contrato de... amor?

¡Por fin es verano!

Ya habían pasado casi las tres semanas de clases de regularización, sólo quedaba un día más. Aunque al principio todos lucían bastante deprimidos, pues no habían logrado convencer a Iruka de que los dejara tocar, el pasar juntos ese tiempo adicional había servido para que ciertas situaciones se aclararan o al menos tomaran forma. Ahora por las calles del centro de Konoha, iban caminando Naruto y Hinata tomados de las manos, Kiba e Ino aferrada a su brazo, Gaara y Tenten platicando muy tranquilamente y detrás de ellos, una pelirosa con cara de aburrimiento.

- [Por alguna razón empiezo a sentirme algo incómoda] - iba diciendo mentalmente Sakura - [Y pensar que por esto he tenido que aguantar sus burlas] - pensó recordando que cuando le dijo a Sasuke que iría a la escuela en verano, el chico por poco se muere de risa, claro metafóricamente hablando, pues sólo se dedicó a hacer sus ya clásicos comentarios, hasta le dio las tres semanas libres para que pudiera estudiar.

Luego de que regresó del País de los Campos de Arroz, Sasuke se la había pasado molestándola debido a la escuela, y nunca dejaba que la ojiverde le explicara que ella sólo acompañaba a sus amigos - la chica dio un gran suspiro - Ahora que lo pensaba, desde que la había presentado con Tsunade, Sasuke había dejado de burlarse tanto de ella, aún hacía comentarios sobre lo torpe que solía ser o sobre lo molesta que era, pero en cierto modo, después de más de un mes de estar "juntos", la actitud de Sasuke se había suavizado un poco con ella, incluso algunas veces esbozaba pequeñas sonrisas ante los comentarios espontáneos que ella solía hacer.

- [Tal vez son alucinaciones mías, la gente no cambia] - pensó la chica mientras reanudaba su marcha pues sus amigos ya se habían adelantado. Al llegar a la parada de autobuses el grupo se separó: Kiba e Ino se fueron al cine, y Gaara acompañó a Tenten a su casa, quedando solamente Sakura, Naruto y Hinata.

- [Ahora si me siento bastante incómoda] - pensó la ojiverde al sentir que hacía mal tercio - Eh, yo mejor me voy, no quiero interrumpirlos - dijo mientras daba la vuelta.

- ¡Espera Sakura-chan! - exclamó Naruto - El que se va soy yo, mi padre pidió que lo fuera a ver a su oficina, así que tú y mi Hinata pueden ir al centro comercial a tomar un café o lo que sea.

- S-si Sakura, hace mucho que tú y yo no platicamos - dijo Hinata. Sakura soltó un suspiro y asintió con la cabeza, entonces Naruto se despidió de ambas.

Sakura y Hinata se quedaron por varios minutos sentadas en la parada de autobús pensando a dónde podrían ir, pero no lograban decidirse por ningún lado. Finalmente, luego de un rato, optaron por ir a casa de Hinata. La ojiperla pertenecía a una de las familias más poderosas de todo Konoha, así que su casa era más bien una enorme mansión rodeada de inmensos jardines. Al llegar, ambas se dirigieron a la habitación de Hinata para tomar ahí un poco de té.

- ¿Entonces, Sasuke-kun se pasa la mayor parte del tiempo en la oficina de su tío? - preguntó Hinata.

Sakura asintió con la cabeza - La verdad eso ha hecho que esto no sea tan difícil, aunque cuando lo veo siempre termino reprimiendo mis ganas de golpearlo por todas las tonterías que dice, pero creo que después de este tiempo, me he ido acostumbrando a su personalidad arrogante y... - interrumpió Sakura cuando oyó que tocaban la puerta.

- Disculpa Hinata - dijo el chico de cabello castaño que se asomaba por la puerta.

- ¿Qué sucede Neji-niisan? - preguntó la ojiperla.

- Yo, espera un momento, ¿Tú eres Sakura Haruno? - preguntó el chico después de dirigir su mirada hacia la pelirosa quien asintió con la cabeza - Entonces, ¿De hace cuánto es esa foto que tienes en tu buró Hinata? - señalando hacia una foto donde aparecían todos, excepto Tenten cuando acababan de entrar a la preparatoria.