contrato de... amor?

¿Celos? ¿Que es eso?

El otoño se hizo presente en Konoha, las calles comenzaban a cubrirse por las hojas que caían de los árboles que había a lo largo de las principales avenidas de la ciudad. En el centro, Hinata se encontraba de pie en la parada de autobuses, era domingo y había quedado de ir con Naruto al cine. Entonces oyó que alguien decía su nombre.

- Hinata-chan - la ojiperla volteó para ver de quién se trataba.

- H-hola, Sasori-san.

- ¿Qué haces aquí tú sola? Justo iba a tu casa para darte esto - dijo extendiendo su mano con una rosa.

- G-gracias - respondió la ojiperla tomando con timidez el obsequio.

- Sabes Hinata-chan, si no tienes nada más que hacer me gustaría invitarte a... - interrumpió al ver a Naruto que se acercaba detrás de la chica.

- Hinata.

- Naruto-kun, yo...

- Perdón por el retraso - dijo el rubio, entonces vio la flor que sostenía su novia en la mano - ¿Y eso?

- Eh, m-me la obsequió Sasori-san - Naruto no pudo ocultar su molestia.

- Ya veo, ven, debemos irnos, la película está por comenzar - dijo mientras abrazaba a Hinata - Nos vemos, Sasori-san.

Después de ir al cine, Naruto se ofreció a acompañar a Hinata a su casa.

Al llegar...

- G-gracias por acompañarme Naruto-kun - dijo la chica mientras abría la puerta - ¿T-te encuentras bien? - el rubio asintió.

- Nos vemos en la escuela Hinata - fue lo único que dijo para después irse. Ni siquiera le dio un beso y eso le extrañó a la ojiperla, pues otras veces ella tenía que rogarle para que se fuera.

Al día siguiente, Sakura iba saliendo de su edificio cuando vio al cartero que dejaba la correspondencia en los buzones, pidió la suya y el cartero le entregó varios sobres entre los que destacaba uno en especial.

- No puede ser... - susurró la pelirosa. Cuando abrió el sobre vio un par de boletos, sonrió, vio la hora y se fue a la escuela. El día transcurrió sin novedades, en esos momentos, Sakura se encontraba recargada en su pupitre viendo los boletos, los había conseguido desde seis meses antes, eran un par de entradas en primera fila para el concierto de Black Stones en el Konoha Dome para el viernes en la noche, pero nadie quería ir con ella: Gaara y Tenten tenían una cita al igual que Kiba e Ino, Lee tenía una cena familiar, Shikamaru no quiso ir, "esa banda me aburre" fueron sus palabras, y Naruto tenía que ir con su padre en la tarde y no sabía a que hora se desocuparía.

Entonces vio a Hinata entrar al salón.

- Sakura, los demás te están esperando en el gimnasio.

- Eh, si, ya voy, Hinata, ¿Puedo preguntarte algo? - la ojiperla asintió - ¿Qué vas a hacer el viernes por la noche?

- Eh, ¿Por qué?

- Es que tengo dos entradas para el concierto de Black Stones ese día y quería ver si te gustaría ir.

- C-claro, no tengo planes para ese día.

- Bueno, entonces nos vemos en tu casa el viernes a las 7:30, ¿Te parece? - la ojiperla volvió a asentir. Luego ambas se dirigieron al gimnasio para que la banda comenzara a ensayar.

Después de más de una hora, Sakura llegó al restaurante, fue a los vestidores, se puso el uniforme y comenzó a trabajar. Horas más tarde, Sasuke llegó al restaurante y fue directamente a la oficina de su tío donde permaneció cerca de dos horas. Cuando iba hacia la salida, vio a Sakura que despedía a unos clientes, pudo notar que la chica se sonrojó cuando uno de los jóvenes se le acercó y le dijo algo mientras besaba su mano, sin saber por qué, comenzó a sentirse sumamente molesto, su enojo se reflejó en la fuerza con que apretaba los puños. Al ver que los tres chicos se alejaban, el pelinegro se acercó a ella.