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Hoy es Lunes, y la fiesta pasó casi desapercibida en las vidas de todos los que estudiamos en este instituto, pues no ha sido la gran cosa. Y es incluso algo penoso que hasta el momento nadie haya hecho ninguna clase de comentario al respecto. Ni buenos, ni malos, lo que significa que no ha sido más que un evento regular. 

Aunque, de cierto modo, regular está lejos de ser la palabra que yo, Niall Horan, utilizaría para definirla, pues hubo un momento que la hizo diferente y, de hecho, un poco extraña.

Resulta que, llegando a la fiesta, y esperando que sea como lo es cada año, me encontré con Toffee bajando del auto de Will. Detrás de ella, Keyra. Con el cabello tomado en una cola ridículamente despreocupada y unos tejanos amarillos, acompañados por un sweater oscuro y una chaqueta de mezclilla. Vaya— pensaba. —A ella realmente no le importa nada. 

Entonces Toff, muchísimo más arreglada, corrió hacia la entrada del gimnasio, de donde la música y las luces de colores parecían querer salir despedidas por las ventanas. Brandy estaba ahí, y con un chillido reprimido se abrazaron, luego Keyra se acercó a ellas, acompañada de una pequeña sonrisa en su rostro y la abrazó también. 

Todos los años pienso la misma cosa al llegar a la fiesta: Volvemos a casa como cada Viernes después de clases, sin embargo, una hora después, nos encontramos de nuevo en el instituto para tener una fiesta. ¿No es estúpido? 

Louis de pronto me sacó de mis pensamientos. —Hey, duendecillo. ¿Vamos a entrar o qué? 

—Ah, sí —Me río, imaginando lo bobo que debí haberme visto, pegado en la nada. 

—Es linda. —Dijo, de pronto. 

—¿Quién?

—Keyra, ¿no es ella a quién mirabas? —Vale, me descubrió. 

Deslicé mi mano sobre mi cabello, tratando de lucir relajado y respondí: —Algo. 

Nos encontramos con ellas en la entrada y saludamos a cada una. Más tarde llegó el resto de los chicos y chicas y entramos juntos en el gimnasio. Todos estábamos dispuestos a pasarlo bien y tener una gran noche de bienvenida, a excepción de Keyra, que parecía sorprenderse por cada cosa que veía. Siempre medio silenciosa, sin embargo. 

Toffee dijo un par de bromas, y todos nos reímos. Es algo así como la graciosa del grupo, lo cual la hace tan genial, pues siempre, y absolutamente siempre, tiene algo gracioso que decir. 

Poco después, todos nos encontrábamos bailando y conversando en un gran grupo, en medio de la pista. Pero no tardamos en comenzar a separarnos cuando Toff y Liam caminaron juntos a la mesa de ponche, Harry y Brandy se alejaron un poco para bailar solos, y Keyra se apresuró en salir de la pista para caminar hasta la salida, con su teléfono en una mano. Entonces el grupo que tuvimos en un principio, quedó desmenuzado.

No dejé de pensar, durante tres largos minutos, en lo incómoda que debía sentirse, por lo que me decidí al fin y salí también. Ella estaba a dos o tres metros de la puerta, sentada sobre las grandes escaleras que le antecedían. 

Me senté junto a ella, aun dudoso. 

—Hola —Dije. Y me sentí un completo perdedor. 

Ella me miró con detención y no tardó en elevar las comisuras de sus labios. —Hola. —Intenté decir algo, pero no había pensado en nada antes de llegar hasta ahí, y ella habló primero: —No, no estás interrumpiendo nada. Y no molestas, tampoco. 

Vale, eso fue inesperado, pero definitivamente gracioso. Me reí con ganas. —Eres buena rompiendo el hielo. —Dije.

Keyra sonrió, más con los ojos que con la boca. —Nah. —Bajó la mirada hasta su teléfono, enciendió la luz de la pantalla y luego metió el aparato en un bolsillo de su chaqueta. Suspiró y volvió a mirarme, haciendome sentir el responsable de que la conversación continuara.

Keyra en las nubes (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora