4:20 de la madrugada, la hora adecuada.
Lauren festejaba fumando y bebiendo en una pequeña discoteca del lugar, bailando y riendo con sus amigos, mas allá que acá, muy despierta y muy, muy acalorada.
La música locochona, el interminable humo y el habladero por todo el lugar ponían el ambiente mas que nada.
Tras varios minutos viajada, Lauren decidió ir al baño, comenzaba a sentirse rara en ese lugar.
A estos momentos el baño estaba completamente vacío, oloroso a marihuana y jabón barato, como siempre. Puso su pequeño bolso a un lado del lavamanos y se miró al espejo, quedando algo impresionada por su aspecto. Despeinada, maquillaje corrido, muy pálida y con unos ojos que simplemente decían que no tenía los pies en la tierra, pero igual, caliente como el infierno.
Se mordió el labio, viendo su reflejo y de nuevo sintiendo su temperatura subir rápidamente. Podía notar sus pezones ponerse duros bajo su ligero vestido verde.
No traía sujetador ¿Para qué?
Se quitó la chaqueta, dejándola en el lavamanos y volvió a verse, peinando su cabello hacia un lado.
Estaba tan viajada y concentrada que no reaccionó cuando de repente apareció una chica tras de ella en el espejo. Normalmente se hubiera asustado como la mierda, pero se quedó viendola bien.
Ojos marrones, tez morena y cabello obscuro despeinado, justo como el de ella. Podía ver tras el reflejo una camisa color azul que se le veía completamente bien.
Se miraron a los ojos tras el espejo, Lauren mas caliente que nada. Vio su mirada bajar y ver atentamente sus pezones ahora durísimos, mostrando una imagen tan sexy que era vulgar.
Las manos de la desconocida tocaron su cintura, apretando ligeramente. La tela de su vestido era suave y fina, haciendola sentir cada dedo en su cintura.
El corazón de Lauren comenzaba a bombear mas rápido, las manos calientes comenzaban a subir por su cuerpo.
La respiración de la chica golpeando su cuello hacia que sus ojos se cerraran y su centro comenzara a palpitar.
Se lamió el labio inferior y por instinto se arqueó, parando su trasero y sintiendo que el cuerpo de la chica estaba mas cerca de lo que imaginaba.
Aquellas calientes y traviesas manos subieron, palmando y acunando sus pechos en ellas. Lauren soltó un suspiro y apretó sus ojos, comenzando a recargar su cuerpo en el de la muchacha.
Con lujuria y pasión los apretó, frotando sus dedos contra sus pezones erectos contra la tela. Se sentían firmes, muy lamibles. Podía ver el reflejo de la ojiverde perfectamente, sus mejillas tornandose rojas y su rostro mostrando relajación y satisfacción. Ojos cerrados y labios rojos entreabiertos y carnosos, deseosos por ser besados.
La desconocida plantó un pequeño beso en su descubierto hombro, saboreando el sabor de la ojiverde. Olió y mordió juguetonamente, masajeando y apretando sus pechos con mas dedicación.
Lauren comenzaba a gemir, sus jadeos haciendose muy pesados y rápidos. Su cuerpo estaba completamente sensible, poniendola caliente casi al tope.
Una de las manos de la chica comenzó a bajar por su parte delantera, hasta adentrarse al vestido y levantarlo justo en su ropa interior, mostrandola frente al espejo. Suave, de color negro y con pequeños detalles de encaje a los lados.. y sin duda una marca de humedad visible.
Comenzó a frotar a través de la tela, lento y con algo de presión, de arriba a abajo y sin ninguna prisa.
Esparciendo la caliente humedad continuaba, masajeando su pecho derecho aún, con la cabeza de Lauren en su hombro y recibiendo justo en su oído aquellos roncos y bajos gemidos.
