CAMILA POV
Íbamos toda la clase de camino hacia el gimnasio. Unos corrían, otros caminaban distraídamente, unos medio dormidos y otros, como yo, íbamos al final cabizbajos.
Definitivamente era la clase que más odiaba, no porque fuera un desastre en los deportes, podía moverme, pero generalmente no lo hacía porque nunca me escogían en los equipos. Lo único bueno de esa clase es que también asistía Lauren Jauregui, la chica más hermosa de la escuela y del mundo...y la chica de mis sueños.
Me susurraba con mi amigo Marcel claves de un nuevo video juego que habíamos conseguido y de repente ambos sentimos un fuerte golpe en la cabeza. Obviamente nos inclinamos hacia enfrente y las gafas de Marcel salieron volando.
Escuchamos una risa masculina. Era el idiota de Troy, siempre molestándonos. Me sobé la cabeza con una mano mientras volteaba hacia arriba y por ahí a 8 metros visualizé su sonrisa arrogante. Volvió a reír de seguro por mi expresión y con un brazo me estrujó hacia él.
Fue como un tipo abrazo que me rompió seguro 6 costillas y me levantó 3 metros sobre el cielo (gg).
-Aquí está mi Camila favorita! -habló el idiota. Obviamente no sabe que soy la única latina llamada Camila en toda la escuela. Me limité a responder y solo le hice una mueca, como una "sonrisa". Se volvió a reír y con su brazo libre me despeinó con sus nudillos. Me ardió la cabeza y con mis pequeñas manos traté de alejarlo. Obviamente soy diez mil porciento menos fuerte que el y de seguro ni siquiera sintió mis manos.
Me bajó y se agachó hacia mi, poniéndose a mi altura y casi en cuclillas.
-¿Cómo vas con tu pequeño...hmm muy "pequeño" problema? - dijo dándole doble sentido a las palabras. El sabía de mi condición y por mi buena y mala suerte fue el único de todo el colegio quien me vio en una muy embarazosa situación, con una dura erección la clase antepasada de danza por culpa de Lauren y su precioso cuerpo. Y obviamente desde entonces decidió sacar provecho y se encarga de chantajearme con eso y le tengo que hacer las tareas. Claro, saca muy buenas calificaciones por mi y por eso no me trata tan mal como a los demás nerds como yo y Marcel...¡MARCEL! volteé rápidamente y el estaba gateando tratar de encontrar sus gafas.
Troy también lo vi y antes de que respondiera se hecho a reír de nuevo y quitó sus super manos de mi y continuó caminando al gimnasio. Acomodé bien mis lentes y rápidamente lo ayudé. El también sabía de mi condición y no me juzga, por eso lo quiero tanto.
-¿Estas bien Cami? -preguntó al pararse y acomodando sus lentes.
-¿Tu estas bien?
-Claro mi lady. -Contestó levantando una ceja e inflando su pecho. Fingió como que limpiaba sus hombros y luego los míos. Pasó sus manos en mi cabello, acomodándolo de nuevo y yo reí fuertemente. Realmente quiero a este chico, siempre me alegraba en los malos momentos.
Nos dimos cuenta que eramos los únicos en el pasillo y corrimos hasta la puerta que ya estaba cerrada, obviamente nadie se molestó en avisarnos y menos en dejarnos la puerta abierta.
Cada uno empujamos una puerta y entramos. Al pasar todo el salón nos miró y la maestra también, pero ella parecía molesta.
-¿Porque tan tarde jóvenes? ¿que estaban haciendo? -Ahí estaba la maestra exagerando y no tardó en escucharse chiflidos, comentarios burlescos y uno que otro gemido obsceno. La maestra nos dejó pasar y se concentró en callar a la clase.
Marcel y yo completamente rojos, ni siquiera nos molestamos en ponernos con la clase, pues sabíamos que nadie nos iba a escoger en lo que sea que hicieran, lo que no nos molestaba, ya que teníamos más tiempo para hablar sobre nuestros nuevos video juegos.
