Fin de semana largo. Los padres de Lauren habían asistido a una importante reunión de negocios y habían dejado a Lauren sola en casa. Bueno, no tan sola; Su amiga Camila había accedido a quedarse a dormir en su casa, ya que Lauren no quería estar sola, pero tampoco quería irse a la casa de la abuela.
Volviendo al presente...
Camila no podía dormir.
Era su primera noche con la ojiverde desde que había escuchado aquel rumor -que Lauren tenía un pene.
No quería preguntarle si era verdad o no eso que se decía en los pasillos de la escuela, se sentiría extraño hacerlo después de tanto tiempo de amistad, aparte de que sonaría raro preguntar algo así.
Pero después de todo, podía ser solo algo que una de las zorras de la escuela había dicho, por qué Lauren solía ser muy perra con ellas cuando se prestaba la situación.
Pero ahora ella estaba acostada a su lado, dormida pacíficamente -mientras ella estaba dolorosamente despierta. Después de debatirse por más de un hora, pensó que una pequeña checadita no haría daño.
Respiró profundamente y por debajo de la sábana, levantó su mano lentamente hasta donde debería de estar el supuesto pene. Estaba usando un pequeño short-boxer de tela delgada así que al poner su mano con cuidado, un pequeño jadeo escapó de sus labios. La indescutible forma se amoldó a su mano y sin poder detenerse, dio un pequeño apretón.
Volteó con pánico, asustada de que Lauren se hubiera despertado. Pero la chica parecía aún dormida.
Camila, sintiéndose un poco más atrevida, deslizó su mano sobre la banda elástica de los boxers. Mordió su labio suavemente y contuvo el aliento mientras sus dedos acariciaban a lo que parecía un muy largo pene. Lo sintió tensarse un poco bajo su toque.
Pasó la lengua por su labio inferior, encantada de sentir lo suave y caliente que se sentía.
Así bien, no se sentía lo suficiente satisfecha. Quería verlo por completo, estar cien porciento segura, y claro, sentirse privilegiada de tenerlo en sus manos.
Con sumo cuidado, se movió lentamente y se posicionó entre las piernas de Lauren bajo las sábanas y bajó el bóxer lo suficiente para una mejor vista.
Era.... extraño. Vio el ligero movimiento que se producia debido a la respiración de Lauren y sintió algo tibio apoderarse de su vientre. No lo encontró particularmente hermoso, es decir, parecía suave y su color un poco pálido y rosa eran atrayentes, mas la longitud que presentaba, pero siempre fue amante de las vaginas.
Le pareció excitante al ver cuan largo se veía desde su ángulo, y eso que estaba en su estado normal.
Su cuerpo lentamente comenzaba a aumentar de temperatura. En una repentina urgencia de sentirse liberada, se sacó con cuidado la camiseta y la dejó al lado.
Sintió sus pezones endurecerse mientras seguía estudianto al miembro de Lauren. De repente, tuvo una idea.
Subió un poco, moviendo sus brazos a los lados de su cuerpo con cuidado y bajó lentamente, con cuidado de no despertar a su amiga. Sus pechos permanecieron sobre el pene de Lauren suavemente, su piel comenzó a calentarse un poco más. Cerró sus ojos y se tragó un gemido debido a lo bien que se sentía el contacto de piel contra piel.
En un movimiento, Camila bajó su mano a su centro y el calor irradiaba de el. Estaba más que húmedo y las pulsaciones comenzaban a formarse.
Adentro dos dedos en su pantie y comprobó si humedad, un pequeño suspiro casi escapaba de sus labios.
Sacó sus ahora húmedos dedos y los contempló, para segundos después frotar la humedad en su pezón derecho.
Mordió su labio inferior y miró hacia abajo. Con cuidado, tomó el miembro de Lauren, se arqueó lo suficiente y con la cabeza de este comenzó a frotar la humedad en su pezón. Era extraño, sí, pero completamente excitante.
