contrato de... amor?

Deudas de honor

- ¿Qué les sucede chicos? ¿Acaso no confían en su equipo? - preguntó la rubia sarcásticamente - No me digan que tienen miedo, pensé que les gustaban los retos.

- No tenemos miedo. Es sólo que tú no sueles tener límites y esta es la prueba de ello -comentó Gaara. Al ver que la rubia no cambiaría de opinión los tres se miraron entre sí por un par de minutos y finalmente asintieron.

- Tú ganas, Ino - respondió Naruto con desgano - Pero todos deberán cumplir, ¿De acuerdo?

- Claro Naruto, ¿Por qué no habría de ser así? - respondió fingiendo inocencia - Yo dudaría de ustedes.

- ¡Por supuesto que no! Recuerda que deudas de juego son deudas de honor - en ese momento se escuchó un grito por parte de Kiba en apoyo a su amigo mientras que Gaara agachó la cabeza en señal de resignación al ver el lío en el que acababa de quedar metido gracias a sus amigos.

Kiba, Naruto, Gaara, Sakura, Tenten e Ino firmaron el acuerdo estando Hinata como testigo. Después de eso la banda fue a ensayar.

El ansiado domingo llegó. La ciudad literalmente quedó paralizada por el encuentro de football universitario, quienes no habían tenido la fortuna de conseguir una entrada se habían ido a casa temprano o a algún bar o restaurante donde pudieran verlo mientras que en el estadio de la Universidad Central las filas eran interminables para entrar.

En el apartamento de Ino y Kiba, las chicas se habían reunido mientras los chicos habían ido desde temprano al estadio. La única que faltaba era Sakura quien llevaba varias horas platicando con Tsunade.

- En verdad Sakura, creo que si ocupamos ese tema en la decoración de la boda será un éxito - la rubia llevaba más de dos horas repitiendo la misma frase luego de mostrarle varios catálogos y revistas relacionadas con el tema. Sakura no sabía que decir, Sasuke aún no había tenido la consideración de decirle a Tsunade que su boda sería lo más íntima posible y no un evento fastuoso como quería. Aunque ella no iba a ser quien se lo dijera.

- Eh, pues, Tsunade-san yo creo que... - en ese momento sonó su teléfono - [¡Gracias!] - exclamó mentalmente al ver el identificador: Ino - Hola - ¿Dónde se supone que estás, Sakura? El juego está por comenzar - Lo sé Ino, lo siento. Es que he estado un poco ocupada pero ya voy para allá. Adiós - cerró el teléfono y lo guardó en su bolso - Lo siento, Tsunade-san pero me tengo que ir.

- Claro, Sakura. No te preocupes, luego seguimos hablando sobre esto - la ojiverde no quería hacerlo pero aún así asintió por pura cortesía y rápidamente salió del despacho. Caminó hasta el ascensor y oprimió el botón con ansiedad. Entonces sintió que alguien la abrazaba por detrás.

- ¿Puedo preguntar a dónde vas con tanta urgencia? - escuchó que le susurraban al oído, de inmediato se giró.

- ¡Me asustaste, Sasuke! - exclamó antes de que el chico la besara. Las puertas del ascensor se abrieron y lentamente Sasuke empujó a Sakura con su cuerpo para que entrara y sin dejar de besarla oprimió el botón para comenzar a bajar. Sakura colocó ambas manos en el pecho del pelinegro para intentar apartarse un poco luego de sentirse atrapada entre el cuerpo de Sasuke y el muro - Espera Sasuke, aquí no.

- ¿Por qué no? - cuestionó volviendo a atrapar sus labios sonriendo.

- Está la cámara de seguridad - respondió la chica apartándolo un poco mientras apuntaba hacia una esquina del techo - Además, tengo cosas que hacer así que muévete Uchiha.

- ¿Estás segura? - preguntó mirándola fijamente. Sakura titubeó un poco pero finalmente recupero el sano juicio y asintió. Sasuke la dejó libre una vez que se dio cuenta de que no obtendría nada más de su prometida, entonces se recargó en el muro del ascensor a su lado - ¿Y a dónde vas con tanta prisa?