contrato de... amor?

¿Un error?

Sakura se había cansado de correr, sentía que le faltaba el aire y cuando intentaba respirar simplemente sentía como sus pulmones se desgarraban debido al aire frío de la noche. Ahora, sólo iba caminando sin rumbo bajo la tormenta con la cara agachada, rodeándose la cintura con sus propios brazos, el frío comenzó a hacerse presente, pero no le importó, no podía asimilar lo que había sucedido momentos antes, recorrió todo el centro de Konoha sin conocer la dirección en la que iba y sin darse cuenta, estaba frente al ayuntamiento de la ciudad.

- ¿Sakura? - preguntó un hombre rubio antes de subir a su auto al ver a la pelirosa pasar a lado suyo, tomó el paraguas que sostenía su chofer y caminó rápido para alcanzarla - ¡Sakura-chan espera! - al oírlo la chica se detuvo.

- ¿Namikaze-san?

- ¿Qué haces tan tarde bajo esta lluvia Sakura-chan? Vas a resfriarte, ven - dijo mientras ponía su mano en el hombro de la chica y la guiaba al auto. Ya dentro Sakura no dijo absolutamente nada - ¿Sucede algo Sakura-chan? - la pelirosa no contestó - ¿discutiste con tu novio? - ella se quedó inmóvil, el padre de Naruto la miró de reojo y supuso que había acertado - No son horas para que estés en la calle Sakura-chan y mucho menos bajo esta tormenta, me alegra haberte encontrado, sino te hubieras seguido mojando y probablemente hubieras cogido un resfriado, déjame llevarte a tu casa.

- G-gracias Namikaze-san - dijo un poco nerviosa mientras veía que el rubio le dirigía una sonrisa tierna idéntica a la de Naruto.

- No tienes nada que agradecer Sakura-chan, si hubiera dejado que siguieras mojándote, mi hijo probablemente me hubiera matado, eres muy importante para él.

- Si, lo sé, yo también lo quiero mucho - Minato dio un suspiro.

- Mi esposa y yo nos preguntamos qué pasará con Naruto cuando ya no te vea en la universidad.

Después de algunos minutos, el alcalde de Konoha y Sakura llegaron al edificio donde vivía la chica, se despidieron y ella entró. Al llegar a su apartamento, Sakura se dirigió inmediatamente a su habitación, se quitó la ropa mojada y se vistió con su pijama, fue a la cama y se quedó despierta toda la noche, tratando de buscar las respuestas a las preguntas que rondaban por su cabeza. Los primeros rayos de la mañana comenzaron a iluminar la habitación, con pesar la pelirosa abrió los ojos pues tan sólo había logrado dormir un par de horas, frotó su rostro y entró al baño a ducharse, después se alistó para ir a la escuela, entonces se dio cuenta de que había olvidado su mochila en el restaurante.

- [¡Maldición! Después de lo de ayer me olvidé por completo de todo, ¿Y ahora que hago? No me dará tiempo de ir al restaurante y después a la escuela, además aún no está abierto] - pensó la ojiverde, luego agachó la cabeza en señal de resignación a la vez que soltaba un suspiro - Supongo que no tengo opción.

Sakura tomó su celular, que por suerte había traído en el bolsillo de la falda del uniforme, y le envió un mensaje a Sasuke que decía: "Hola! Espero no haberte despertado, necesito un favor, ayer olvidé mi mochila en el restaurante, ¿Podrías llevármela a la escuela? ¡Por favor! Sakura." La pelirosa leyó por enésima vez el mensaje y finalmente oprimió la tecla de envío, dio un suspiro y salió de su apartamento rumbo al instituto. Minutos después, dio la vuelta en la última esquina de una calle para llegar a la escuela y se detuvo de golpe al ver a Sasuke recargado a su auto frente al edificio, no sabía que hacer, instantáneamente por su mente cruzó lo sucedido la noche anterior, movió la cabeza de un lado a otro, buscando deshacerse de esos pensamientos y se acercó a él.

- Sa-Sasuke - dijo nerviosa haciendo que el chico levantara la mirada del piso y la fijara en ella. Por alguna razón se volvió a sentir intimidada al ser observada por esos impresionantes ojos negros. Entonces reaccionó, agachó la mirada y vio que Sasuke traía su mochila en una mano.