Capítulo XIII

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Ya está oscureciendo y tengo mucha hambre, papá ha salido a recorrer la ciudad y de paso pensar en un plan para deshacer el hechizo, me pidió que me quedara aquí pero tengo hambre y los mosquitos comenzaron a picarme. ¿Qué hago?

—Hongbin —escucho que me llama al tiempo que la puerta se abre, casi corro hacia él—, conseguí esto —mis ojos brillan al ver lo que deja sobre la mesa, es pizza.

—¿De dónde lo sacaste? —pregunto agarrando una porción, también trajo una botella de agua y dos vasos.

—De la mesa de alguien más.

—¿Lo robaste? —logro decir con la boca llena de pizza, él sonríe.

—Sí —agarra una porción—, no tenemos dinero y mi aspecto no es bonito, la gente se asustaría si me viera —dice antes comenzar a comer.

—Papá L no se asustaría, sólo se sorprendería pero aun así estaría contigo porque él te quiere y no por tu aspecto físico, de ser así nunca habría estado contigo ya que eres bien feo —apenas termino mi frese y recibo un golpe en la cabeza— ¡Papá! Eso duele —chillo adolorido, me llevo una mano a la cabeza para acariciar la zona.

—Papá también te quiere aunque seas un niño feo.

—Papá L dice que soy el niño más hermoso —golpeo con ambas manos la mesa y me arrodillo en la silla, pero papá R ni me mira.

—Pues, Leo también miente —me saca la lengua y yo hago lo mismo, ambos estallamos a carcajadas, papá R siempre es divertido al igual que papá L, sólo que él es más cariñoso—. Hongbin, sé cómo volver todo a la normalidad —presto atención a lo que dice sin dejar de comer—. No estoy seguro pero creo que venimos de tiempos diferentes, yo me veo más joven ¿Verdad? —lo observo con detalle. Tiene razón, se ve más joven. Asiento con la cabeza—. Nuestras edades no son exactas, no concuerdan con el tiempo en el que hiciste el hechizo, por lo tanto será aún más difícil encontrar a tu padre —se pone de pie y saca una tiza del bolsillo de su pantalón—. La dimensión de dónde venimos podría no existir, porque tú hechizo nos mandó a vidas alternativas, los dos separados, pero estoy seguro de que nuestra dimensión aún existe y la única forma de lograr volver a ella es encontrando a Leo, intervenir en alguna parte del tiempo y cambiar las cosas, para al final darle los elementos necesarios y así él rompa el hechizo

—No entendí nada —digo viendo las letras raras que escribe en el suelo— ¿Qué idioma es?

—Griego —responde sin mirarme, sigue escribiendo y dibujando en el suelo. Son las mismas letras que tiene en el cuerpo.

—¿Me explicaras?

—Creare un vínculo contigo para darte algo de mi poder, así tú iras a través del tiempo y buscaras a Leo, él no debe saber quién eres, por lo tanto, tiene que ser antes de que nacieras —se pone de pie y agarra la botella de agua, sirve un poco del agua en uno de los vasos y con su propia garra se corta uno de los dedos, es una herida leve sólo para que caiga una gota de sangre en el agua. Mueve los labios sin pronunciar palabras, coloca el vaso de vidrio sobre la palma de su mano y con la otra la aplasta haciéndola desaparecer. Separa sus manos dejando ver una esfera azul—. Le entregaras esto —me lo extiende, al agarrarlo veo que tiene una cadena, es un collar— ¿Recuerdas la historia que te conté sobre los dioses olímpicos? —Asiento con la cabeza—, ellos representaban sus poderes en forma de objetos, este será uno de los míos.

—Ahora recuerdo, tú eres Hades ¿Verdad?

—Sería como la representación de él, ya no somos dioses ahora somos semidioses con poderes; mejor conocidos como magos —él camina unos pasos y me señala los símbolos en el suelo—. Arrodíllate en medio de esto y quítate la remera —dejo la esfera en la mesa y hago lo que me pidió, él se pone detrás de mí—. Te ardera un poco pero no te muevas —asiento con la cabeza y aprieto mis puños, un escalofrío me recorre el cuerpo cuando siento sus garras sobre la piel de mi espalda. Con una sola de ellas comienza a escribir sobre mi piel, se siente como si me estuviera quemando, duele un montón. Muerdo mi labio y cierro mis ojos. Sólo fueron segundos antes de que se alejara—. Ya está, puedes ponerte la remera.

Por Obra de ArteWhere stories live. Discover now