta mientras esperamos a que Will termine de dar sus datos en la recepción.

—¿Sí?—pregunto, esperando a que me diga de qué se trata.

Keyra en las nubes (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora