Lauren suspiró cuando dejó caer su cabeza en la almohada a obscuras del Tour Bus del Neon Lights Tour. Estaba realmente cansada por las constantes presentaciones y viajes que casi ni tenia tiempo de dormir. Revisó su celular por milésima vez, entrecerrando un poco sus ojos por el brillo y vio que no tenía ningún mensaje.
Eran las 2am en Miami y probablemente Luis ya estaba dormido porque tenía escuela mañana. O eso creía Lauren, no tenía idea de que día de la semana era.
Suspirando de nuevo, se sentó verticalmente y abrió Tumblr. Había renunciado a dormir en este momento y pensó que tal vez cualquier sin sentido en Tumblr la ayudaría a la quitarle el aburrimiento. Se puso a mover su pulgar en la pantalla, bajando y viendo imágenes y citas inspiradoras con los ojos entrecerrados, cuando vio un reblog de un blog de gifs porno. Siguió bajando y no había mas que fotos y gifs de chicas siendo besadas en lugares muy íntimos. Ella normalmente no encontraba que gifs porno de 3 segundos la excitaran, pero sintió la familiar leve palpitación sin querer.
Genial, pensó. Exhausta, inquieta y ahora excitada, en su litera, debajo de 2 de sus compañeras que descansaban encima de ella. Extraño. Aunque, había pasado un tiempo desde que ella había sentido un alivio de esa manera. Incluso aunque tuviera a Luis ellos no eran novios oficiales todavía y tampoco tenían tiempo suficiente para hacer algo caliente, lo que siempre la dejaba frustrada con ese palpitamiento entre sus piernas que tenía ahora mismo.
Al menos en casa tenía una manera fácil para aliviarse a si misma. Fue un regalo de cumpleaños de Alexa que tenía como objetivo avergonzarla y su plan definitivamente había funcionado. Lauren se había sonrojado profundamente cuando abrió el regalo enfrente de sus otros amigos y uno de ellos lo había sacado del empaque y se lo había mostrado más de cerca, queriendo que la tierra se la tragara.
Lauren se sonrojó en ese momento al acordarse de aquella noche en la que experimentó con el por primera vez. Se recordó a si misma sentándose en el borde de su bañera y tímidamente presionó el botón de encender, haciendo a su amigo rosa cobrar vida en sus manos y haciendo sonar un débil zumbido por el baño. También había recordado cuando se había dado cuenta de que no había manera de controlar sus gritos y lloriqueos de placer cuando la pequeña máquina estaba en el nivel más alto.
Pero era obvio de que no lo trajo consigo misma en el tour por obvias razones. Era mucho más fácil esconderlo de su madre que de sus curiosas compañeras. Sintió que sus palpitaciones se hacían más fuertes con los recuerdos y dejó de pensar en aquello y se concentró en pensar en como aliviar el problema de este momento.
Lauren nunca se había masturbado en el bus. Lo había pensado antes pero le parecía extraño con sus amigas rodeándola, pero ahora mismo no le importó.
Asomó su cabeza por fuera para asegurarse si todas estaban dormidas. Cuando solo escuchó los lentos y suaves ronquidos, cerró su cortina y se acomodó. Metió su mano en sus pantalones cortos que usaba para dormir para ver en que situación de encontraba.
Demonios, pensó. Estaba ya empadada y muy sensible. Realmente había pasado mucho tiempo. Deslizando su short y sus bragas y quitándolas, trató de olvidarse de las chicas que dormían plácidamente en sus literas. Los ronquidos de Ally eran algo fuertes para ignorarlos, pues ella estaba en la litera de arriba, pero no escuchó ningún sonido de la litera de Camila, que estaba directamente a un lado de ella. Espero que eso fuera una buena señal.
Cerró los ojos y se concentró el pensar en algo sexy. No llevaba sujetador, así que con su mano libre, ahuecó su pecho izquierdo y sintió sus pezones endurecidos. Apretándolos suavemente, exhaló de placer y se retorció un poco. Trató de recordar aquella vez que Luis y ella se estaban besando en su asiento trasero. Por alguna razón el recuerdo no le estaba excitando. Su mente se fue a cuando cuando ella había pillado a Camila mirando abiertamente su pecho en su muy descubierto outfit de presentación. Lauren tuvo que admitir que su lazo negro era sexy, pero su mirada era todavía aún más. Lauren le había hecho una broma sobre sus ojos siendo muy curiosos y Camila nada más se puso roja hasta las orejas.
